Nidera lanza genética con “sangre” tropical para combatir el spiroplasma en el norte del país
El híbrido S 2223 Víptera 3 ya se utiliza en Brasil, y en Uruguay se lo posiciona en el norte; además la empresa suma materiales con otras tecnologías; en soja llega Cokesta
Nidera y DLF realizaron en Punta del Este el lanzamiento de la zafra de verano 2024-2025, que viene con novedades en maíz, soja y girasol. En el evento, el líder de Desarrollo de Producto de Nidera Argentina, ingeniero agrónomo Osvaldo Pérez, dijo a VERDE que en maíz se presentó el híbrido S 2223 Viptera 3, “un material desarrollado para combatir el spiroplasma”, una problemática significativa en ciertas regiones. “Se pudo lanzar luego de un arduo trabajo de la empresa. El año pasado se probó en Argentina, pero ya está a nivel comercial en Brasil, donde se destaca por su eficacia frente al spiroplasma”, comentó.
En Uruguay se recomienda para la zona norte. “Es un maíz templado por tropical, con una altura considerable, superior a cualquier híbrido templado. También puede utilizarse como doble propósito, para grano o silo planta entera, y cuenta con tecnología Víptera 3 para el control de lepidópteros”, acotó.
Es un material que “se adapta a las condiciones con alta presión de spiroplasma, mostrando un perfil sanitario destacado y un muy buen comportamiento frente al tizón. El S 2223 está pensado para ambientes de muchísima presión de spiroplasma, que esperamos que no se repitan este año; pero si así lo fuere, tenemos esta herramienta como para poder salir al frente”, afirmó.
Se trata de un híbrido para siembras de segunda y tardías. La recomendación general “apunta a una densidad de 55.000 plantas por hectárea, para evitar riesgos de vuelco o quiebre generados por su altura”, describió. En cuanto a la fertilización, dijo que “el manejo es similar al de los híbridos templados”, y resaltó la importancia del rol que juega el ambiente.
Nidera sugiere utilizar el Recomendador Nidera, una herramienta digital, gratuita, donde todos los híbridos del portafolio se pueden simular, ver su densidad recomendada y su requerimiento de nitrógeno por ambiente, además de su fenología según fecha de siembra.
El S 2223 Viptera 3 proviene de Brasil y fue evaluado en Argentina, donde también se está lanzando este año. Recordó que en Brasil ha sido muy buscado debido a su eficacia contra el achaparramiento del maíz. “Esa ha sido la base de selección, teniendo en cuenta que en muchas regiones de Brasil el spiroplasma es permanente”, señaló.
Pero puntualizó que la lógica de trabajo “fue diferente a la tradicional”, donde se buscan techos de rendimiento, perfil sanitario y agronómico. Sin embargo, “con el S 2223 se pensó en combatir la problemática del spiroplasma”, indicó. De todos modos, “el cultivar logró un buen perfil sanitario, con un destacado comportamiento frente al tizón, y cuenta con un buen perfil agronómico”.
En términos de productividad, el integrante de Nidera mencionó que en ambientes de medio a alto potencial el S 2223 “es comparable al 7921, un material muy conocido en Uruguay”. Sin embargo, “en ambientes de muy alto potencial los híbridos templados tienen una ventaja”, dijo.
Pérez subrayó que el S 2223 es ideal para “situaciones de alta presión” de spiroplasma. “Es un híbrido defensivo, pensando para el peor de los contextos”, afirmó. Pérez aclaró que “no es un material para explorar altos techos productivos, sino que es un híbrido defensivo”, por lo tanto no es apropiado para sembrarlo en sistemas bajo riego.
En caso de que se presente “un año normal”, con “poca densidad poblacional de Dalbulus”, se recomiendan “materiales templados”, con “buen comportamiento” frente a la bacteria transmitida por la chicharrita, como el NS 7624 Viptera 3 y el NS 7626 Viptera 3, que se están presentando para esta zafra.
LA CHICHARRITA EN URUGUAY
“La chicharrita es un nuevo actor en el cultivo de maíz en Uruguay y en la región”, dijo a VERDE el ingeniero agrónomo Andrés Nogueira, responsable de Nidera Semillas en Uruguay.
En la pasada zafra de verano la presencia de Dalbulus maidis, un insecto hemíptero que succiona las hojas de maíz, generó preocupación. Al penetrar la planta con su aparato bucal, el insecto se convierte en vector transmisor de spiroplasma kunkelii, un patógeno específico de este cultivo. Esta bacteria provoca una enfermedad comúnmente conocida como “achaparramiento del maíz”, las plantas quedan truncas y se interrumpe su desarrollo.
“En febrero empezaron a aparecer los primeros focos en Uruguay”, recordó Nogueira, y la noticia “se extendió rápidamente” por distintas vías. En ese momento Nidera comenzó a realizar “un trabajo enorme a nivel país”, para conocer “de primera mano” la situación en cada zona con presencia de maíz, especialmente “en los que tenían fecha de siembra tardía o de segunda, que es donde estaba el problema”, con el objetivo de medir incidencia y severidad.
Informó que “se está concluyendo ese relevamiento con el dato de rendimiento”, para comprobar “si todo lo malo que se veía se correlaciona con los resultados de la cosecha”. Y en el balance poscosecha se observa que “estamos mejor de lo que creíamos”, porque “sin tener rendimientos exuberantes se observan situaciones positivas en chacras donde los niveles de incidencia nos generaban mucha preocupación”.
Para el responsable de Nidera el escenario de spiroplasma más complejo está delimitado “al norte del río Negro, donde va creciendo de forma gradual hacia el norte”. Allí la presión de chicharrita “fue mucho más alta, específicamente en Paysandú Salto y Artigas”, dijo. La regionalización en Uruguay “copia bastante” lo que sucedió en Argentina a nivel de latitud, donde el resultado productivo “es peor” que en el resto del país.
Agregó que si bien en el sur el problema existe, “la situación fue heterogénea” entre chacras, e “influyeron las condiciones” que tuvo el cultivo, ya sea nutricionales, hídricas, tipo de campo y el germoplasma utilizado.
En el trabajo de análisis “se veían chacras complejas, donde la percepción era mala”, sin embargo los rendimientos dejaron un panorama “muy diferente”, porque “hay muy buenos datos” de rinde, “de 5.000, 5.500, 6.000 y hasta más kilos por hectárea, corregido a seco”, confirmó. Esto se constató en Soriano, Colonia y San José, donde “hay situaciones complejas, pero va muy atado a la situación del cultivo en general, no es todo por efecto de la chicharrita”, puntualizó.
Ante esta situación, Nogueira señaló que “hay una recategorización de híbridos, porque algunos tienen mejor comportamiento que otros, pero también hay híbridos que se veían muy mal en cuanto a sintomatología, que luego, con los datos de rinde, nos sorprendieron para bien”, dijo. “Muchas veces el nivel de severidad en los síntomas de las plantas no necesariamente afecta de manera proporcional a la producción de grano”, insistió.
Llamó a controlar los maíces guachos, que es donde se reproduce la chicharrita, y “utilizar materiales con mejor comportamiento”, atendiendo la fecha de siembra. “Para el norte, y fecha siembras de octubre en adelante, debo apuntar a un híbrido con sangre tropical”, dijo. En tanto, en las zonas litoral, sur, centro y este “se puede orejear la evolución del vector en función de los monitoreos que se van a realizar, e ir con un con híbridos templados, con buen comportamiento a spiroplasma, dependiendo de la fecha de siembra”, recomendó. Aunque también puntualizó que todo esto depende de los monitoreos que cuantifiquen la evolución del impacto en cada chacra.
Sobre el impacto positivo que las bajas temperaturas tendrán en la población de chicharrita en los campos, Nogueira comentó que “será clave para enfrentar la zafra de maíz de este año”, que se espera que desde el punto de vista climático sea “más normal”.
Novedades para siembras de primera y de segunda en maíz, soja y girasol
El líder de Desarrollo de Producto de Nidera Argentina, Osvaldo Pérez, describió a VERDE el híbrido NS 7626 Viptera 3 CL, otra de las novedades para la zafra 2024-2025. Se trata de “una opción diseñada específicamente para fechas de siembra temprana, en ambientes productivos de alta tecnología y bajo riego, aunque también se puede incluir en siembras tardías y de segunda. El material combina tecnologías avanzadas para el control de lepidópteros y malezas, incluyendo la tolerancia a las imidazolinonas, glifosato y glufosinato de amonio”, además de “un muy buen comportamiento” frente a spiroplasma.
Pérez señaló que “se nos pedía materiales de ciclo más corto y que sigan manteniendo la tecnología Víptera, que es lo mejor” para el control de lepidópteros. Pero que además “sigamos sumando tecnología para el control de malezas”, como la herramienta Clearfield, que brinda tolerancias a las imidazolinonas, “siendo la mejor herramienta para el control de gramíneas de verano, como todo el complejo de Echinochloas (capínes)”.
En términos de sanidad, el NS 7626 Víptera 3 CL “se ha seleccionado rigurosamente, prestando especial atención a su comportamiento frente al tizón y la roya”. Pérez explicó que “tiene un buen comportamiento”, porque en una escala del 1 (excelente) al 9 (deficiente), este híbrido “es un 4”. Y reconoció que “podemos ver algún impacto de tizón, algo con regular relevancia”.
Desde el punto de vista agronómico, el híbrido “también muestra una gran robustez”, comportándose muy bien en características como la “resistencia al vuelco” y “al quiebre”. El material está posicionado para explorar los “techos más altos” en términos de productividad, “especialmente en los mejores ambientes y en planteos bajo riego”.
Otra presentación corresponde al NS 7624 Víptera 3 CL, “un material que se recomienda principalmente para siembras tardías o de segunda, aunque también puede sembrarse de manera temprana con buenos resultados”, dijo el integrante de Nidera.
Señaló que este híbrido reemplazará gradualmente al conocido NS 7921, ofreciendo una opción más versátil y adaptable a diversos ambientes. “Es un material muy plástico, que lo podemos posicionar en ambientes regulares a excelentes. Es un todoterreno”, señaló.
El NS 7624 Víptera 3 CL también presenta un perfil sanitario “sólido” y puede utilizarse como doble propósito, para grano y silo planta entera. “Esto responde a las demandas de los productores, que buscan acortar el ciclo del famoso NS 7818 o el NS 7921, mejorando la caña y ofreciendo un ciclo más corto”, dijo.
Explicó que “la densidad de siembra va de la mano con el ambiente”, y en sanidad “tiene un buen comportamiento frente al tizón, similar al NS 7626, aunque puede mostrar un impacto menor, sin relevancia significativa”.
En soja Nidera lanza su primera variedad Conkesta 6223 CE, que tiene un grupo madurez 6 corto. Pérez informó que es una variedad “muy competitiva”, de porte controlado y con todos los atributos de la tecnología Conkesta para el control de lepidópteros (proteínas Bt) y de malezas (glifosato, glufosinato de amonio y 2.4D). Indicó que “cuenta con un perfil sanitario y agronómico superador a sus principales competidores, y se recomienda para ambientes de baja a media-alta productividad”. A la vez, Nidera está presentando el híbrido de girasol 1113 CL.
Nota de Revista Verde N°115