Uruguay busca volver a producir 3 millones de toneladas de soja
El precio bajó en comparación con las dos zafras anteriores, pero los pronósticos son más favorables; hubo retrasos en las siembras
Uruguay busca volver a los 3 millones de toneladas (Mt) de soja, en un escenario de precios más tirante que el de las últimas dos zafras. Lo que resta determinar es la superficie que ocuparán soja y maíz, porque el atraso en la fecha de siembra, el alto porcentaje de resiembra y la disponibilidad de semillas motivó un pequeño pasaje de área de soja de segunda a maíz. En el este se sembró arroz en lugar de soja.
En el sector privado se esperaba un crecimiento de 10% a 15% respecto a la zafra pasada, cuando se sembraron 1,23 millones de hectáreas, según Urupov. Los ajustes por el clima marcan que el piso se ubicará en 1,25 millones de hectáreas. Las cifras oficiales indican que la superficie de soja es de 1,06 millones de hectáreas, 5% por encima de la zafra 2022-2023. Pero las cifras oficiales han sido cuestionadas, por entender que le falta un área importante de cultivos de invierno y de verano.
El maíz supera las 200.000 hectáreas, la mayor área en lo que va del siglo XXI –en la década de 1950 el cultivo superó las 300.000 hectáreas en Uruguay–. El Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca (MGAP) marca un área de 213.000 hectáreas, y en el sector privado la expectativa se acerca a 240.000 hectáreas. “Ese faltante cambia todo” en las estadísticas del sector agrícola y “puede inducir a un error hacia arriba o hacia abajo”, dijo el director de Unicampo Uruguay, Esteban Hoffmann, en Punto de equilibrio, de radio Carve.
La siembra de soja culminó un mes más tarde de la fecha límite que tienen el período óptimo en Uruguay. Esta situación fue provocada por el atraso de la cosecha de trigo y cebada a raíz de las precipitaciones. Tomás Molina, director de la empresa Agrícola TM, de Flores, dijo que en esa región las implantaciones de soja fueron “muy difíciles”, producto de las bajas temperaturas de noviembre. Las precipitaciones entre mediados de noviembre y mediados de diciembre atrasaron la cosecha de trigo y cebada, también se suma que “no teníamos la mejor calidad de la semilla por lo catastrófica” que fue la zafra pasada.
Nicolás Naredo, director de la empresa agrícola Las Lechuzas y asesor en el departamento de Durazno, señaló a VERDE que la soja de primera y la de segunda sembrada sobre colzas primaverales por la fecha en que se realizó la siembra “son los cultivos que vienen mejor”. El resto está “más desparejo”, porque “se sembró más tarde y hubo muchas resiembras”, en la medida que se normalicen las lluvias “tenderán a equilibrarse”.
Diego Guigou, gerente de producción agrícola de ADP, dijo a VERDE que el atraso en la fecha de siembra genera un menor potencial de rendimiento, por lo cual esas sojas deberían tener un potencial menor a las sembradas en fechas óptimas. Todo dependerá de la evolución del clima.
Guigou agregó que el atraso en la fecha de siembra y el alto nivel de resiembra que impactó en la disponibilidad de semillas de soja, en año que venía justo, motivó en algunos casos un pasaje de soja a maíz.
PRODUCTIVIDAD
Guigou planteó que el ciclo 2023-2024 “es distinto”. Se venía de un par de años “donde demorarse en las ventas, cómo ocurrió en el verano 2021-2022 y en el invierno 2022-2023 generaba llegar a cosecha con precios por encima de los que se marcaron en los presupuestos”. De cara al verano, si bien “una parte importante del área de soja se sembró más tarde” las perspectivas de lluvias “alientan a tener una buena productividad”, que “será la que tendrá que pagar la baja de precios de los granos, que preocupa”, acotó.
Agregó que la soja en Uruguay por debajo de los US$ 400 por tonelada “nos sube bastante el punto de equilibrio y la ecuación es bien distinta a la que teníamos con la soja a US$ 450 o US$ 460 por tonelada”. Ahora “hay que buscar los kilos que hagan esa diferencia, tampoco hay muchas variables para tocar, todo debe apuntar a que el cultivo llegue de la mejor manera y lograr capturar los kilos que faltan para sobrellevar esa diferencia en la ecuación que genera la baja de precios”, agregó.
“Si bien se toman coberturas, es difícil determinar hasta dónde podés vender para quedar cubierto, sobre todo después del verano pasado, cuando en muchos casos el productor quedó sobre vendido” explicó.
El este
En el este, una de las zonas donde se preveía un mayor crecimiento del área sojera, el clima terminó influyendo en el área final. Gustavo Ferrari, director de Las Achiras, indicó que en suelos arroceros, y en casos puntuales, se dio un pasaje de soja a arroz luego de las lluvias que incrementaron el volumen de agua en las represas. Ese fue el factor limitante para la expansión del área arrocera, que en mayoría se sembró en octubre.
Ferrari señaló que en los suelos arroceros la siembra de soja, sorgo y maíz se vio afectada por las lluvias de noviembre y diciembre. “Se estiró bastante, hubo mucha resiembra de soja y sorgo, en líneas generales se pudo completar el plan, pero hubo productores que abandonaron algunas chacras de soja”, informó.
En esa zona la ventana óptima de siembra se cierra en los primeros días de diciembre, y en muchos casos se terminó “sembrando en los primeros días de enero”. Si bien se atrasó la siembra, “el clima acompañó y viene dando una mano”, acotó.
El precio por debajo de US$ 400 por tonelada hace que la soja en el este “pierda competitividad”, advirtió Ferrari. Además el contexto de precios del arroz es “excelente” y se esperan precios históricos.
Ferrari también comentó que el arroz “viene espectacular”, que “hubo una ventana de siembra muy linda y la mayoría del área quedó sembrada en fecha óptima”, aunque se tuvo alguna chacra puntual donde “se terminó tarde”.
Ferrari se refirió al desplome de precios del maíz, por el aumento de la superficie de maíz a nivel nacional y el incremento de la oferta de granos forrajeros que dejó la zafra de invierno, fundamentalmente de cebada, al no llegar a la calidad de la industria y la exportación. A la vez, agregó que el sorgo puede tener buenos valores por la exportación a China.
Más soja en el mundo
El Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA, por sus siglas en inglés) presentó su reporte mensual y trimestral de oferta y demanda de granos, con stocks al 1º de diciembre en Estados Unidos y la revisión anual de la producción de soja y maíz en ese país.
El organismo proyectó para el ciclo 2023-2024 que la producción mundial de soja será de 398,98 Mt, frente a las 370,24 Mt del ciclo anterior. Para el USDA las existencias mundiales pasarán de 101,87 Mt en el cierre del ciclo 2022-2023 a 114,60 Mt en ciclo 2003-2024. Por el lado de la demanda, el USDA sostuvo que las compras de China, el principal importador mundial, llegarían a 102 Mt.
Una de las cifras que repercutió negativamente en el mercado de granos fue la revisión al alza de la cosecha de soja en Estados Unidos, que pasó de 112,39 Mt a 113,34 Mt, por la mejora en la estimación de los rindes que pasaron de 3.356 kilos por hectárea a 3.403 kilos por hectárea.
El USDA ajustó de 7,3 Mt a 7,19 Mt el stock inicial, y a la vez mantuvo las importaciones norteamericanas en 820.000 toneladas y la molienda en 62,60 Mt. La proyección de exportaciones de soja del país norteamericano se ubicó en 47,76 Mt, con lo cual las existencias finales “se ubicarían en 7,62 Mt, por arriba de las 6,68 Mt del reporte precedente y de las 6,61 Mt previstas por los operadores os privados”, indica el análisis de Granar.
Para Brasil el USDA redujo la producción de soja de 161 Mt a 157 Mt y mantuvo las exportaciones en 99,5 Mt. Para Argentina el USDA pasó la expectativa de cosecha de 48 Mt a 50 Mt, y mantuvo las exportaciones en 4,6 Mt. Al tiempo que subió las exportaciones de harina de soja, de 23,4 Mt a 24,40 Mt, y las de aceite de 4,4 Mt a 4,75 Mt. Por su parte, elevó la producción de Paraguay a 10,3 Mt y las exportaciones a 6,3 Mt.
Nota de Revista Verde N°112