Arveja: demanda supera la oferta y genera buenas oportunidades de negocios
La demanda internacional de arvejas viene creciendo desde hace 12 años, a una tasa del 7% anual, mientras que la producción crece al 2% o 3% anual, y esto “ha permitido mantener un soporte de precios”, señaló a VERDE Adrián Polleti, director de la consultora argentina en cultivos especiales Polleti y Asociados. El consultor participó de la jornada sobre cultivos de invierno de la empresa Greising y Elizarzú, en Tarariras, Colonia.
En esa actividad se observaron las novedades en genética de la compañía francesa RAGT, que trabaja en Uruguay con Semillas y Cía y Greising y Elizarzú. Este año, además de focalizar en trigo, colza y cebada, apareció la arveja, un cultivo que va incorporando ensayos y comienza a llamar el interés de los agricultores en esa búsqueda cada vez más marcada de sumar diversificación.
Polleti hizo una descripción del escenario productivo y comercial para luego profundizar en temas de manejo y productividad. Al observar la “tira larga” de valores desde el año 2010, la base de precios “está casi al doble”, indicó. Este fenómeno se explica en gran medida por el “mayor consumo de China, el consumo creciente en India y al registrar más cantidad de usos como ingrediente, tanto para alimentación humana como para alimentación de mascotas y destino forrajero”.
El experto consideró que “las perspectivas son buenas”, particularmente en el sudeste asiático, una parte del mundo que “duplicará la demanda de proteínas durante los próximos 10 años”, siempre y cuando no se presenten “problemas geopolíticos complicados”. Por esa razón “las proteínas animales y vegetales jugarán un rol preponderante”. Dentro de este panorama, la producción de proteínas de alta calidad será crucial y allí aparece la arveja y luego el lupino.
Polleti informó que la arveja presenta “una proteína más eficiente” desde el punto de vista de la digestibilidad, lo que le amplia el uso en varias industrias alimenticias y se transforma en un ingrediente muy importante. Esta leguminosa, en comparación con el lupino, “tiene más calidad” y no presenta “factores antinutricionales” ni requiere procesos de calentamiento para alterar la proteína y hacerla asimilable. A la vez, contiene una «gran cantidad de albúmina”, algo que la convierte en un ingrediente “clave” como “ligante de pastas”, ejemplificó.
PAÍSES PRODUCTORES
Actualmente los principales productores son Rusia –que pasó a ser el principal exportador mundial–, Canadá, Francia, Australia y Estados Unidos. En la región comienza a sobresalir Argentina, que actualmente ocupa “el octavo lugar a nivel mundial” y es “el origen que más potencialidad tiene para crecer”, debido a “la cantidad de hectáreas que hay en barbecho químico, que se podría utilizar en la siembra de arvejas”.
Señaló que el primer objetivo para Argentina sería llegar a 500.000 hectáreas “sin demasiadas complicaciones”, dado que “el productor ya hace 500.000 hectáreas de vicia”. Consideró que “es posible lograr esa meta”, aunque “depende de articular comercialmente bien la oferta”.
Explicó que, con un volumen tan grande, en Argentina ya no solo participan compañías exportadoras pymes, sino también grandes cooperativas y exportadores medianos de trigo y cebada, que están ingresando al negocio de las arvejas debido a su infraestructura para carga a granel.
El rol de Uruguay
Polleti destacó que Uruguay “tiene una ventaja muy importante”, que es el concepto Uruguay Natural, que incluye “un sistema de rotaciones diverso” y el uso de “puentes verdes”, que lo diferencian para llegar a los mercados más exigentes. Según el especialista, a los europeos “les encanta eso”, y poder sumarle trazabilidad a ese sistema de producción “sería relevante”.
“Es algo que en Uruguay es mucho más fácil de hacer que en Argentina, y además puede avanzar ahora, desde cero, para agregarle valor al producto y generar una ventaja competitiva”, afirmó.
Consideró que la trazabilidad “es clave” para acceder al mercado europeo, y señaló que la forma de producción que tiene Uruguay “es muy valorada en Europa”. Aunque advirtió que “no te lo van a pagar mucho más de lo que vale”, pero sí le pueden dar prioridad o un premio adicional por demostrar la forma en que se produce.
Además planteó que Uruguay, aunque con superficies más contenidas, también “tiene un potencial importante para exportar productos como arveja verde” al mercado brasileño, y “arveja amarilla”, un producto que “los brasileños están empezando a consumir”.
Polleti también mencionó la creciente demanda en la región de África Atlántica, en países como Senegal y Angola, que están incrementando su consumo de alimentos. “Senegal es el tercer cliente de la Argentina”, junto con Venezuela y Brasil, y Europa sigue siendo un “destino clave”, afirmó.
LA PRODUCTIVIDAD
El potencial de rendimiento del cultivo de arveja en Uruguay en las variedades nuevas “debería estar muy cerca de poder mantener promedios firmes de 3.000 kilos” por hectárea, “con posibilidades de alcanzar rendimientos aún más altos”, estimó Polleti.
Informó que en el sur de la provincia de Buenos Aires, donde está la mejor zona con potencialidad productiva de Argentina, “los rendimientos pueden ubicarse entre 4.500 y 5.000 kilos (por hectárea), sin problema”.
Señaló que la zona costera de Uruguay “tiene situaciones parecidas a esa región argentina, sobre todo cuando se registra el llenado del grano”. Indicó que el ciclo de la arveja “no depende tanto del fotoperiodo”, sino de la “acumulación de grados día”. Por esa razón, si se presenta una temporada de crecimiento promedio a fría, “el ciclo del cultivo tiende a alargarse, alcanzando el ritmo de una cebada”. En contraste, en condiciones más cálidas o ligeramente superiores a lo normal, “el ciclo se anticipa unos 15 días” y la cosecha puede darse “entre el 10 y el 15 de noviembre”, explicó.
Respecto a Uruguay, el ingeniero indicó que en la zona de Young (Río Negro) el ciclo “salió 15 días antes que en Libertad” (San José), aunque la diferencia en la fecha de siembra entre ambas regiones fue de apenas “una semana”. Este avance en Young no solo se reflejó en el tiempo de maduración, sino también en el “mejor rendimiento” obtenido.
FECHA DE SIEMBRA
Explicó que las fechas de siembra varían según la zona y el tipo de cultivo. Para las primaverales, indicó que “depende de la zona”. En Young recomendó comenzar a sembrar entre el 10 y el 15 de junio. Por su parte, para las regiones más cercanas a la costa, como Colonia o San José, “la segunda quincena de junio” es el momento adecuado para las siembras primaverales.
Si se siembran invernales, Polleti recomendó adelantarse 30 días con respecto a las primaverales, o 15 días en el caso de Young, lo que implica la “primera quincena de mayo”.
Las siembras invernales son una “muy buena alternativa” para las zonas “propensas a heladas”. La arveja invernal resiste bajas temperaturas, sin embargo una primaveral no, por lo que recomendó utilizar variedades invernales en zonas con “alto riesgo de heladas consecutivas”. Sin embargo, en ambientes costeros, como la ruta 1 hacia el río Uruguay, donde la “incidencia de heladas no es alta, una primaveral de punta ofrece más potencial de rinde”.
Nota de Revista Verde N°118