Paraguay: inversión forestal-celulósica intenta replicar el desarrollo de Uruguay

La inversión privada más grande de Paraguay, específicamente en el sector forestal y celulósico, tendrá algunas derivaciones en Uruguay, como es el caso de la instalación de una terminal portuaria en Soriano y la probable participación de inversionistas uruguayos, en la producción de madera para ese emprendimiento.
El proyecto en cuestión corresponde a la empresa Paracel, que está integrada por el grupo paraguayo Zapag y Girindus Investment, de Suecia, entre otros inversores internacionales, y prevé la construcción de una planta de producción de pasta de celulosa en el departamento de Concepción, a unos 400 kilómetros de la capital paraguaya de Asunción.
El emprendimiento ya está en marcha y las obras se mueven en el terreno físico y en el de los mercados de capitales, para lo cual diferentes actores realizan gestiones y movimientos en busca de potenciales proveedores de masa forestal.
Para este proyecto los costos totales estimados, incluidos costos financieros, gastos de capital de la planta y de forestación, se ubican en unos US$ 3.600 millones, según datos de BID Invest, miembro del grupo Banco Interamericano de Desarrollo (BID).
Este organismo prevé que el financiamiento se concretará con una “combinación de capital y deuda de largo plazo”, y en este sentido autorizó un “préstamo de US$ 200 millones” a Paracel, con el objetivo de otorgarle “financiamiento para la construcción de un proyecto de planta de celulosa integrada verticalmente, la plantación de eucaliptos renovables y la generación de energía con biomasa”.
La cartera de tierras de Paracel comprende una extensión total de “190.000 hectáreas de antiguas fincas ganaderas” en suelo guaraní, que concretamente están ubicadas en los departamentos de Concepción y Amambay, que serán “parcialmente convertidas” en plantaciones forestales, para proveer de madera a la fábrica en los próximos años, y “el resto se conservará”, indica BID Invest.
La empresa proyecta la producción de 1,8 millones de toneladas de celulosa anualmente, la plantación de 162 millones de árboles (hasta marzo de 2024 se plantaron 46.829 hectáreas), la generación de 8.000 empleos indirectos durante el pico máximo de construcción de la planta industrial y de 4.000 empleos directos en los componentes forestal, industrial y logístico, según lo que divulgó la compañía en su sitio web.
Para tener una idea de la dimensión de este emprendimiento resulta oportuno cotejar los datos con los correspondientes a las plantas de pasta de celulosa que operan en este momento en Uruguay, que tienen una capacidad de producción de 3,4 millones de toneladas anuales en el caso de UPM (1,3 millones en Fray Bentos, Río Negro y 2,1 millones en Paso de los Toros, Tacuarembó) y de 1,4 millones de toneladas anuales en el caso de Montes del Plata.
Terminal Portuaria.
Con un monto de inversión que está previsto sea de “US$ 250 millones”, Paracel tiene decidida la instalación de una terminal portuaria en Soriano, que generará una “importante” demanda en mano de obra para la construcción, señaló el intendente departamental, Guillermo Besozzi, en el programa Punto de Equilibrio, que se transmite por Carve y verdenews.com.uy.
Se refirió a algunas “novedades” sobre este proyecto porque se realizó un “llamado” a empresas interesadas en realizar las labores de “movimiento de tierra” en el predio, y complementariamente “la Intendencia de Soriano presentó un proyecto al Ministerio de Transporte y Obras Públicas”, para hacer trabajos de arreglo de la caminería rural.
Esta Intendencia debió hacer una “recategorización de la tierra” porque el predio “era rural y si era rural no se podía llevar adelante el emprendimiento”, se tuvo que “transformar” mediante un trabajo que se hizo en conjunto con Ordenamiento Territorial, comentó.
El jefe comunal se mostró optimista respecto al avance del emprendimiento en cuestión, al señalar que “esta carpeta (de este proyecto de inversión) anda muy bien” y “en dos años vamos a tener una nueva terminal portuaria” que será “la primera”.
La ubicación prevista del puerto a construir está a entre “dos a tres kilómetros de la playa de la Agraciada al norte”, donde “hay dos proyectos en marcha”, éste de Paracel y otro de la firma PTP, sostuvo Besozzi.
Y consideró que Paracel prevé producir celulosa en Paraguay, transportar la producción de la misma en barcazas hasta el nuevo puerto en Uruguay y desde allí exportar, además de embarcar otros productos desde territorio guaraní.
PTP Group, que es un holding de capitales privados que opera en servicios lógisticos en la región, solicitó la concesión de una “zona franca” en su predio para la exportación de productos, y en caso de ser otorgada la autorización sería la “primera” en Soriano, aseguró.
A partir de 2019 esa empresa tiene permiso para realizar actividades en el puerto comercial más importante de Uruguay, el de Montevideo, otorgado por la Administración Nacional de Puertos.
Esta película ya la vimos.
Además del proyecto de inversión para instalar un puerto en las costas del río Uruguay, concretamente a unos tres kilómetros de la playa de la Agraciada, donde desembarcaron los 33 Orientales, el emprendimiento de la firma sueco-paraguaya tendrá otras implicancias para Uruguay.
Eso es lo que visualizan algunos empresarios de ambos países, considerando el interés de seguir de alguna manera el modelo de desarrollo forestal y la posibilidad de captar interés de eventuales inversores uruguayos, para forestar en campos paraguayos.
De hecho, hay más de un millón de hectáreas en Paraguay que son propiedad de capitales uruguayos, principalmente en la región Occidental o Chaco de ese país.
“Imaginamos el Uruguay de hace 30 años” cuando arrancó el proceso de desarrollo de la forestación, aunque “ahora con otra tecnología, con plantas modernas”, graficó el empresario uruguayo radicado en Paraguay hace unos 25 años, Rodrigo Artagaveytia, quien es director de Everdem.
Esta firma que opera en el rubro agropecuario de ese país organizó una conferencia titulada Nuevos rumbos para la inversión en Paraguay, realizada el jueves 9 de noviembre en una de las salas del Movie Montevideo.
“La forestación (en el agro paraguayo) recién está comenzando”, hay “muchas hectáreas para plantar, por encima del millón, millón y medio de hectáreas” y algunos “hablan hasta de dos millones de hectáreas”, dijo este empresario en el programa Punto de Equilibrio, que se transmite por Carve y verdenews.com.uy.
Respecto al proyecto de Paracel y a las inversiones uruguayas en el agro guaraní, Artagaveytia sostuvo que “las oportunidades están y lo que en su momento fue la atracción por invertir en tierras y en ganadería”, luego se fue “diversificando con un aumento de la inversión en agricultura que a su vez potencia a la ganadería”, y “ahora la forestación” se presenta como un “rubro nuevo”.
Respecto al desarrollo forestal “sabemos lo que pasa”, porque “ya vimos la película acá” en Uruguay y además “Paraguay tiene potencial de producción”, por lo que “nos parecía que aquellas personas que tienen la posibilidad (de invertir) puedan ver de primera mano las oportunidades” que hay en este país de la región, comentó sobre la conferencia.
Sostuvo que en las tierras paraguayas hay un “interesante” resultado en productividad de madera para celulosa, ya que al comparar que hay índices de “28 metros cúbicos de madera en Uruguay” mientras que en Paraguay es de “35 metros cúbicos y llega hasta 50 metros cúbicos”, además hay otros factores favorables se vinculan al “costo país” y al “menor valor” de los campos agropecuarios.
“La forestación está caminando, la planta de celulosa está en proceso de construcción y la productividad está demostrada” al igual que la “competitividad” del país, por lo que se trata de un “tren que ya está marchando”, enfatizó.
Recalcó que “Paraguay es un país de oportunidades y lo seguirá siendo” en este rubro con una “enorme cantidad de hectáreas de altísima fertilidad”, que es un “león que tiene memoria” y “se va recuperando cada día más”.
Artagaveytia tiene una vasta experiencia en los negocios agropecuarios, especialmente en la captación de inversores uruguayos en la compra de tierras en el Chaco paraguayo y en el desarrollo de planes productivos en ganadería y en producción agrícola, algo que en su momento generó un boom de llegada de capitales de Uruguay en el agro guaraní.
Y actualmente con la forestación reconoció que es un “proceso similar” al que ocurrió en el campo uruguayo, desde la aprobación de la ley 15.939 a fines de 1987, que dispuso una serie de beneficios e incentivos a las plantaciones de bosques para su posterior transformación.
En esta conferencia también expuso el presidente y cofundador de Paracel, Per Olofsson, quien se refirió al potencial de crecimiento forestal paraguayo y avizoró que la celulosa pasará a ocupar el primer lugar en el podio del ranking de rubros de exportación de Paraguay en unos 10 a 15 años.
En tanto que el economista paraguayo Hugo Royg, a su turno, habló del peso proyectado que tendrá esta inversión en el Producto Interno Bruto de Paraguay y de algunos indicadores favorables como la inflación controlada y al grado inversor alcanzado por este país, entre otros factores.
Por otra parte, en 2022 Paracel firmó un contrato con el gobierno paraguayo para la instalación de una zona franca, como parte de la “inversión privada más grande de Paraguay”, de unos US$ 4.000 millones, según la empresa.
Señala que entre los principales grupos inversores de esta compañía figura Heinzel Holding, que tiene su sede en Viena y que es líder en la industria de la celulosa y el papel, con centros de producción en Austria, Alemania y Estonia, además de contar con una red de ventas global especializada en los mercados emergentes.
En el caso del grupo Zapag se trata de un conglomerado empresarial paraguayo que es líder en el sector de la distribución de combustibles, la producción de etanol, la logística fluvial y el negocio inmobiliario, indica.
El desarrollo de emprendimientos agropecuarios, industriales y logísticos derivaron en fenómenos dinámicos en la economía uruguaya, que significaron transformaciones en el paisaje rural y en la conformación de la estructura productiva.
Es por eso, que resulta probable que la apuesta forestal y celulósica en Paraguay de alguna manera busque replicar ese mismo camino, pero para eso se requerirá la superación de varias etapas y años de trabajo.
Redacción: Mauro Florentín – Nota de Revista Verde N°119