Ganadería

Luego de los 3 millones de terneros, consideran que en el país “se debe perder el miedo a producir más”

23 de septiembre de 2020

Varios factores explican el optimismo que desde el primer eslabón de la cadena ganadera se irradia a los demás rubros del agro. En el año 2010 varias instituciones, representantes de los productores, de la industria frigorífica y de la banca privada, plantearon el desafío de producir 3 millones de terneros.  Se reconocía que era un objetivo muy difícil, pero lograble; y tras 10 años de insistencia, la cría alcanzó esa tan anhelada meta.

Proyecciones del Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca (MGAP) confirmaron que el stock bovino se ubicaría cercano a las 12,1 millones de cabezas. “Podemos decir que el stock ganadero se incrementó en aproximadamente 6%, lo que implicaría pasar de 11,4 millones a 12,1 millones de cabezas bovinas”, dijo el director del Sistema Nacional de Información Ganadera (SNIG), Gabriel Osorio.

Uno de los cálculos estima que la existencia de terneros en Uruguay es de 3,05 millones, y otro ubica la población de esa categoría en 3,1 millones. La cifra definitiva se conocerá en los próximos meses, pero no hay dudas de que se superó la barrera de 3 millones de cabezas de la categoría, “un dato histórico”, destacó.

También se detectó un aumento de las vacas de invernada y de los novillos de 1 a 2 años. El ministro Carlos María Uriarte comentó que “esta es de las noticias que nos alegran, porque es una apuesta del sector, de hace muchísimo tiempo”.

Esto se da en un escenario donde la agricultura le impone otra velocidad al negocio ganadero. En 2020, de acuerdo a varios operadores consultados, la faena de animales de corral estaría acercándose al 15% del total. Además, la interacción agrícola-ganadera está motivando un incremento del área de pasturas.

“Hoy tenemos 200.000 hectáreas adicionales de praderas y verdeos frente a lo que había hace tres años. Eso nunca antes se tuvo en Uruguay”, dijo el coordinador ganadero de Fucrea, Gonzalo Ducós.

Sostuvo que “eso es demanda de terneros y terneras, y le impone una presión alcista al mercado de la reposición”.

Perder el miedo a producir más

El subsecretario del MGAP, Ignacio Buffa, remarcó que se incrementa el stock invernable (entre 5% y 6%) y se supera la barrera de los 3 millones de terneros.

“Esperamos que en Uruguay se pierda el miedo de producir más. Hay que salir de la lógica de que producir más lleva a una reducción de precios. Que este sea el inicio para que se consoliden los canales comerciales que tenemos disponibles, y que dejemos de discutir, renovando nuestra agenda de problemas o discusiones en torno a la cadena cárnica”, planteó.

A propósito, agregó que espera que estos datos “habiliten a la consolidación de la corriente exportadora de ganado en pie, para que sea un instrumento más para el desarrollo de la cadena cárnica uruguaya, y que eso no conspire contra el desarrollo de otras lógicas comerciales”.

Consideró que “este incremento, en este momento, es muy significativo para salir de esa lógica de más producción-miedo a menos precio. Creo que esta es una muy buena noticia y genera oportunidades para todos”.

Al respecto, el productor ganadero y exindustrial, Martín Secco, expresó a VERDE que el razonamiento que sostiene que si se producen más terneros valdrán menos “está cerca de ser un delito, porque hay quienes lo dicen para que otros lo hagan, pero ellos no lo hacen. Me parece un error tremendo (…) Si alguien compra ese eslogan y lo lleva adelante, tiene la suerte contada”.

La exportación de ganado en pie

Desde el sector productor y buena parte de quienes participan en la cadena comercial se sostiene que la clave de este logro es el mercado de la exportación de ganado en pie, que permitió una salida alternativa a la producción de la cría, que le puso piso a los precios de los terneros, que luego se transfirieron a las demás categorías.

Sin embargo, desde la industria frigorífica se señalan estudios económicos que demuestran el valor que se deja de generar en el país por esa actividad.

Secco, sin embargo, destacó el impacto psicológico que genera en los productores el hecho de que esté abierto ese canal comercial, ya que eso “motiva a producir, es positivo”.

Analizó que “seguramente todo el mundo hoy está empezando a tener sus pariciones y haciendo muchas cosas para que sus animales lleguen al próximo entore en la mejor condición y que su preñez sea tan buena o mejor que la del año pasado. No sé si habrá exportación de ganado en pie en los próximos meses o el año que viene, eso lo dirá el mercado, porque al estar liberada la herramienta, si los precios dan para que eso exista, va a existir. El otro pensamiento, que también es muy difícil de comprobar, puede llevar a la gente a desmotivarse, y eso sería un error tremendo”.

Pero para Christian Angio, CEO de Goyaike, la plataforma agropecuaria del Grupo Pérez Companc –que en Uruguay opera con el Frigorífico San Jacinto, Garmet y Del Carmen–, el aumento del stock bovino en Uruguay se debe a un conjunto de factores, y planteó la necesidad de “regular” la exportación de ganado en pie.

“No digo que haya que eliminarla, pero sí regularla de alguna manera, promoviendo el valor industrial que tiene Uruguay. Hay que capturar ese valor. Muchos estudios hablan de valores muy importantes por cabeza, que promueven a toda la economía, la mano de obra, los servicios. Si todo eso estuviera un poco más regulado, impactaría positivamente en la industria, y también en los stocks, porque es ganado que se va joven”, sostuvo.

Para Angio, el aumento del stock bovino podría haber sido aún mayor si no se hubiera ido tanto ganado en pie. “Se podrían sembrar más pasturas para recriar esos terneros y transformarlos en novillos. Habría más tiempo de recría, más transformación de granos en carne, porque tendrían la opción de ir a un corral, y finalmente habría menos capacidad ociosa de la industria, para faenar esos novillos y vaquillonas, para que esa carne tenga destino en la exportación o en el abasto”, señaló.

“Para mí el aumento del stock no está directamente relacionado con la exportación de ganado en pie. Creo que es una conjunción de factores. En los últimos años también creció la posibilidad de producir ganado a pasto, a corral, de balancear mejor las actividades, porque la consecuencia de los precios bajos de la soja y del maíz hizo que defensivamente el productor se volcara más a la ganadería. Hay muchos factores; no es tan simple la relación causa-efecto”, afirmó.

Lea la nota completa en Revista Verde N° 87
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