Agricultura

Otro desafío para la soja

28 de abril de 2017

Uruguay y China, en el marco de la gira presidencial realizada en octubre pasado, firmaron un nuevo protocolo fitosanitario para la exportación de soja, que prohíbe el ingreso de dos hongos y 10 malezas. Dicho documento marca en caso de incumplimientos sanciones severas que van desde la suspensión del exportador, la terminal portuaria y hasta la totalidad de soja Uruguay.

 

El Director de los Servicios Agrícolas del MGAP, Federico Montes, señaló a VERDE que se está trabajando con todos los actores para eliminar riesgos. Indicó que Uruguay en el mundo ofrece un mensaje que apunta a la calidad e inocuidad de lo que produce su sector agropecuario, “con lo cual es buen momento para colocar la soja en ese mismo parámetro. Si bien, China adquiere la soja para consumo animal, también le competen conceptos de calidad e inocuidad. Con lo cual no está mal colocar estos parámetros en el protocolo, que va en esa dirección”.

“Uruguay busca la certificación de los procesos y mediante la auditora de determinadas tareas en la cadena agrícola, más la homologación de los laboratorios que realizan los controles dentro de los acopios y las terminales portuarias con nuestro laboratorio de referencia de Dolores, podremos otorgar tranquilidad a los exportadores”.

El protocolo fitosanitario para la exportación de soja a China, fue acordado entre el Ministerio de Agricultura y Pesca (MGAP) y la Administración General para la Supervisión de la Calidad, Inspección y Cuarentena de China (AQSIQ), prohíbe el ingresos plagas cuarentenarias de preocupación para China, ellas son: Fusarium virguliforme y Fusarium tucumaniea, además las malezas: Ambrosia artemisiifolia, Cenchrus echinatus, Cenchrus longispinus, Cenchrus pauciflorus, Cenchrus tribuloides, Galinsoga parviflora, Solanum sisymbriifolium, Sorghum halepense, Xanthium spinosum y Xanthium cavanillessi.

Federico Montes dijo que China con el nuevo protocolo fitosanitario para la importación de soja, “busca que los envíos estén ausentes de lo que ellos denominan plagas curentenarias y para nosotros la relevante es Sorgo de Alepo, las otras están porque China el algún momento las consideró importantes”.

Dicho protocolo establece que la Dirección General de Servicios Agrícolas (DGSA) deberá implementar actividades de vigilancia de acuerdo a las normas internacionales pertinentes, establecerá medidas de control para minimizar la ocurrencia de plagas de preocupación para China.

Montes agregó que se está trabajando con toda la cadena agrícola para evitar inconvenientes. Sobretodo atendiendo el artículo 8 del protocolo, que indica textualmente que: cuando la soja uruguaya arribe a los puertos de China, los organismos de Inspección y Cuarentena de China (dependientes de la AQSIQ), realizarán la inspección. Si se encuentra cualquier plaga de la lista, solamente se autorizará el ingreso del envío después de realizarse un tratamiento efectivo. En caso de no haberlo, el envío será devuelto o destruido. El costo será pagado por el exportador.

Si el problema es lo suficientemente serio, el exportador y elevador de Uruguay, e incluso toda la soja de Uruguay, serán suspendidos inmediatamente hasta que se adopten las correctivas.

Montes dijo que frente a esto, “lo primero que tenemos que recordar es que Uruguay no ha tenido problemas serios en la exportación de soja a China”, si bien consideró “que la primera lectura de dicho artículo pueda ser dura, en la medida que Uruguay tome o mejore las precauciones no debería implicar riesgos”.

Para Montes, “Uruguay con el profesionalismo que tienen todos los que intervienen en la cadena agrícola, le permitirá minimizar cualquier posible riesgo que pueda existir. Adoptando las medidas que van en línea con las buenas prácticas, podemos tener productos altamente confiables, evitando así los problemas que pueda haber con la soja en China, que tiene un valor enorme para la economía uruguaya y para cada uno de los que intervienen en el proceso productivo”.

Anteriormente a este protocolo se emitía un fitosanitario declarando que la partida a China estaba libre de sorgo, y no marcaba otras plagas cuarentenarias. La aspiración de los exportadores era quedar con una situación similar a la de Argentina. La soja argentina llega a China, “sustancialmente libre de sorgo de Alepo”. En esa línea, Montes señaló que es “una excelente picardía, nosotros teníamos el anhelo de poder llegar a lo mismo, pero desde China se nos dijo que Argentina y Brasil tendrán el mismo protocolo que Uruguay”.

Montes indicó que los protocolos se acuerdan, “hubo una misión de China con quienes se discutieron aspectos del protocolo, hasta que se llegó a un acuerdo. Uruguay no recibió ningún tipo de presión para firmar dicho protocolo sanitario”.

Consultado sobre como controlará el MGAP a los distintos eslabones de la cadena para poder cumplir con el protocolo, Montes explicó que todo comienza en la chacra y allí está el primer eslabón, sobretodo, para sorgo de Alepo, los agricultores saben dónde tienen esta maleza, los acopiadores también lo saben y ellos realizan los trabajos necesarios para sacarla así como también a las materias extrañas, esto me consta. A esto el productor lo siente porque tiene un costo adicional, dado que no es lo mismo llegar a un acopio con, que sin sorgo de Alepo”.

“Nosotros aspiramos a afinar todo el proceso, lo primero que debemos hacer es tomar conciencia de la importancia de todo esto, bajo ningún concepto podemos poner como país, en riesgo un barco que lleva US$ 8 millones, porque a alguno se le ocurrió no hacer una limpieza adecuada de sorgo de Alepo, sería un disparate. Sobretodo tomando en cuenta las consecuencias que marca el protocolo”.

Consideró que Uruguay está en perfectas condiciones para cumplir con lo requerido por China. “Es por eso que hemos sacado instructivos sobre buenas prácticas en instalaciones de acopio de granos que buscan minimizar los posibles riesgos”.

Dicho instructivo señala que la inocuidad de los alimentos es un derecho esencial de los consumidores y es una exigencia básica que Uruguay debe cumplir para comercializar sus productos en el mundo. Dentro de las acciones, marca que deben estar limpios los equipos de transporte y manejo de granos, se debe realizar la prelimpieza de los mismos, tienen que estar con la humedad adecuada y con una aireación que evite el deterioro y el desarrollo de microorganimos.

Además, indica que no debe haber granos o pedazos de granos coloreados, dado que las semillas curadas representan un riesgo a la inocuidad y resulta riesgo de rechazo. Los granos no deben tener presencia de plagas cuarentenarias, sin residuos de agroquímicos, sin contaminantes microbianos y se debe evitar la producción de micotoxinas. Y remarca que no puede aplicarse fosfina en los camiones, también tiene aspectos relacionados a la seguridad laboral.

Montes señaló que dicho instructivo se está entregando a todos los centros de acopio, “debemos fomentar las buenas prácticas en los acopios, también en la chacras, porque la inocuidad de alimentos, es lo que está exigiendo China, y si en algún momento exportamos soja para consumo humano hacia China, estos parámetros estarán reforzados. Es un excelente desafío para la zafra de soja 2017, porque con pequeños ajustes no tendremos problemas para cumplir, debemos hacer una buena limpieza, trazabilidad, yendo a las chacras, esa es la forma de mejorar”.

Consideró que en una planta de acopio no habría inconvenientes para eliminar las malezas que prohíbe China, “la más compleja seria Sorgo de Alepo por el tamaño de la semilla”.

Frente a la consulta, de si sale un barco de soja desde Uruguay con el fitosanitario aprobado, llega a China y se encuentra alguna de las malezas u hongos prohibidos, ¿Quién se hace responsable? Montes sostuvo que la responsabilidad del fitosanitario es del MGAP, y agregó que “siempre puede aparecer un problema, el punto está en poder demostrar cual es nuestro protocolo de actuación, no es lo mismo que ocurra un inconveniente no haciendo nada a que tengamos un manual o guía de cómo estamos haciendo las cosas a lo largo de la cadena en Uruguay y cuáles son las acciones correctivas en caso de ser necesarias, estás tienen que ser fácilmente demostrables a China. Para eso es clave un plan de trabajo”.

Allí indicó que las empresas controladoras también juegan un rol importante, “porque son las que emiten un certificado final privado al cliente de que la soja cumple con los requisitos pedidos por China, fundamentalmente en aspectos de calidad. Allí como MGAP no queremos meternos porque es un acuerdo entre privados, sino que apuntamos a que se cumpla el protocolo firmado”.

El MGAP creó el registro de empresas controladoras y a la vez, se exigirá la calificación del personal destinado a las tareas de control calidad. “Nos parece importante que sean idóneos en la materia, o sea, que sea peritos recibidores de granos, agrónomos o relacionados a la actividad”.

La DGGSA estableció una resolución que no puede llegar a un barco ninguna carga que no haya tenido un control previo, “no es mucho lo que se carga directo a buque pero existe y es una pena que por pocas toneladas, pongamos en riesgo la carga entera del barco”.

Otros de los puntos clave es la identidad o la perdida de la misma adentro de las terminales portuarias, “aquí es una cuestión de interpretación del protocolo, en la medida que la soja pierda identidad, la terminal pasa a tener un rol protagónico muy importante, dado que la responsabilidad estaría cayendo sobre la misma. Esto se está conversado con los actores involucrados, obviamente hay temas de eficiencia al pasar a una pérdida de identidad, porque permite más carga por hora, pero debemos minimizar riesgos como país”.

Indicó que la soja cuando pase por acopios previos a las terminales termina disminuyendo la presión sobre los puertos. “Capaz que los fusibles son las plantas de acopio y en las terminales portuarias tenemos el ajuste final”.

Agregó que se está trabajando fuertemente en la difusión de estos temas para que los productores vayan conociendo el alcance del nuevo protocolo, “dado que allí comienza la cadena, es un sector relevante en todo esto, porque ir eliminando problemas desde la chacra ayudará a minimizar inconvenientes. El MGAP oficia de articulador para que todos los actores entiendan lo importante que es cumplir con el nuevo protocolo, que insisto no veo impedimentos de cumplimiento”.

Sobre los granos coloreados, dijo que “eso es una mala práctica, con lo cual habrá una resolución que indica que cuando llegue a un acopio, el camión será rechazado e intervenido y enviado a nuestros silos de Dolores para que sea posteriormente destruido”.

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