Brasil empezó a liquidar hembras y proyectan menos faena para 2026
El pico de precios que tuvo el ganado en 2020 y 2021 generó más inversión y retención de vientres, que repercute en un aumento en la cantidad de ganado faenado en ese país
En Brasil bajó el volumen de faena de vacunos en 2020 y 2021, en 2022 se estabilizó y “ahora volvió a crecer”, por el ciclo productivo de la ganadería, comentó a VERDE la socia fundadora de la consultora brasileña Agrifatto, Lygia Pimentel. Recordó que “faltaron” cabezas para faenar 2020 y 2021, y por eso “los precios subieron mucho”. Como consecuencia de esa situación el productor brasileño “incrementó la inversión y mantuvo las hembras” dentro de los establecimientos, indicó.
Pimentel evaluó que “ahora se siente el impacto de ese cambio que tuvo la inversión” dentro de la ganadería, porque ha provocado una “producción mayor” y está “creciendo la faena”. La proyección para 2023 es alcanzar los 39 millones de cabezas, y en 2024 llegaría a 40,5 millones de bovinos bovinos faenados, aunque “después volverá a bajar, porque se están faenando muchas hembras”, advirtió. Actualmente las hembras representan el 43% del total de la faena en Brasil.
La consultora enfatizó: “estamos liquidando la capacidad de producir terneros”, que “nos van a hacer falta en algunos meses, eso significa una baja de producción”. Si bien reconoció que esto “es una cuestión cíclica, no forma parte de una estrategia de largo plazo”. Considerando ese comportamiento de los ciclos dijo que “se puede proyectar que para 2026 habrá una menor oferta de ganado para faena”. Y agregó que “algo similar se puede proyectar para Estados Unidos, donde también hay un proceso de liquidación de hembras”.
Pimentel consideró que Brasil está viviendo “un período de incremento tecnológico muy grande, que si bien se registra en todas partes, en el caso de Brasil impacta más por tener un gran potencial productivo, que lo brinda su tamaño, su geografía y su clima”. Destacó que la ganadería brasileña “viene teniendo un desarrollo muy grande” en productividad” y ha logrado “aumentar la producción” de carne “en un área más pequeña”.
Resaltó que eso “significa eficiencia y desarrollo para la cadena de la carne vacuna” del país norteño, que en años recientes se volvió protagonista en el mercado internacional del sector, principalmente en destinos relevantes como China.
En ese contexto el rodeo vacuno brasileño alcanzó “unas 195 millones de cabezas”, pero “hay diferentes fuentes de información que indican diferentes rebaños”, dijo la socia de Agrifatto. Planteó como ejemplo una investigación brasileña que estimó en “225 millones de cabezas” el stock bovino del país, pero dijo que “en Agrifatto ajustamos ese número a la baja, porque entendemos que hay muchos errores en esa metodología”.
La analista brasileña sostuvo que la evolución del rodeo vacuno está “estable”, y que llegó a ser “más alto”, ya que “estuvo en 217 millones de cabezas”; por eso, valoró que “hoy estamos produciendo más con menos”.
Además, destacó que “tenemos una faena más eficiente. Hoy estamos faenando cerca 37 millones de cabezas (al año)”, considerando los números oficiales y la faena predial.
LAS EXPORTACIONES
Al analizar las exportaciones cárnicas brasileñas, la socia de Agrifatto recordó que en 2015 se aprobó el comercio bilateral de carne vacuna con China, y que desde 2019 –después de la peste porcina africana que mató casi la mitad del stock de cerdos de China– el gigante asiático “empezó a comprarle mucho a Brasil”.
Explicó que la producción de carne brasileña tenía “buen precio y cantidad”, entonces el mercado chino se convirtió en el “principal socio comercial” en estos últimos años. Desde 2019 hasta 2022 las exportaciones a China “crecieron mucho”, pero “en 2023 parece que se llegó a un punto de equilibrio”, afirmó.
Confirmó que ahora hay “más carne disponible en Brasil” y se registra una reducción de las ventas al exterior, que “no es grande” y se podría considerar “casi normal”. Estimó que “tal vez el año próximo vuelva a recuperarse” la exportación, pero “por ahora estamos en un período de maduración de ese comercio bilateral, después de un desarrollo increíble y extraordinario”.
Indicó que China representa el 60% del total de las exportaciones de carne vacuna de Brasil, aunque se observa una reducción cercana al 7% frente al comportamiento de 2022. Actualmente Brasil abarca entre 22% y 25% del comercio mundial de carne vacuna. El volumen total de las exportaciones cárnicas brasileñas previstas para el cierre de 2023 es de 1,97 millones de toneladas, lo que representa una “consolidación”, porque “nada crece” a tasas importantes “para siempre”, planteó.
Pimentel analizó que “crecimos mucho y nos estamos equilibrando, estamos madurando esa relación en los números actuales”, por lo que “estamos proyectando una baja de 5% en las exportaciones totales de Brasil en 2023, frente al récord exportado en 2022”. Graficó que la evolución de la producción cárnica de ese país “llegó a un techo”, porque “nada crece para siempre”.
Los principales destinos de exportaciones de carne vacuna brasileña son: China, Medio Oriente y Chile, “que es un mercado importante al igual que Estados Unidos”, apuntó Pimentel. Cabe recordar que Brasil logró reingresar al mercado estadounidense luego de varios años.
Además, señaló que “Australia tiene precios muy competitivos” en el mercado chino, debido a la liquidación del stock de vacunos en un contexto climático de El Niño, lo que afectará la producción de ese país. “Tiene más oferta para colocar en el mercado internacional, entonces genera una presión a la baja en los precios de la carne, que están un 30% por debajo del año pasado. Australia está generando una distorsión que puede estar por unos 12 meses”, advirtió.
La producción de carne vacuna en 2022 fue de 10,35 millones de toneladas, en 2023 se proyectan 10,56 millones de toneladas y para 2024 se llegaría a 10,84 millones de toneladas, acotó.
EL MERCADO INTERNO DE BRASIL
El mercado interno brasileño para la carne “pesa mucho”, porque representa entre “el 60% y el 70%” de la producción total, atendiendo a la dimensión geográfica y poblacional del país, y a la tradición del consumo de carne vacuna entre las prioridades, confirmó Pimentel.
Sin embargo, detalló que “el 78% de la población de Brasil está endeudada”, por lo que “el consumidor no está utilizando mucha carne vacuna” y la demanda está “débil”. En ese marco los precios están bajando y acomodándose a la situación económica de los consumidores. La tasa de desempleo hasta 2022 fue “muy alta, como resultado de la pandemia de Covid, lo que provocó el endeudamiento de las personas”.
LOS NÚMEROS DEL GANADERO
De acuerdo al análisis del Agrifatto, en 2022 los números del productor eran “más difíciles”, porque “los insumos estaban muy caros”. Ahora, con la caída del precio de los granos y el movimiento del dólar, “hay una mejora en los márgenes”.
De todos modos, reconoció que la situación “está difícil”, porque al haber muchos productores también existe un “alto nivel de ineficiencia”, que siente “mucho” la caída del precio del ganado.
Pimentel valoró que en el promedio del año y de los productores “hay una mejora respecto a 2022”, pero a su vez reconoció que “aún no tenemos una situación de las mejores”. Señaló que “los momentos destacados para los márgenes ganaderos se registraron en 2020 y 2021”, y que después “se ingresó a un escenario más desafiante para la rentabilidad del pecuarista”.
Hasta octubre el precio del ganado gordo en Brasil cayó cerca del 20% frente al mismo período de 2022. Pero en algunos momentos del año esa reducción llegó hasta el 30%. El ternero en Brasil muestra una reducción de casi 17% en ese período de 2023 versus 2022.
APRENDER A CONVIVIR
La analista brasileña también aludió a las políticas implementadas en ciertos mercados del mundo, debido al impacto de la producción de carne en el medio ambiente y en la sustentabilidad de los ecosistemas –entre otros factores–, que a veces representan acusaciones “injustas” pero que repercuten en una disminución de la oferta de carne vacuna de esos países, fundamentalmente europeos.
“Todo eso genera una oportunidad para que la carne brasileña siga creciendo, ganando espacios en el mercado internacional. Brasil apunta a posicionarse como un país sostenible, que hace los deberes”, acotó.
Sobre el gobierno del presidente Luiz Inácio Lula da Silva, dijo que “es más abierto y lucha mucho más” por esa agenda ESG (factores ambientales, sociales y de gobierno corporativo), que tiene un foco en el cuidado del ambiente y el cambio climático, mediante la apuesta a producciones de carne con un resultado de carbono neutro.
Reconoció que la ganadería “emite”, pero también “secuestra carbono” a través del crecimiento de las plantas, y que ese secuestro “no está siendo considerado” en los discursos internacionales.
Señaló que en Brasil hay varios trabajos de instituciones reconocidas que marcan que la producción ganadera brasileña “es sostenible”, porque se basa en sistemas pastoriles. Además “estamos produciendo más en menos superficie”, una estrategia que responde a la “presión económica y no a la presión ambiental”, sostuvo.
Agregó que el ganadero brasileño “tiene que producir más y ser más eficiente”, y que “eso se logra generando más pasto en menos área, y a la vez secuestra más carbono. Hay que salir a explicar mejor esos aspectos al mundo”, dijo.
Sobre el vínculo del gobierno brasileño con el sector agropecuario, Pimentel reconoció que “no es el mejor”, porque “hay un sector muy conservador y de derecha” y ahora el gobierno brasileño es de izquierda. “Hoy no se hablan muy bien”, pero “van a tener que aprender a convivir” en ese escenario, atendiendo a los intereses de cada una de las partes, ya que “uno no puede vivir sin el otro”, aseguró.
Otro tema de atención en Brasil es la situación sanitaria de la producción cárnica, ya que en los últimos años el país debió afrontar una serie de complicaciones por casos específicos de enfermedades que significaron la suspensión temporal de las exportaciones.
El tamaño y la diversidad de características geográficas y productivas de su territorio representan un riesgo en cuanto a la efectividad de las campañas sanitarias para atacar ciertos problemas que se generan en el rodeo vacuno.Otro aspecto que también es importante considerar que el estatus sanitario de los diferentes estados brasileños varía, y eso hace que en algunos mercados tengan diferentes condiciones de acceso.
Nota de Revista Verde N°110