Maíz y sorgo, para tener más carne y más leche
La Chacra del Molino (LCM), distribuidor de Pioneer en Uruguay, con la participación de Interagrovial – John Deere, realizó un día campo sobre los cultivos de maíz y sorgo en la producción de carne y leche. El Ing. Damián Torino, Director de LCM dijo a VERDE, que el objetivo pasa por la generación de información y herramientas para que el productor tome las mejores decisiones en el manejo de ambos cultivos, de acuerdo al destino que tengan.
Indicó que generar información es fundamental, “y esa línea es la que sigue LCM, para que los productores conozcan el comportamiento de los maíces y sorgos, tanto para grano húmedo, para silaje de planta entera o grano”. Torino agregó que se continúa el trabajo técnico que hizo Agrosan, que posicionó muy bien a la marca. Hoy, en LCM, integramos un equipo de agrónomos, que recorre el país, a la que suma la red comercial, y entre ambos asesoramos a los productores”.
Sobre las novedades, señaló al material 85P20, un sorgo de bajo tanino. “Se sembró muy poco en esta zafra por ser nuevo”. En maíz, “continuamos con los productos que venimos trabajando y se sumará un hibrido ultra precoz”.
Agregó que en caso de aprobarse podrán contar la biotecnología Leptra, que en evento apilado integrado por el Mon 810, Herculex y Viptera, hay materiales con dicha tecnología que están listos para lanzarse al mercado.
Torino indicó que “la tecnología Leptra está pensada para el control de spodoptera, es la mejor para el control de insectos, hoy ya está disponible en la región. Lamentablemente los procesos de autorización no van con la velocidad que productores y empresas necesitamos”. Indicó que para las siembras de primeras la presión de spodoptera, depende de la zona. Pero si, es importante en las siembras de fin de noviembre o diciembre, aquí es mucho más severa. Hoy aproximadamente un 40% del área se siembra en estos meses”.
Por otra parte, Torino indicó que este año será el tercero en donde los maíces de primera terminaran rindiendo muy bien. “Eso genera muy buena expectativa. Es una lástima que esté tan poco en la rotación. A los que sembraron maíz temprano, les permitió diversificar y generar un margen”.
LA CALIDAD DEL FORRAJE
Leandro Abdeladhi, especialista en la conservación y utilización de forrajes, hizo foco en las cuestiones críticas que no son tomadas en cuenta en el manejo y con las cuales se puede mejorar la rentabilidad del ensilado de maíz o sorgo, para alimentar vacas lecheras o ganado de carne.
Dijo que se debe apuntar a cultivos de alto rendimientos para romper el paradigma de que ensilamos lo que está más feo del lote y dejamos el resto para cosecha y es justamente al revés. “El ensilado es un proceso que en general tiene un costo alto, por lo cual un mayor rinde diluye el costo por cada kilo de alimento, entonces hay que partir desde la base con un alto rendimiento. Además, desde el punto de vista de la vaca, hay que tratar de maximizar la relación grano-planta, eso es lo que maximiza el aporte de nutrientes por cada kilo de silo ofrecido. También es importante el momento de realización de ese silo, si lo hacemos antes de tiempo, estamos frente a un grano que aún no está consolidado, entonces perdemos almidón en el silo, energía, nutrientes para la vaca y rendimiento por hectárea”. En esos casos, “se resigna no menos del 30% del rendimiento en materia seca por hectárea, lo que nos lleva a que cada kilo de silo saldrá un 30% más caro”.
Abdeladhi sostuvo que la relación grano-planta que se busca, en maíz o sorgo, de nada sirve si el grano no está adecuadamente procesado al momento del ensilado, dado que se debe buscar la disponibilidad del almidón para los animales”.
Sobre la fermentación, el uso de aditivos, el tapado y extracción de suministro del silo, indicó que los resultados de investigaciones hechas en el campo, muestran que hay mucho dinero en juego. En los inoculantes se debe buscar calidad, más que la preservación del silo exclusivamente. Agregó que en EE.UU. está la problemática del destapado, “se tiende a destapar más de lo que consume y el deterioro en superficie avanza mucho más rápido, por ende ese silo pierde mucha calidad.
Abdelhadi explicó que el costo de una hectárea silo, desde la siembra y hasta que esté listo es de unos US$ 810, y señaló que usando está información y sobre la base de la realidad uruguaya, haciendo las cosas bien el productor puede ahorrar el doble de ese valor si produce leche, o 1,2 veces si produce carne.
Lea la nota completa en: Revista Verde N° 60