15 Años

Período de integración productiva y empresarial con sustentabilidad

26 de abril de 2023

Ramón Erro, director de Barraca Erro y Comasa, repasó la evolución de la agricultura en los últimos años, destacando el papel de la tecnología y del sistema financiero local.

Ramón Erro, director de Barraca Erro y de Corporación de Maquinaria (Comasa), repasó los últimos años de la agricultura en Uruguay, desde el desembarco de los grandes grupos empresariales hasta la actualidad. Los modelos de gestión, seguros, avances genéticos y tecnológicos, la intensificación ganadera y el riego. Además, proyectó cómo se imagina al sector en los próximos años.

Erro comenzó recordando que en el año 2008 “se estaba registrando el desembarcó de la agricultura industrial liderada básicamente por empresas argentinas, algunas con capitales de otras partes del mundo, con eso se incrementó la superficie y se llegó a niveles récord de área, básicamente de soja”.

El empresario destacó a VERDE que “todo eso nos enseñó un modelo de gestión, que no era perfecto, porque ciertas cosas se podían hacer y otras no. Desde el gobierno se empezó a mirar con simpatía este crecimiento, con cierta idea de contralor, para que no hubiese procesos degradativos”. 

En ese sentido, recordó que Uruguay “fue tomando posiciones, como la Ley de Suelos, entre otras regulaciones, que no ha sido mala cosa. Muchos de quienes habían sido productores a fines de la década de 1990 se reconvirtieron a contratistas, y empezaron a aprender sobre un modelo de gestión que hasta ese entonces era desconocido, así lograron insertarse y se integraron empresas”.

Los modelos de gestión

Erro enfatizó que “se fue consolidando una camada de productores que se animó a competir de otra forma con esos grupos que captaban muchas hectáreas”. Estos productores hicieron acuerdos con otros que son propietarios de tierras, “apostando a la integración ganadera, con diferentes actores económicos que le fueron dando diversificación a la agricultura y a la lechería. Empezamos a ver asociaciones donde se plantaba maíz y se lo vendía a determinado precio al dueño de la tierra”, destacó.

Agregó que “empezó a haber un modelo de gestión donde, por un lado estaba la gran expansión con una estrategia de ser cada vez más grandes, a otra camada de contratistas que hacía servicios para esos grupos y otra camada de productores que fueron logrando integraciones, con tamaños mucho más pequeños pero con posiciones mucho más consolidadas, tanto en el terreno económico como desde el punto de vista de la sustentabilidad”.

Integración de la cadena cárnica

Erro recordó que en el 2008 estaba en pleno proceso toda la rotación con maíz, básicamente en los productores autóctonos, y eso trajo el crecimiento de la ganadería y la integración de la cadena cárnica, “primero con la agricultura y después dentro de sí misma”, señaló. De todos modos, sostuvo que “no ha sido fácil ni es igual a la de la agricultura, donde cada cultivo tiene una cadena integrada productivamente; en la carne creo que es un debe perfeccionarla. Pero desde esa época se ha venido integrando, con resultados que están a la vista para el país”.

Por otra parte, consideró que el productor sojero “existió muy poco tiempo. Lo que existe es un productor agropecuario, que va produciendo en diferentes rubros y en cada uno logra la mejor integración posible, hay un agroempresario”.

Sobre el modelo de gestión en la empresa agropecuaria, Erro destacó que “el productor uruguayo produce seis o siete cultivos. No creo que en el mundo haya muchos países que produzcan esta cantidad de cultivos y que a su vez ese empresario sea ganadero, lechero o arrocero. Es una diversificación interesante, con un esfuerzo y compromiso fuerte y un modelo de gestión muy comprometido. Creo que cada integrante debe cuidar el proceso”.

Planteó que en este último ejercicio hubo un primer semestre muy positivo, gracias a la gran demanda y altos precios, pero luego cayeron algunos rubros muy importantes. Pero valoró que “hubo cadenas que siguieron integradas, lo que fue muy bueno para todos”.

La tecnología

Al ser consultado sobre los hechos más relevantes de los últimos tiempos desde el punto de vista tecnológico, Erro recordó que en 2008 “ya estaba consolidada la siembra directa y la utilización de biotecnología en soja y maíz. Creo que la agricultura de precisión comienza a tomar un rol fuerte y junto con ella la agricultura por ambientes”.

“Cuando empezó el modelo de expansión agrícola no se disponía de la tecnología actual. Se empezaron a desalambrar los campos, que históricamente en Uruguay están alambrados hacia las aguadas naturales, y se empezaron a recortar y producir por capacidad productiva de los suelos. Después, con la agricultura de precisión, eso se pudo afinar, y se sumó el procesamiento de datos, ya que antes juntábamos los datos pero no se analizaban”, apuntó. 

También señaló que “los avances en maquinaria y en genética son un hecho trascendente. Y que hasta desde el punto de vista comercial y financiero hubo un cambio de visión. El sistema bancario hace al sistema agropecuario, eso lo destaco porque ha sido un sector que ha acompañado estos años, sabiendo adecuar los plazos y tasas a nivel internacional”.

Erro comentó que eso lo confirma cuando su empresa es comparada con las de otros países. “Uno habla del nivel de tasas o de plazos, la sensibilidad de crédito, y si bien faltarían cosas, es una pata importante para tener un desarrollo con el volumen que tenemos. Después, toda la intensificación ganadera y la reserva de forrajes ha sido bien fuerte”, dijo. 

Y también destacó al riego, que “viene fuerte todos estos años, creo que ha sido una gran cosa, a pesar de que este año, por ejemplo, hay fuentes de agua que no alcanzan”.

Comentó que “la intención del sector y la ejecución –en la medida en que se ha podido– de la inversión en riego o intensificación ganadera, son dos cosas que se han hecho en épocas de bonanzas, con sobrantes de caja y acceso a líneas de crédito a buen plazo y buena tasa. Muchas se han logrado efectivizar en un año como este, y otras se van a efectivizar en los próximos años, porque hay un montón de obras en ejecución”.

Erro imagina que en los próximos años el sector seguirá “en esta línea”. Consideró que “este será un año bisagra”, porque “lamentablemente habrá grandes pérdidas, y como empresario, frente a una sequía, no podés hacer mucho más de lo que se hizo. Si durante seis meses no llueve y no hay pasturas o aguadas, no hay mucho que hacer. Aunque sí vale lo que hiciste antes, en gestión o en la incorporación del riego en algún porcentaje del área”.

De todos modos, destacó que “aún en esta circunstancia el sector sigue adelante, con una situación financiera bastante acorde, tanto en agricultura como en ganadería. Los antecedentes han jugado para eso, pero también la administración, y sobre todo la estrategia”.

Señaló que en el caso del riego “el Estado tiene que involucrarse más”, consideró que “el sistema político debe mirar al riego como política de Estado, como lo fue la forestación. Tienen que ser políticas de Estado que trasciendan los gobiernos y los partidos. Eso también es responsabilidad de los actores del sector”, dijo. 

En relación a la suba de costos y otros riesgos del negocio, Erro comentó que “desde hace algunos años se viene incrementando la utilización de los seguros agrícolas. En un año como este, si bien no está el 100% del área cubierta, hay una superficie importante que si lo está, y eso marcará una diferencia”. 

Planteó que “se debe seguir trabajando en la mejora de la herramienta”, porque “es una pata muy importante y también clave para fomentar el financiamiento”. En ese contexto, también destacó la garantía SIGA, que otorga el gobierno, la que consideró como “una muy buena herramienta para acceder al crédito, con buenas tasas”.  

Nota de Revista Verde N°106 – 15 años

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