Megaagro busca posicionar al lupino como el cuarto cultivo de invierno en las rotaciones agrícolas de Uruguay. En su cuarta zafra con la variedad AGT Coyote, la empresa promueve un plan que incluye exportación desde Nueva Palmira, canje de semilla por grano, adelantos y beneficios por inscripción anticipada, según explicó el gerente de ventas Santiago Raffo.
El objetivo es alcanzar 5.000 hectáreas y entre 10.000 y 12.000 toneladas, con precios en torno a los US$ 250 por tonelada. El rendimiento promedio nacional es de 2.200 kg/ha, con picos de 3.600 kg/ha. La empresa destaca los beneficios agronómicos del cultivo, como la fijación de nitrógeno y la solubilización de fósforo, así como su impacto positivo en los cultivos siguientes: la soja y el maíz produjeron entre 10% y 15% más luego del lupino.
Desde Megaagro también se subraya el diferencial ambiental del lupino uruguayo frente al australiano, por su menor huella de carbono y su origen en chacras sin deforestación. La empresa avanza en esquemas de sustentabilidad integrando este cultivo como una alternativa rentable.
En canola, Megaagro ofrece dos variedades: Floriana INTA, de alto potencial y ciclo a floración más tardío, lo que aporta estabilidad y rendimiento; y Renegade TT, resistente a triazinas, lo que permite un control más efectivo de malezas.
En forrajeras, la empresa lanzó junto a Calvase el nuevo raigrás Bar Jumbo Plus, un cultivar tetraploide de ciclo largo y mayor sanidad. A pesar de la abundancia de pasto, la demanda se mantiene dinámica, con productores que buscan genética de calidad y manejos ajustados.
Finalmente, ante el aumento de precios y escasez de fósforo soluble, Megaagro relanzó su Plan Fosforita como alternativa eficiente y sustentable. Raffo destacó su menor costo, disponibilidad estable y eficiencia agronómica, así como su aporte a la reducción de la huella de carbono en la producción agrícola.
Con un manejo adecuado, el maíz bajo riego puede alcanzar altos rendimientos en cualquier zona de Uruguay, afirmó a VERDE, Gastón Sebben, asesor técnico de Regadores Unidos del Uruguay (RUU). El riego, la fertilización y la densidad de siembra son los pilares técnicos que definen los pisos y techos productivos.
En RUU se registró un promedio de 12.000 kg/ha en la última zafra, con máximos que superaron los 16.500 kg/ha. El potencial del cultivo puede llegar a 18.000 o incluso 20.000 kg/ha, si se optimizan todos los factores de manejo. Aun en condiciones bajo riego, el agua sigue siendo el principal factor que explica la brecha productiva.
El riego debe planificarse y no verse solo como un complemento de las lluvias. RUU desarrolló una herramienta de balance hídrico que permite ajustar los riegos semanalmente, considerando consumo del cultivo, pluviometría y aplicación de agua.
Sebben explicó que la densidad óptima de siembra varía según el híbrido, y debe ir acompañada de una fertilización balanceada, especialmente en nitrógeno, fósforo, potasio, azufre y zinc. El desbalance entre población y nutrición puede afectar el rendimiento e incrementar riesgos de vuelco o quebrado.
En la zafra 2025 se esperan rendimientos superiores por condiciones climáticas favorables. Las lluvias de primavera, temperaturas moderadas y alta amplitud térmica generaron un entorno ideal. La superficie bajo riego se amplió, y hoy RUU abarca 45.000 hectáreas, con 45% destinadas a maíz (90% de primera).
El coeficiente de variación del rendimiento en maíz bajo riego es del 8%, frente a más del 30% en secano, lo que confirma que el riego no solo aumenta la productividad, sino que reduce la incertidumbre y mejora la planificación agronómica.
Con una inversión de US$ 6 millones, UTE habilitó una nueva línea eléctrica en la ruta 14 (Soriano) para fortalecer el desarrollo del riego productivo. La infraestructura, conectada desde la represa de Palmar, permite cuadruplicar la capacidad eléctrica en la zona y habilitar hasta 15.000 hectáreas nuevas de riego, con posibilidad de escalar a 60.000 hectáreas, según el técnico y exasesor de presidencia del ente, José Caram.
La obra incorpora una línea de alta tensión de 60.000 voltios, que transforma la energía para alimentar las redes locales de 15.000 voltios. Esto permite aliviar las líneas rurales tradicionales, que no estaban diseñadas para la alta demanda del riego, y mejorar la estabilidad del servicio.
El punto estratégico fue elegido con base en mapas de consumo, importaciones de equipos de riego y coordenadas geográficas de los sistemas instalados.
UTE también trabaja en una obra similar en ruta 20 (Río Negro), que se inaugurará entre setiembre y octubre de este año.
En el plano tarifario, Caram destacó que la empresa eliminó la diferencia de precios entre horarios punta y llano para los arroceros, reduciendo así los costos operativos y estabilizando el servicio. También explicó que el cargo fijo en las facturas responde al costo de mantener la infraestructura, equiparable al transporte en la cadena de distribución de combustibles.
El exasesor consideró que estas inversiones allanan el camino para un crecimiento sostenido del riego agropecuario en el país.
La crisis del agronegocio brasileño se profundizó en 2024, con 295 empresas agropecuarias ingresando en procesos de recuperación judicial, un aumento del 38,5% respecto a 2023. Según la consultora RGF & Associados, el 34% de estas firmas se dedica al cultivo de soja y el 20% a la cría de vacunos de carne.
El analista Paulo Molinari (Safras & Mercado) explicó a VERDE que esta situación se debe a un desfase entre altos costos de producción e inversiones, frente a una baja sostenida de los precios de los granos. Además, los productores enfrentan serias restricciones de crédito, pérdidas climáticas y errores en la comercialización.
Mato Grosso do Sul registró la mayor cosecha de granos de su historia, pero otras regiones sufrieron pérdidas severas. La presión por recuperar liquidez obligará a muchos productores a vender su producción en 2025, más allá de los precios.
El especialista Ismael Turbán (Sumar Agro) señaló que la crisis ha generado devoluciones de arrendamientos, una cadena de pagos comprometida y un proceso de concentración de tierras en manos de productores medianos y grandes.
Entre las empresas más impactadas figura Agrogalaxy, importante distribuidora de insumos. En contraste, grupos como SLC y Cofco están expandiéndose, aprovechando las oportunidades de la coyuntura. Cofco, por ejemplo, inaugurará una nueva terminal en el puerto de Santos, con una inversión de US$ 285 millones.
Pese al contexto adverso, se espera un crecimiento del área y la producción agropecuaria en Brasil para la zafra 2025/2026, impulsado por la necesidad de los productores de recuperar rentabilidad y liquidez.
Las solicitudes de quiebra de productores agrícolas en Estados Unidos aumentaron un 55% en 2024, interrumpiendo una racha de cuatro años a la baja y reflejando el deterioro financiero del sector. Según la American Farm Bureau Federation, los tribunales registraron 216 presentaciones bajo el Capítulo 12 de la Ley de Bancarrotas.
El repunte se da en un contexto de ingresos en baja: los ingresos por cultivos acumulan tres años de caída y las proyecciones para 2025 prevén nuevas bajas del 4% en maíz y 6% en soja. Además, los productores enfrentan menores pagos gubernamentales debido a la falta de actualización de la Ley Agrícola.
Las regiones más afectadas fueron el medio oeste (71 solicitudes, +69%) y el sudeste (62, +55%), destacándose estados como Illinois, Iowa, Georgia y Florida. California lideró con 17 quiebras, mientras que 13 estados no registraron ninguna.
También creció el endeudamiento: los préstamos agrícolas no inmobiliarios aumentaron 25%, y los costos por intereses superaron los US$ 29.500 millones. La deuda total del sector podría alcanzar los US$ 562.000 millones en 2025.
La Reserva Federal advirtió sobre un deterioro en la calidad crediticia, especialmente en el Séptimo Distrito (medio oeste), donde los préstamos en riesgo alcanzaron su nivel más alto desde 2020.
El escenario para 2025 será clave para determinar si este aumento en las bancarrotas es un hecho puntual o marca una nueva tendencia de inestabilidad en el agro estadounidense.
La empresa Greising y Elizarzú (GyE) busca posicionar la arveja como alternativa viable en las rotaciones de invierno, apostando a su mejora agronómica y potencial exportador. “Ha mejorado mucho y tiene un rendimiento distinto al de hace 12 o 15 años”, dijo Vittorio Riani, gerente comercial de la firma, destacando rendimientos de hasta 3.600 kg/ha en semilleros.
GyE promueve acuerdos con empresas del exterior para abrir mercados externos, al tiempo que impulsa ensayos piloto para facilitar el ingreso del cultivo en áreas productivas. La arveja también aporta beneficios agronómicos, como la fijación de nitrógeno.
En una jornada en Tarariras, el consultor argentino Adrián Polleti resaltó que Uruguay tiene ventajas para exportar, gracias a su sistema de rotaciones diversas y trazabilidad ambiental, valorado por mercados exigentes como Europa.
Nuevas variedades de trigo, cebada y colza.
GyE comenzará con el trigo Quiriko y sumará dos nuevas variedades: Pelícano y Sidecar, que estarán disponibles para 2026. También evaluará un trigo de ciclo corto con vista a 2027. En cebada, trabaja con Skylab, de alto potencial de rendimiento, que complementará a Attika. En colza, mantiene los híbridos invernales Nizza CL y Muzzical, y prueba tres primaverales que vienen mostrando muy buen comportamiento en ensayos
UPL, la quinta empresa química a nivel global en el rubro de fitosanitarios, apuesta por consolidarse en Uruguay. Con fuerte presencia en Paraguay y Bolivia, la compañía busca ganar terreno en el mercado uruguayo, donde participó recientemente en Agro en Punta 2025. “Queremos que los productores nos conozcan y sepan que tenemos soluciones innovadoras”, señaló Vicente Bataglia, gerente de marketing para Uruguay, Paraguay y Bolivia.
De origen indio, UPL ha crecido a través de adquisiciones estratégicas desde su fundación en 1969. Si bien no desarrolla moléculas propias, se destaca en formulación y alianzas tecnológicas. La compañía cuenta con 25 centros de I+D en todo el mundo y 47 plantas de producción y formulación distribuidas globalmente.
En la región, su llegada se produjo entre 2010 y 2012, inicialmente con Mancozeb. Hoy lidera a nivel mundial en esa molécula, y amplió su oferta con productos químicos y biosoluciones orientadas a la recuperación de suelos y bioestimulación.
En Uruguay ofrece un portafolio completo, desde tratamientos de semillas hasta poscosecha. Aunque trabaja con distribuidores, la proyección es fortalecer su presencia en el campo y ampliar su equipo local.
El foco de crecimiento está en las biosoluciones, que buscan activar procesos fisiológicos de los cultivos con productos de origen vegetal. Ya obtuvo su primer registro en Uruguay en este segmento, y espera sumar más. UPL plantea una integración entre tecnologías químicas y biológicas, priorizando la sostenibilidad y la reducción de huella ambiental.
En India lidera en el cuidado sustentable de cultivos para consumo humano. En Paraguay opera mediante distribuidores y en Bolivia con equipo propio. En Uruguay, el plan es avanzar en la misma línea, aumentando su participación en el mercado y ampliando su presencia territorial.