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Los granos entre la geopolítica y los stocks

6 de enero de 2025

Los precios agrícolas sienten el incremento de la oferta global, la incertidumbre la aportan los conflictos bélicos y comerciales.

Los desafíos que el mercado de granos plantea para 2025 son disímiles. Algunos sabidos, otros más impredecibles, y la volatilidad pareciera ser una variable muy protagonista a lo largo de este nuevo año. Hablar de variaciones de precios puede resultar un poco “aterrador” en un primer momento, pero al ver los actuales valores también puede ser una buena oportunidad, dijo a VERDE, el ingeniero agrónomo Diego de la Puente, director de la consultora Nóvitas.

 “Luego de una cosecha prácticamente récord en Estados Unidos y con un clima en Sudamérica que –hasta el momento– no ha mostrado mayores sobresaltos, los fundamentos de la oferta parecen inclinar la balanza del lado bajista, sobre todo en el mercado de la soja, que podría experimentar niveles de stocks nunca antes vistos, en la medida que la cosecha en nuestra región continúe por la senda que viene”, acotó.

En ese contexto, consideró que la victoria de Donald Trump en las elecciones estadounidenses el pasado mes de noviembre “es uno de esos factores imponderables”. Si bien va por su segundo mandato y hay circunstancias que “no serán una sorpresa”, estará asumiendo el próximo 20 de enero “con un mundo muy diferente al que le tocó lidiar en su primera gestión”, puntualizó. 

Pandemia de por medio, la situación geopolítica marcada por los conflictos bélicos entre Rusia y Ucrania, también en Medio Oriente y problemas económicos en diferentes regiones del mundo, agregó el analista. 

De la Puente enfatizó que la administración de la “cosa” pública no puede permitir errores, “sobre todo teniendo en cuenta que la pelea de fondo todavía sigue siendo una puja por el liderazgo mundial entre Estados Unidos y China”. Trump empezó, ya antes de asumir, con su derrotero por los medios y redes sociales explicando qué ocurrirá con sus políticas económicas, comerciales y sociales. Entre las muchas definiciones de Trump, “una de las más importantes” fue advertir a los países miembros que conforman los Brics (Brasil, Rusia, China, India y Sudáfrica) que desistan sobre la idea de crear una moneda común para realizar transacciones internacionales. Y que, en caso de continuar con esta especulación, podría imponer aranceles del 100% a los productos que Estados Unidos importa de los países miembro. “Hasta aquí nada diferente a lo que nos tiene acostumbrados Trump. El problema podría suscitarse si los países miembros de los Brics tomaran una determinación semejante”, razonó el director de Nóvitas. 

En tanto, el análisis de la ingeniera agrónoma Catalina Rava, técnica de la Oficina de Programación y Política Agropecuaria (Opypa) del Ministerio de Ganadería Agricultura y Pesca (MGAP), publicado en el Anuario de dicha unidad del MGAP considera que el escenario de precios de la soja para el año 2025 “se presenta bajista”. La producción mundial sería “récord”, ya que por primera vez estaría por encima de los 400 millones de toneladas (Mt)”, señaló. De concretarse “la oferta exportable prevista para el Cono Sur, las cotizaciones de la oleaginosa continuarán debilitadas”, estimó.

A la vez, señaló que “la coyuntura macroeconómica global parecería haber retornado a condiciones de normalidad y estabilidad, con cadenas de suministros que permiten satisfacer la demanda y habilitan la baja de las tasas de interés en las principales economías del mundo, elevando la liquidez en el mercado internacional de dólares, lo que contribuiría a sostener o evitar una mayor caída de los precios agrícolas”. Asimismo, “los diversos conflictos geopolíticos, los disturbios sociales y las políticas comerciales unilaterales, así como los desastres naturales a consecuencia del cambio climático, imprimen incertidumbre a los mercados”, agregó el análisis.

LOS MÁRGENES

El MGAP, a través de Opypa, informó que las exportaciones de soja en 2024 totalizaron US$ 1.200 millones, y ese fue el segundo mayor registro en los últimos 10 años para el sector. A la vez, proyecta que, con rendimientos similares a los de la zafra pasada y precios en torno a los US$ 335 por tonelada, las exportaciones totalizarían unos US$ 800 millones. En cuanto a los márgenes para el productor, el MGAP estima un leve descenso en los costos y marca un resultado antes de renta (ingresos brutos menos costos) “apenas positivo, en torno a US$ 50 por hectárea”. 

El rendimiento de equilibrio para la soja de primera “se eleva a 2.200 kilos por hectárea (kg/ha), por lo cual no habría margen de obtener resultados positivos en caso de que el clima no acompañe”. La situación “es más compleja en los productores arrendatarios, ya que su rinde de equilibrio asciende a 3.200 kg/ha”, advierte el informe. Asimismo, “los márgenes ajustados podrían dejar fuera del negocio aquellos productores que deban trasladar el grano largas distancias”, resalta el MGAP.

En trigo “los resultados económicos del agricultor serían positivos por quinto año consecutivo, aunque limitados”, sostiene el documento. Pese a una leve baja en el precio de los fertilizantes y fitosanitarios, la caída del precio del grano repercute directamente en un rinde de equilibrio superior a los 4.000 kg/ha. 

“Si bien los márgenes promedio (ingresos brutos menos costos sin renta) serían positivos, estos se situarían por debajo de US$ 80 por hectárea, siendo negativos para los productores arrendatarios”, indica en anuario de Opypa. 

A la vez, con un avance de cosecha del 50%, el MGAP proyectó un rinde promedio de 4.200 kg/ha (fue de 5.037 kg/ha en 2023) y una producción país que se acercaría a 1,5 Mt, que surge de una superficie de 340.000 hectáreas frente a las 350.000 hectáreas de la zafra 2023-2024, según el balance de Opypa. 

La actividad comercial en el mercado doméstico en 2024-2025 registra precios de US$ 195 a US$ 200 por tonelada. La recta final de la cosecha de trigo se vio interrumpida por lluvias, y en algunas zonas impactó en la productividad y en los niveles de peso hectolítrico. 

Para cebada el MGAP proyectó –con un avance de cosecha similar al del trigo– una productividad promedio de 4.300 kg/ha, en el nivel promedio de las últimas cinco zafras. 

En tanto, según Opypa, “el rendimiento de equilibrio se situaría en 3.800 kg/ha y sería el séptimo año consecutivo con márgenes positivos para el productor, luego de la zafra 2017-2018”. A pesar de ello, “los US$ 82 por hectárea configuran un margen 31% menor que el obtenido en la zafra”.

Para el resto de los cultivos no hay información oficial sobre el comportamiento de los márgenes. Sin embargo, la guía de costos de la cooperativa Sofoval, elaborada a fines de noviembre, marca que para la soja a un precio de US$ 362 por tonelada, y tres escenarios productivos, con un rinde de 1.500 kilos por hectárea, el margen es “negativo” en US$ 50 por hectárea; con un rinde de 1.800 kilos el margen pasa a US$ 39; y con un rendimiento de 2.000 kilos aumenta a US$ 100 por hectárea, sin contemplar el costo de la tierra. 

El “rinde de equilibrio” para los tres casos mencionados varía “entre 1.640 kg/ha y 1.730 kg/ha”. Los costos analizados se limitan a insumos, labores, logística y seguros.

En el caso del girasol de segunda, y considerando los “premios por (contenido de) aceite”, a un precio de US$ 512 por tonelada, para los rindes de 1.500, 1.800 y 2.000 kg/ha, el margen estimado es de US$ 130, US$ 262 y US$ 350, respectivamente, y el “rinde de equilibrio” varía entre 1.250 y 1.320 kg/ha.

En maíz de segunda Sofoval estimó que, con un precio de US$ 200 por tonelada y rindes previstos de 4.500, 5.500 y 7.000 kg/ha, el margen es de US$ 2, US$ 180 y US$ 425 por hectárea respectivamente; con rindes de equilibrio que van de 4.500 a 4.900 kg/ha.

LA EXPORTACIÓN DE GRANOS

Las exportaciones de soja sumaron 2,8 Mt y el precio promedio fue de US$ 430 por tonelada (FOB), US$ 100 por debajo de los US$ 534 por tonelada obtenidos en el año anterior. A pesar de ello, “continúa siendo un precio elevado comparado con el promedio de US$ 350 por tonelada (FOB) registrados en las zafras 2019-2020 y 2020-2021”, informó el MGAP.

China mantiene un claro predominio como destino, incrementando su participación a 85% del volumen total de soja exportado (versus 65% en el ciclo comercial anterior). Por tercer año consecutivo Argentina se encuentra como destino de la soja uruguaya, incrementando su participación a 9% de las ventas totales. En promedio, entre agosto y octubre, Uruguay realizó envíos mensuales de 85.000 toneladas en promedio. El tercer destino fue Egipto, que si bien en 2021 adquirió un 38% de las ventas, equivalente a 670.000 toneladas, ahora mantiene una reducida participación de 4% del total, con tan solo 100.000 toneladas. 

Los operadores uruguayos informaron que Egipto continúa siendo una alternativa interesante para soja y, si bien la dificultad podría estar en menores requerimientos de humedad, es un destino donde el país compite bien en proteína y no debe cumplir con las exigencias establecidas en el protocolo fitosanitario que rige con China. 

La participación de Europa como destino de las exportaciones de soja uruguaya ha sido variable en los últimos cinco años, desde 0,5% a 17% en 2019.

En tanto, en el período de noviembre de 2023 a octubre de 2024 las exportaciones de trigo llegaron a 1,5 Mt y totalizaron US$ 351 millones, el mayor registro desde el ciclo 2013-2014. El volumen exportado fue el doble del año anterior y el más alto de los últimos 12 años. En la zafra 2023-2024, la exportación representó en 84% del volumen producido. El precio medio de las exportaciones presentó una retracción de 27% respecto al mismo período del año anterior, ubicándose en US$ 238 por tonelada (FOB), según el MGAP.

El trigo uruguayo diversificó sus destinos durante el último ciclo comercial, Brasil representó el 55%, Chile 12%, Angola 8%, Bangladesh 7%, Kenia 6% y 2% Madagascar, Colombia, Mauritania, Vietnam y Argelia, entre otros mercados.

La cosecha de soja y el nivel de humedad

Las normas comerciales son dinámicas y “actualmente el parámetro de humedad en soja está siendo revisado. Tanto China como Brasil estarían proponiendo reducir el porcentaje de humedad de 14% a 13% en el grano de soja a comercializar (revisión de la norma Anec 41)”, señala la Oficina de Programación y Política Agropecuaria (Opypa). 

A la vez, marca que uno de los desafíos del sector agrícola “pasa por sumar nuevos mercados en un mundo sumamente abastecido”. Señala que desde el MGAP “se trabaja en la agenda defensiva, con el objetivo de mantener los mercados ya habilitados ante crecientes exigencias sanitarias y fitosanitarias; y en la agenda ofensiva, con el objetivo de abrir nuevos mercados”. 

En el complejo oleaginoso se abrió China para la soja no transgénica y en ese destino se busca la apertura de la harina de soja, harina de colza y grano de colza. “Seguir cumpliendo los requisitos de los mercados sobre malezas cuarentenarias, residuos de agroquímicos, genética y parámetros de calidad (principalmente en proteína de soja) para poder acceder a todos los mercados hoy habilitados sigue siendo un desafío”, confirmó Opypa. 

En noviembre de 2023 la Unión Europea anunció, tras estimar que el nivel de riesgo no justifica su prohibición, la renovación del glifosato por 10 años, pero con algunas salvaguardas, como la prohibición de su uso para desecación.

Nota de Revista Verde N°119

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