Una zafra de verano con múltiples desafíos
El economista Pablo Rosselli, director de Deloitte, dijo que se espera para la próxima zafra una producción más acorde a los promedios históricos, ya que lo que se vivió este verano fue un fenómeno climático excepcional, con una sequía enorme a la que se sumaron lluvias en el momento de la cosecha.
Asumiendo que en la próxima zafra los rendimientos sean normales, del orden de 2.400 kilos por hectárea, debería haber una recuperación fuerte de la producción, en la rentabilidad y en la economía.
De todos modos, Rosselli dijo que hay incertidumbre sobre lo que pueda ocurrir con el área sembrada, aunque estimó que bajará levemente, principalmente porque después de la zafra pasada los productores quedaron con problemas financieros importantes y será difícil conseguir crédito para repetir el área.
Sobre los costos de producción en Uruguay admitió que siguen siendo altos, y aún con un rendimiento normal, de 2.400 kilos por hectárea, la rentabilidad será ajustada. Explicó que eso se debe fundamentalmente a que casi no hay rentabilidad alguna en los demás cultivos de las rotaciones, como trigo, cebada y colza. .
Planteó que el financiamiento será un desafío y que seguramente habrá productores que tengan que negociar con sus proveedores plazos para pagar insumos que no pudieron pagar este año. «Los agricultores deberán negociar con sus proveedores financieros para tener mayores plazos y presentar garantías cuando las tengan. Se tendrá que trabajar para ir resolviendo las consecuencias que dejó esta zafra, dijo.
Agregó que las estrategias deben plantearse caso a caso, pero en general deberá ser una combinación de pedir más plazos, ofrecer más garantías, y negociar con los acreedores una salida ordenada de este problema.
«Tiene que haber una solución entre acreedores y deudores. El Banco República ya anunció que está extendiendo los plazos de pago y ampliando líneas de financiamiento, pidiendo más seguridades y garantías de los clientes. Por ahí pasa la solución posible», consideró.
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