Malezas: El manejo requiere actitud proactiva para evitar los errores del pasado
La diversificación y la integración de prácticas de manejo, la mezcla, la rotación de activos y el uso de preemergentes, son elementos claves para no generar resistencias
Es “muy importante” el área actual afectada por malezas de difícil control, donde algunas fueron declaradas oficialmente como resistentes, dijo a VERDE la especialista en el manejo de malezas, asesora de Agroterra, Amalia Belgeri. Señaló que las estrategias y los planteos para enfrentarlas deben pasar por “la diversificación y la integración de prácticas de manejo, ya sea culturales y/o químicas”.
Agregó que “países que tienen más experiencia con resistencia hace tiempo lo documentaron en la bibliografía”. En el caso de las herramientas químicas, “la base del manejo en malezas resistentes tiene que ser la mezcla y rotación de activos que sean eficientes para la especie que se desea controlar”, puntualizó.
En esa línea, Belgeri consideró que Uruguay está ampliando la oferta de ingredientes activos. “Nos gustaría que los registros fueran un poco más rápidos para poder responder antes a la problemática de malezas, que avanza sin detenerse”, dijo.
Comentó que para los cultivos de soja y maíz “hay muchas alternativas químicas que funcionan. Allí el manejo tiene que pasar por herbicidas preemergentes; no podemos descansarnos siempre en el uso de herbicidas posemergentes. Ese tipo de prácticas nos ha llevado a tener una situación complicada en resistencia; ya recorrimos ese camino”.
Para evitar que las malezas generen resistencia rápidamente, “hay que cambiar el chip y la actitud”, resaltó Belgeri. “Debemos tener una actitud totalmente proactiva en vez de reactiva. Y eso requiere más agronomía, más monitoreo. Y un trabajo con más planificación para no tener que apelar al de reacción”, dijo.
Allí explicó que las estrategias posemergentes hoy ganan terreno en Uruguay, por simplicidad de manejo pero “en el mundo ya están complicadas, porque los países que empezaron antes con estos sistemas ya evolucionaron hacia la resistencia. Y si no ajustamos las estrategias, el problema más adelante será mucho más grande”.
La especialista enfatizó que el manejo de malezas con preemergentes y controles muy tempranos “son fundamentales, porque el impacto más importante en la pérdida de rendimiento ocurre en los primeros estadios de crecimiento del cultivo, incluso en el momento del nacimiento”.
“Debemos parar” esos flujos, y con una estrategia jugada a los posemergentes “no lo logramos”, sostuvo. En el caso de los Amaranthus “la tasa de crecimiento es muy rápida, y es muy difícil llegar en el estadio vegetativo justo para que los posemergentes sean eficientes en el control”, advirtió.
Belgeri indicó que, de cara a la zafra de verano, los principales problemas se generan con los Amaranthus, dado que en este momento del año “empiezan los flujos de emergencia más importantes”.
También se deben seguir de cerca a las gramíneas. “El año pasado, que comenzó seco, hubo muchos escapes”, recordó. En ese caso tampoco funcionó la estrategia de control focalizada en posemergentes, “porque se necesitaban buenas condiciones hídricas para que esos herbicidas trabajen bien”. Por eso se escaparon y las gramíneas semillaron. “Estimamos que este año habrá mucha área con problemas de gramíneas estivales”, consideró.
Sobre los preemergentes, Belgeri recalcó que “no todos son iguales” porque cuentan con características “fisicoquímicas diferentes, y eso hace que actúen distinto, tanto en los diferentes tipos de suelo como en distintas condiciones climáticas”.
Para una zafra como la actual, con pronósticos de menores lluvias en primavera y comienzo del verano, la recomendación pasa por “herbicidas preemergentes que funcionen bien con pocos milímetros, sumado a una buena calidad de aplicación, para que esos pocos milímetros incorporen el herbicida al suelo. Para eso el seguimiento de los pronósticos de corto plazo y la elección del herbicida son muy importantes”, describió. En el caso de maíz “hay más alternativas de repaso con preemergentes dentro del cultivo”, agregó.
Puntualizó que la diferencia más importante de los preemergentes “están en su distinta solubilidad en agua y las retenciones que tienen en rastrojo”.
Si se sale de una buena zafra de invierno “hay que elegir preemergentes que tengan menor retención en rastrojo y la mayor solubilidad posible. También es muy importante la selección de formulaciones. Las suspensiones concentradas son formulaciones que se comportan mejor en rastrojos y protegen muy bien los ingredientes activos, permitiendo que aún con mayor cantidad de días sin llover, no se vea afectada la efectividad”, indicó.
Con un área importante de cultivos de invierno, Belgeri dijo que “si no hay un pronóstico de precipitaciones cerca de la siembra, lo mejor es dejar que el rastrojo haga su trabajo de sombreado, para evitar las primeras germinaciones, y luego hacer los preemergentes dentro del cultivo, con lluvias cercanas”.
Nota de Revista Verde N°104