Hacer los deberes desde el inicio para llegar a China sin pagar peajes
Cofco Uruguay organizó una actividad focalizada en las herramientas disponibles para el manejo de manejo de malezas cuarentenarias prohibidas para el ingreso a China
Cofco Uruguay organizó una actividad donde focalizó en las herramientas disponibles para el manejo de malezas cuarentenarias prohibidas por China para cebada. El responsable comercial de Cofco Uruguay, Manuel Virasoro, explicó que el país asiático se ha convertido en el más rentable para la exportación de cebada, pero a su vez es el mercado que tiene los mayores requisitos fitosanitarios.
Existe un protocolo firmado por ambos países que establece que el cereal deberá estar libre de malezas cuarentenarias, “y eso conlleva un gran esfuerzo de la cadena de producción, de los productores, acopiadores y del Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca (MGAP), que viene trabajando muy duro en esto”.
Joaquín Licos, agente comercial de Cofco Uruguay, señaló que si bien dentro de las malezas cuarentenarias que figuran en el protocolo aparecen la avena Sterilis y la avena Barbata, y no se nombra a la avena Fatua (balango). “Sabemos que muchas veces, cuando tenemos balango también tenemos las otras dos variedades de avenas que sí limitan el ingreso a China; por eso el control para evitar este tipo de problemas comienza desde la chacra”, dijo.
La conferencia contó con la participación de la ingeniera agrónoma Grisel Fernández, quien aclaró que la diferenciación de estas tres especies en etapas vegetativas es “prácticamente imposible”, y se termina corroborando “después de un examen de laboratorio”.
La especialista en malezas marcó “las pérdidas importantes de rendimiento que se registran en cebada por el efecto de la competencia del balango, elemento que se define en etapas tempranas del cultivo”.
Otro elemento, es que en caso de que se registren reinfestaciones con balango, “se incorpora un problema al sistema, porque las semillas que pueden volcarse presentan una significativa persistencia y podemos tener el problema por tres o cuatro años”.
Fernández señaló que dichas especies “tienen altas tasas de crecimiento y presentan una competitividad alta frente a la cebada en la adquisición de recursos”.
También explicó que “es muy variable” el comportamiento y la importancia de los flujos de emergencia, cuyo período se extiende desde el otoño hasta la primavera. “En eso influyen las condiciones climáticas del año o las que se registraron mientras se estaba formando la semilla en la planta madre durante el año precedente”, indicó.
La información disponible en Uruguay y Argentina marca que el flujo más importante se registra en otoño, también en junio y julio con el cultivo instalado, y luego aparece otro de menor importancia en los meses de setiembre y octubre; pero es muy variable según el año.
“Para la intervención temprana, que tiene por objetivo minimizar las pérdidas de rendimiento, los herbicidas más recomendados considerando su efectividad de control y su buena selectividad en cebada, son el pinoxaden y el fenoxaprop”, indicó Fernández.
Dijo que la ventana de aplicación recomendada en función de la respuesta, “va desde las dos hojas hasta inicios del macollaje, e inclusive hasta avenas con cuatro macollos”. Sin embargo, señaló que la respuesta en rendimiento disminuye a lo largo de la ventana de aplicación, lo que demuestra la importancia de la eliminación temprana de la maleza”. A su vez, mencionó que no existen recomendaciones para la aplicación tardía. “La residualidad de los tratamientos que se realizan temprano no llegan a frenar las emergencias de la primavera”, puntualizó. Además, dijo que “no existen herbicidas recomendados para la aplicación en ese momento”.
Fernández aclaró que los herbicidas que se utilizan en el primer momento de intervención “resultan efectivos para disminuir las pérdidas de rendimiento”. En tanto, los problemas de reinfestación y contaminación a cosecha “no estarían siendo manejados con la utilización de los preemergentes y la complementación de posemergentes, porque la residualidad nunca sería suficiente para modificar las emergencias tardías”.
Por último, la ingeniera agrónoma indicó que “existen alternativas efectivas” para el manejo de las interferencias en el rendimiento de cebada ocasionado por avenas silvestres. “Aunque no disponemos de manejos específicos que eviten el reingreso de semillas de avena al sistema, ni su presencia en el grano cosechado en caso de tener infestaciones primaverales, es claro que mantener un cultivo competitivo y evitar las chacras con historial de infestaciones de balango constituyen dos manejos recomendables”, sostuvo durante su presentación en la jornada de Cofco Uruguay.
Nota de Revista Verde N°107