Relaciones de precios “desfavorables” en el agro “matan” la baja de costos, según Baccino
En la zona sur de Colonia y parte de San José el registro de recientes precipitaciones es más que bienvenido, considerando la necesidad de mayor humedad en los suelos y de lluvias para el desarrollo de los cultivos y las praderas, tras el “golpe tremendo” que dio la sequía en 2023 y los números “ajustados” que dejó la zafra de invierno, lo que genera un panorama “desafiante”, dijo el asesor agrícola ganadero Federico Baccino, en el programa Punto de Equilibrio en Carve y revistaverde.com.uy.
Destacó que los cultivos agrícolas están “mucho más lindos” después de las lluvias registradas en carnaval y empezaron a “compensar” y “desarrollar potencial”, además se está dando una “mejora” en los precios.
Con el valor de la soja más cercano a los US$ 400 por tonelada es “esperanzador”, pero “no va a ser la revancha” de lo que pasó el año pasado en lo agrícola, ya que “se están cosechando maíces de 8.000 a 9.000 kilos” por hectárea y “quedan US$ 100 a US$ 200 en el bolsillo”, sostuvo.
Baccino afirmó que en la ganadería sucede algo similar ya que “bajaron los costos” al “no tener que racionar, ni dar fardos, hay mucho pasto” entonces “se produce más barato” que cuando hubo sequía pero “los precios no están acompañando”.
“La reposición cara está dejando márgenes que son chiquitos pero hay optimismo en los dos rubros”, porque “el clima está dando una mano” y los precios van con una flechita hacia arriba, a ver si establecemos un nuevo orden”, dijo.
El asesor habló sobre los resultados productivos y económicos que genera la cría de vacunos, que hoy son “interesantes” y dan “estabilidad” en los sistemas ganaderos.
En contraste, la situación del recriador y el invernador es “compleja” porque tiene que salir a “reponer terneros a US$ 2,60, US$ 2,70 y hasta US$ 3” por kilo y después debe “meter un novillo para cuota a US$ 1,90”, dando como resultado un costo de US$ 500 por ternero, planteó.
Al analizar el negocio del corral, Baccino calculó que “el punto de equilibrio está sobre los US$ 4” por kilo y “la industria (frigorífica) no puede garantizar” el pago de ese precio porque los negocios en los mercados externos no le dan, por la relación entre el ganado flaco y el gordo.
La relación de precios es “tan desfavorable” que “mata hasta el beneficio de tener el maíz más barato” en años, con “un montón de cebada de ocasión” y de fibra, resaltó.
Escuche a Federico Baccino
