Impulsan medición de indicadores y buenas prácticas agrícola-ganaderas
En un predio de 200 hectáreas, INIA, IPA y la Sociedad Rural de Río Negro, con apoyo del IICA, implementan el plan piloto denominado Hub Regional de Ganadería Sostenible
La preocupación cada vez más creciente por el cuidado ambiental en los distintos sistemas de producción ha llevado a que Uruguay busque la forma de generar información para defender sus sistemas de producción y enfrentar las demandas que plantean los consumidores de los principales mercados.
Si bien está claro que lo ambiental debe ir en paralelo con la seguridad alimentaria, la búsqueda de la sostenibilidad es clave en un mundo cada vez más estricto en estos temas. En este marco, el Instituto Nacional de Investigación Agropecuaria (INIA), el Instituto Plan Agropecuario (IPA), el Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura (IICA) y la Sociedad Rural de Río Negro (SRRN) presentaron los resultados del proyecto Hub Regional de Ganadería Sostenible. Se trata de una experiencia piloto que se desarrolla en el predio de la SRRN, para la medición de indicadores y la generación de buenas prácticas de sostenibilidad agrícola-ganaderas en un contexto de cambio climático.
Agustín Inthamoussu, coordinador del proyecto y CEO de Climit –empresa dedicada a la consultoría y asesoramiento en cambio climático–, aseguró a VERDE que a nivel internacional “no se deja de hablar de estos temas, con mucho foco en el carbono y no tanto en la sostenibilidad”.
El sistema productivo de Uruguay “es único, a cielo abierto, con campo natural, por eso nos podemos dar el lujo de hablar de otros elementos, no solo del carbono”, dijo. Si bien las emisiones de carbono “son una de las principales preocupaciones a nivel mundial por su incidencia en el cambio climático, para el país es una buena estrategia mirar otros elementos del ambiente, la economía y lo social. La sostenibilidad es clave para poder defender a Uruguay de ataques que pueden mirar solo el carbono”, sostuvo.
Inthamoussu consideró que “nuestro sistema de producción le permite al país contar con otros elementos para presentarse en el mercado internacional que hoy está demandando información. Hoy no está claro si esa demanda se traducirá en reglas, impuestos, barreras o premios, pero lo que es claro es que el mundo exige conocer cómo se produce. Uruguay lo puede hacer y lo estamos generando, por ejemplo, con el Hub Regional de Ganadería Sostenible”.
INIA y el IPA, con la financiación del IICA, realizaron una experiencia piloto para la medición de indicadores ambientales, sociales y económicos en el predio de 200 hectáreas de la SRRN, donde se lleva adelante un sistema de producción agrícola-ganadero.
Inthamoussu aseguró que “las primeras conclusiones marcan que el sistema utilizado está bien parado frente a lo que sucede en otros países”. Los indicadores “han demostrado que Uruguay tiene un buen desempeño a nivel productivo, que debe servir para sumar elementos para la comunicación, aspecto considerado clave y que requiere estrategia. Uruguay tiene que defenderse de ciertos lobbys internacionales, porque la ganadería se ve como contaminante, pero en realidad no es así y lo estamos demostrando. Ese es un trabajo que se debe hacer más allá del hub, sino como país”.
En cuanto a los indicadores ambientales, explicó que se midieron 14 variables, donde se incluyen las emisiones gases de efecto invernadero, la captura de carbono y el balance de nutrientes.
Desde el punto de vista social hay una metodología denominada balance de trabajo, donde se analiza cómo se está utilizando la mano de obra en el predio. “Si estamos siendo eficientes o si la estamos localizando bien, cuestiones que se deben medir a lo largo del tiempo”, ejemplificó.
En el mediano plazo el objetivo es seguir involucrando predios para el análisis de esos indicadores a través de las capacidades existentes. “El IPA y el INIA tienen conocimiento y capacidad como para involucrar nuevos predios a través de sus plataformas digitales, como las Carpetas Verdes del IPA. Queremos trabajar para cubrir más territorio y fomentamos que a través de este Hub se pueda generar ese conocimiento”, porque a largo plazo, “la idea es trabajar para lograr un diseño e implementación de buenas prácticas ganaderas, para que la producción sea más sostenible”, dijo.
Inthamoussu consideró “clave” generar conocimiento para que la información se traduzca en políticas públicas. “Estamos trabajando en la generación de conocimiento para la definición de buenas prácticas con instituciones de relevancia y referentes de la investigación y la extensión”, subrayó.
El especialista consideró que en Uruguay hay rubros como la lechería, que “está muy bien” posicionada a la hora de analizar las emisiones de gases de efecto invernadero por litro de leche producida, pero reconoció que “aún resta” trabajo por hacer en materia de manejo de efluentes.
En el caso de la agricultura sostuvo que también “se están haciendo bien los deberes”. Graficó que los planes de uso y manejo del suelo han sido “revolucionarios” con requisitos y regulaciones que “nos ordenan la cancha” sobre cómo producir sin erosionar recursos naturales.
El coordinador del proyecto remarcó la importancia de generar información para defenderse de los ataques, pero también para tomar decisiones acertadas y no “respondiendo al grito”, como en el caso de Irlanda, que resolvió bajar su stock ganadero para tratar de cumplir con los compromisos ambientales. “Con información se puede demostrar que el stock se puede mantener o incluso aumentar haciendo las cosas bien, con menos emisiones de gases de efecto invernadero por kilo producido dentro de un sistema sostenible, y asegurando la alimentación de las personas”, por ejemplo.
Consideró que la seguridad alimentaria es un elemento clave para el desarrollo mundial en un contexto de cambio climático. “Tenemos que hacer ambas cosas en paralelo y combinadas, logrando que la producción aumente, pero sosteniblemente”, dijo.
EL PROYECTO
La investigadora de INIA, Verónica Ciganda, explicó a VERDE que se analizaron 14 indicadores ambientales con el objetivo de obtener una caracterización de las distintas dimensiones: agua, suelo, biodiversidad y la rotación agrícola-ganadera, “evaluando desde los niveles de fósforo en las profundidades ambientales hasta las emisiones de metano”.
Para ello se incluyó la mayor cantidad de indicadores posibles, con información aportada a su vez por la SRRN. “Se hicieron muestreos, pero además la SRRN tiene un muy buen registro, lo que nos permitió también incluir algunos indicadores que no están abarcados en otros proyectos”, valoró.
Además, destacó el cuidado del suelo asociado a un alto porcentaje de cobertura. “Esto es muy importante, porque disminuye el riesgo de erosión, de pérdida por escurrimiento de nutrientes, y mejora las condiciones hídricas del suelo”, explicó.
A su vez, Ciganda señaló que en el predio se ejecuta un sistema agrícola-ganadero que está muy integrado, donde “hay indicadores que muestran que existen oportunidades de mejora”, que pasan por “incrementar” el secuestro de carbono, “ajustar el área riparia” para evitar que el fósforo llegue escurrido a los cursos de agua, y “mejorar la diversidad de las especies”, con la inclusión de especies y montes nativos que mejoran la oferta de sombra y abrigo.
Por su parte, Esteban Montes, técnico del IPA, explicó a VERDE que los resultados económicos analizados, así como los sociales y ambientales, corresponden al ejercicio 2021/22. “La intención es tener la información de base para ver cómo estamos parados en un inicio y ver si, modificando algún indicador ambiental se altera el margen o no se modifica”, indicó. En caso de modificarse el resultado, sostuvo que debería ser de la menor dimensión posible porque “si bien es importante producir cuidando el ambiente, si económicamente no es viable, es muy difícil cambiar”.
Montes señaló que se trata de un sistema con “una producción de carne muy alta”, de 550 kilos por hectárea y por año, con un resultado económico que supera los US$ 200 por hectárea.
Joaquín Zabaleta, presidente de la SRRN, sostuvo que el objetivo de este proyecto era comenzar a concretar datos propios de indicadores ambientales, “un tema básico para la propia sostenibilidad de la ganadería”. Recordó que se comenzó a trabajar en este proyecto hace tres años, y hace un año y medio en la recolección de datos con las medidas en los distintos potreros del campo demostrativo de la gremial, cuya superficie es de 200 hectáreas.
EL ROL DE IICA
Rodrigo Saldías, representante del IICA, dijo a VERDE que una parte del trabajo que lleva adelante ese instituto es captar este tipo de proyectos para brindarle viabilidad y conseguir el financiamiento para su ejecución. IICA aportó los fondos para la ejecución del Hub durante dos años, con el objetivo de que se elabore y midan indicadores de sostenibilidad ambiental, social y económica en un predio agrícola-ganadero representativo.
“El presupuesto era pequeño, por lo cual sin el involucramiento de las instituciones no hubiera sido posible”, graficó Saldías.
En cuanto a los indicadores, dijo que tienen dos grandes desafíos. “Por un lado está la búsqueda de la complementariedad de los indicadores con los trabajos que ya se están haciendo en Uruguay, por ejemplo, con el de La huella ambiental de la ganadería, que es impulsado por el Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca (MGAP) y por el Ministerio de Ambiente. Y por otro lado, a escala productor, lograr traducir esos indicadores en prácticas de mejora. Es importante encontrar las prácticas que se alineen a los objetivos nacionales”, describió.
También anunció que la idea “es seguir sumando predios” para contar con la mayor cantidad de información posible. “Existe un desafío local, otro de Uruguay a nivel regional, y otro como bloque regional. A nivel local el objetivo sería darle continuidad a esta foto que tenemos hoy para convertirla en una película, llevándola también a otros sistemas de producción”, acotó.
A su vez, resaltó la importancia que tiene generar un banco de información que le sirva al país dentro del bloque y a la región en su conjunto. “Tener información y presentarla pasa a ser muy relevante para defender la producción”, afirmó.
Para Saldrías, este es el único camino posible. “Todos reclaman que los discursos y defensas se basen en ciencia, y esto es la demostración de eso”, sentenció.
Nota de Revista Verde N°108