Cambio histórico en el maíz, se consolida la siembra de segunda y en está zafra ocupará el 75% de la superficie
Del área total de maíz, un 25% será de primera y un 75% serán siembras de segunda y tardías. El maíz de primera registró una “reducción fuerte” este año y “la expectativa es una compensación en el total”, con el área de maíz de segunda, señaló el gerente comercial de Agroterra, Gonzalo Reynoso, en el programa Punto de Equilibrio en Carve y revistaverde.com.uy.
La superficie en el ciclo 2022-23 se ubicaría en niveles similares al año anterior, aunque “no se descarta” la posibilidad de crecimiento, “lo que dependerá de las condiciones climáticas sobre mediados de diciembre”. A partir de ese momento, “el productor opta por maíz” porque los resultados productivos del cereal son muy destacados y “por esa razón se consolida la siembra de segunda”, acotó.
Consideró que este año a diferencia del año anterior, el valor de los fertilizantes juega a favor del cultivo y el precio del maíz se ha mantenido. “Todo eso tracciona para facilitar la decisión de siembra de maíz y también permite potenciar el manejo para maximizar la productividad”.
En cuanto a la siembra de soja dijo que “el 90% de la soja de primera está culminada”, lo que varía según las zonas de producción, el mayor avance está en el norte. El área de siembra de soja este año “crecerá entre 10% y 15%” respecto a 2021, acotó.
La cosecha de cultivos de invierno sigue generando sorpresas en el sector agrícola, especialmente por los rindes de la colza que se han ubicado por encima de los 2.000 kilos, incluso hay varios casos de 3.000 kilos por hectárea, aunque también existen rindes de 1.300 y 1.500 kilos por hectárea, por lo que se puede esperar un cierre en un promedio cercano a los 2.000 kilos por hectárea.
Dijo que “lo mismo está pasando con la cebada”, donde los rindes son “buenos” y se ubican entre los “4.000 y 4.500 kilos” por hectárea. Sobre la calidad, indicó que los rechazos se han dado “por granos de cuarta categoría” y también porque los niveles de proteína “quedan por debajo de los rangos”, comentó.
Respecto al trigo, el ejecutivo dijo que el cultivo está mostrando rindes “muy buenos” de “4.500 a 6.000 kilos” por hectárea. “Es posible que el factor de calidad sea el que preocupe, porque se hace difícil mantener altos niveles de proteína”, indicó.
Se refirió además a la posibilidad de que los productores ante la expectativa de menores rendimientos al obtenido le aflojaron a la fertilización nitrogenada en los cultivos de trigo y de cebada. “Al no tener lluvias cercanas al momento de agregar ese nitrógeno no se hizo porque se pensó que no se podría incorporar al cultivo, entonces se dejaron de hacer la tercera aplicación nitrogenada y ahora eso impacta en los niveles de proteína” de esos cereales, afirmó.
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