Sector cárnico está en un “punto de inflexión”, según informe de Ceres

By Cristina Fumero,

La cadena y el país “necesitan un impulso” y “superar los obstáculos que lo frenan es posible”, sostiene el estudio presentado en la jornada de cierre estadístico 2024 de INAC.

Uruguay se posiciona de buena forma ante una demanda global de carne que se proyecta pujante. Por un lado, porque el país produce carne de la mejor calidad a nivel global, en un entorno natural, en base a pasturas nativas, ideal para la cría de animales. Por otro, por la sostenibilidad y trazabilidad de su producción, altamente valorada por mercados exigentes, como el europeo.

Pero para dar un salto en la producción y la productividad hay que ser más competitivos. El sector cárnico en Uruguay se encuentra en un punto de inflexión, donde para superar la estabilidad se deben dar cambios que logren mejorar las expectativas de toda la cadena de valor. Para lograrlo es imperante alivianar la carga arancelaria, aprovechar los nichos de mercado con altos precios y promover mayor diferenciación y valor agregado a lo largo de la cadena productiva.

Con las señales actuales, la baja productividad seguirá conviviendo con una capacidad ociosa elevada en la fase industrial y altos aranceles que perjudican la competitividad y desincentiva aumentos de producción. El sector y el país necesitan un impulso para la actividad más tradicional de Uruguay, y superar los obstáculos que lo frenan es posible.

Así lo sostiene un un informe especial titulado Estado actual, impacto y potencial del sector cárnico del Uruguay, elaborado por el Centro de Estudios de la Realidad Económica y Social (Ceres) y presentado en el marco del cierre estadístico 2024 del Instituto Nacional de Carnes (INAC). 

En ese documento también se destaca el impacto económico y social de la cadena, y plantea los desafíos necesarios para superar el “estancamiento productivo” que atraviesa el sector desde hace años, garantizando la sostenibilidad y competitividad en el mercado global.

El informe fue presentado por el director ejecutivo de Ceres, Ignacio Munyo, y por el coordinador de investigación de dicho centro, Martín Alesina. El estudio muestra la estabilidad en indicadores clave del sector como el stock bovino, que se estabilizó en 11,3 millones de cabezas, y la faena, que anualmente se ubica alrededor de 2,4 millones de cabezas de la especie bovina. 

Entre los factores que explican este concepto de estancamiento se encuentran la elevada carga arancelaria efectiva en mercados clave y la necesidad de mejoras en eficiencia productiva, tecnología, inserción externa y logística. Y se enfatizó que sin estas transformaciones Uruguay no logrará un crecimiento significativo, sobre todo al tener competidores con acuerdos comerciales más favorables y menores costos de transporte.

El sector cárnico emplea directamente a cerca de 90.000 personas y tiene un impacto significativo en la economía. Su impacto directo y todos los encadenamientos que genera en diferentes sectores (impacto indirecto) supera el 10% del Producto Bruto Interno (PBI). En tanto, su aporte impositivo –analizado por impuesto y por fase en el estudio– totaliza casi US$ 700 millones al año entre impuestos directos e indirectos.

El informe destaca que un crecimiento del 20% en la producción podría generar un aumento del 1,5% en el PBI y la creación de unos 3.000 empleos adicionales. Experiencias como la cuota 481 han demostrado que, ante señales claras de demanda, el sector puede responder con incrementos en la producción.

Con una parición récord de más de 3 millones de terneros proyectada para 2025, Uruguay tiene la oportunidad de superar los desafíos actuales y consolidar su posición en los mercados de alto valor.

Nota de Revista Verde N°119

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Mario Sampaolesi: “Uruguay tiene ventajas respecto a otros países en deforestación y sustentabilidad”

By Cristina Fumero,

Afirmó que crear un sello de soja con la marca país “es un anhelo”, pero “todos debemos estar convencidos”; y opinó que “se debe seguir trabajando en la apertura de nuevos mercados”.

La producción agrícola en Uruguay “tiene ventajas respecto a otros países de la región en materia de deforestación y sustentabilidad”, afirmó el director comercial de LDC en Uruguay, Mario Sampaolesi. En entrevista con VERDE, el ejecutivo sostuvo que el país “tiene una gran posibilidad de destacarse, y es una ventaja cuando miramos la escala”, ya que “las cosas se están haciendo bien y de manera ordenada”. Consideró que en el actual gobierno el Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca (MGAP) propuso “acciones, ideas y proyectos a los que debemos darles continuidad”. 

Dijo que crear un sello de soja con la marca Uruguay “es un anhelo”, porque “favorecería a todos y nos permitiría trabajar mucho mejor que otros países de la región”, pero para ello “todos debemos estar convencidos”. 

Señaló que Argentina “ha liderado la región”, porque “se preparó para aplicar el esquema EUDR de Europa” e incluso ya exportó con certificaciones que cumplen con la normativa que iba a entrar en vigor en enero de 2025. 

Por otra parte, descartó que el ferrocarril sea una solución viable para movilizar granos en Uruguay, por escala y kilómetros recorridos. A la vez, planteó mejorar el sistema de documentación del transporte de granos, porque “para implementar esquemas sustentables es fundamental tener trazabilidad de los productos”. Agregó que “esto implica conocer el origen, el destino y disponer de información básica de cada chacra”.

También resaltó que el trabajo conjunto con el fondo ADQ “ha sido excelente” y marcó que la estrategia apunta a sumar servicios. 

¿Cómo se observa el escenario para el negocio agrícola?

Estamos en un momento de precios más tirantes y con costos que no han terminado de corregirse. Esto presenta desafíos para toda la cadena, pero no son nuevos, el sector tiene sus ciclos. Creemos que el área de soja se mantendrá, a pesar de los números del cultivo. Confiamos en que Uruguay continuará produciendo 3 millones de toneladas de soja, y ese debería ser el piso. El área de maíz lamentablemente ha disminuido, por la mala experiencia de la zafra anterior, por el clima y por la chicharrita. 

¿Cuáles pueden ser las oportunidades de construir margen en este escenario?

Tenemos precios en baja, valores de los insumos que se sostienen, y un contexto mundial que no deja de mostrar balances de oferta y demanda holgados. Hay buenas producciones de soja y de maíz en ambos hemisferios, el balance está bien sustentado. Los vaivenes de los mercados están más relacionados con los conflictos bélicos y con la relación entre Estados Unidos y China, a partir del gobierno de Donald Trump. El productor está apuntando a tener un manejo del cultivo lo más eficiente posible, y tratando de optimizar recursos, lo que incluye una buena adquisición de insumos hasta el manejo de la logística, tanto porteras adentro como hacia afuera. Y tratando de llegar a una cosecha con un mercado que quizás pueda tener mejores opciones de las que hoy se tiene, con una soja 2025 en torno a US$ 350 por tonelada.

En este escenario de stocks holgados, ¿salir con volúmenes pequeños como los de Uruguay es una ventaja o una desventaja?

Hoy lo veo como una ventaja. Uruguay nos da la posibilidad de ofrecer origen argentino-uruguayo. En varias oportunidades nos permite capturar ese valor de poder cargar en Argentina y en Uruguay para llegar a los mercados externos. En un mercado con exceso de oferta se debe trabajar en identificar a qué destinos llegamos y a cuáles queremos llegar. En soja tenemos un destino bien definido, que es China. Seguramente Europa sea un mercado, con su demanda que incluye el esquema de productos libres de deforestación (EUDR, por su sigla en inglés), que se postergó 12 meses, al que vamos a tener que prestarle atención. 

¿La sustentabilidad es una oportunidad?

Sí, sin dudas. Uruguay ya juega ese partido en otros segmentos, como la ganadería. En el negocio agrícola tenemos experiencia con la colza. En LDC este año lo estamos trabajando con la camelina, que se exportará a Europa con trazabilidad. Debemos considerar que la producción de soja y otros cultivos tiene ventajas respecto a otros países de la región en materia de deforestación y sustentabilidad. Uruguay tiene una gran posibilidad de destacarse, y es una ventaja cuando miramos la escala. Las cosas se están haciendo bien y de manera ordenada. Es un esfuerzo que se debe llevar adelante con una combinación de acciones públicas y privadas. Estamos frente a un cambio de gobierno, que ojalá acompañe todas estas iniciativas, porque permiten posicionar de manera diferente a la oferta uruguaya en manos de la demanda.

¿Hay que acelerar esos procesos?

Pienso que sí. El gobierno ha avanzado en el MGAP con algunas acciones, ideas y proyectos a los que debemos darles continuidad y acelerar. En LDC estamos transitando desde hace varios años en ese sentido, convencidos de que la transformación del mundo va en esa dirección y no podemos quedarnos afuera. Cada año vemos que tenemos mejor calidad y que la demanda viene a buscar el producto uruguayo. Sin embargo, creo que también debemos estar preparados para cuando la demanda requiera ese sello de sustentabilidad. 

¿Para soja se puede generar un sello o una marca Uruguay?

Es un anhelo. Creo que favorecería a todos y nos permitiría trabajar mucho mejor que otros países de la región, pero todos debemos estar convencidos. Es algo que debemos pensar como país, como cadena, y generar un modelo. Si eso no sucede, debemos seguir trabajando desde cada empresa para convencer. Lo importante es explicarles a todos los que participan en este negocio las ventajas de trabajar en la sustentabilidad, en agricultura regenerativa. 

¿Ya hay procesos como estos en marcha?

Sí, Argentina ha liderado la región. Se preparó para aplicar el esquema EUDR y ya exportó a Europa. LDC fue uno de los pioneros, cuando hace más de 10 años comenzó con los programas biodiesel bajo estándares de la Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos (EPA, por su sigla en inglés), continuó con certificaciones 2Bsvs para Europa, y está desarrollando proyectos de agricultura regenerativa. 

Uruguay se tiene que mover rápido, porque los competidores juegan fuerte.

Sí, Paraguay también está comenzando a hacer su trabajo, y no podemos quedarnos atrás. Argentina y Paraguay, a diferencia de Uruguay, tienen molienda que generan subproductos para comercializar, donde el aceite termina siendo procesado como biodiesel en los lugares de destino. Uruguay no tiene industria, tiene que buscar la certificación de la materia prima, que terminará procesándose fuera del país. Hay que estar preparados, porque las exigencias de los mercados donde operamos pueden cambiar, y también para conquistar nuevos destinos. 

¿Argentina se puede consolidar como mercado para la soja uruguaya?

A fines del año comercial de la soja, cuando el mercado chino se paralizó, Uruguay exportó soja para ser molida en Argentina. La industria argentina tiene capacidad ociosa.

¿Es competitiva la soja uruguaya allí?

Es competitiva fuera de zafra, al salir de las ventanas de cosecha; pensamos en abastecer la molienda a partir de agosto. Uruguay comienza a ser competitivo y puede ser una alternativa, como lo fue este año. También hay que considerar que el productor argentino fue vendiendo lo justo y necesario, esperando que las fichas se acomoden. Argentina está cambiando, y si se normaliza, enfrentaremos otro escenario con más oferta local. Si el productor argentino logra consolidar su negocio con la generación de producción y venta, la industria podrá captar durante más tiempo la materia prima que necesita para procesar. Argentina no aumentará su producción hasta el nivel de capacidad que tiene la industria, pero el escenario puede ser distinto al observado en los últimos años.  

¿Qué se puede hacer en Uruguay para mejorar la competitividad?

Se debe seguir trabajando en la apertura de nuevos mercados. Nuestro principal comprador de trigo es Brasil, sin embargo en el último año aparecieron nuevos compradores que identifican la calidad, más allá del efecto año, como un buen atributo de nuestro trigo. Este es un trabajo para el área comercial, que debe explorar esas alternativas. También hay que analizar y sumar cultivos en chacras que hoy quedan sin sembrar en invierno. Debemos buscar oportunidades de mejora y crecimiento para cultivos como colza, cuya área sembrada ha disminuido. Es importante ofrecer continuidad y negocios para lograr cierta estabilidad del área y que no se reduzca drásticamente cuando el precio baje. Camelina es un cultivo prometedor, carinata es otro, y se deben analizar oportunidades para retomar cultivos como el girasol y el sorgo. Se debe pensar en diversificar y ampliar la gama de productos para darle mayor volumen a Uruguay.

¿Y desde el punto de vista logístico?

Uruguay presenta un buen desarrollo de rutas, también hay proyectos en marcha para mejorar algunas conexiones mediante puentes, como el del río San Salvador (en Dolores, Soriano). Todas las mejoras en rutas y en la afluencia de la mercadería a los puertos son bienvenidas. El dragado del puerto de Montevideo a 14 metros previsto para 2025 contribuirá significativamente. No creo que el ferrocarril sea una solución viable para movilizar granos en Uruguay, debido a cuestiones de escala y kilómetros. 

¿Bitrenes y tritrenes?

Son una opción a considerar. Asimismo, es necesario mejorar el sistema de documentación del transporte de granos. Para implementar esquemas sustentables es fundamental tener trazabilidad de los productos. Esto implica conocer el origen, el destino y disponer de información básica de cada chacra.

¿Una guía como la que se utiliza para mover el ganado?

Hoy funciona bien con un remito, pero se puede pensar en un documento de transporte digital, en una carta de porte, como se utiliza en Argentina, donde todos analicemos qué datos queremos tener ahí. Eso facilitaría mucho la trazabilidad. Además, observo una falta de estadísticas detalladas. Sería útil mapear la producción y calidad por zona, algo que beneficiaría a todos los actores del sector. 

¿Qué balance se hace del proyecto de camelina en su primer año?

Es muy positivo. Estamos terminando la zafra con rendimientos que están levemente por encima de lo estimado en el lanzamiento. Este año sembramos cerca de 4.500 hectáreas, con una excelente labor de los productores, del área técnica y del equipo de recepción y almacenamiento. Una vez finalizada la cosecha, en el primer trimestre de 2025 comenzaremos con el proceso de molienda. Firmamos un contrato de façon con Cousa, a donde remitiremos la materia prima para procesar y obtener los subproductos. El aceite será exportado bajo esquemas de sustentabilidad, mientras que la harina se destinará al mercado doméstico, como una nueva alternativa para raciones.

¿Qué deja el programa de camelina?

Además de la experiencia local, con más de 50 productores que participaron del plan piloto, deja valiosos aprendizajes para crecer en el futuro. Planeamos duplicar o triplicar el área sembrada. Es esencial realizar un balance con los productores. Estas mejoras podrían incluir el análisis de las fechas de siembra, porque este año el exceso de lluvias generó retrasos, lo que afectó los tiempos de cosecha. Una de las ventajas del programa de camelina es su entrega temprana para la siembra de segunda. La cosecha que se levantó en diciembre debería realizarse idealmente a fines de noviembre. 

¿La idea es seguir creciendo en área?

Sí, queremos replicar el éxito que tuvimos en Argentina. No sería descabellado pensar en un programa que supere las 10.000 hectáreas en la próxima siembra.

¿Cómo ha impactado el ingreso del fondo soberano ADQ de Abu Dabi a LDC?

El trabajo conjunto durante los últimos tres años fue excelente. Los objetivos planteados a mediano y largo plazo son ambiciosos. LDC busca incrementar el valor de la compañía a 2030, logrando resultados económicos superiores a los que se alcanzan actualmente. A nivel global el plan de inversiones es muy fuerte. En Uruguay este año adquirimos un nuevo acopio en Nueva Palmira y la empresa llegó a tres plantas propias en el país. Esta estrategia de largo plazo impulsa una transformación para una nueva LDC, enfocada no solo en el negocio tradicional, sino también en ampliar la actividad a nuevos negocios, adaptándonos a las nuevas demandas. Se han realizado inversiones en Estados Unidos, Canadá, China, Argentina y Uruguay. 

¿Cómo impacta todo eso en el productor y/o acopiador local?

El foco siempre ha estado en el cliente, pero en este proceso de cambios estamos trabajando para brindar más servicios a productores, acopiadores, distribuidores y proveedores. Ofrecemos una amplia gama de productos y servicios en distintas áreas, y apostamos por la transformación digital. Recientemente lanzamos MiLDC, un nuevo portal en simultáneo para Argentina y Uruguay, una herramienta que ayuda a los productores a gestionar mejor su negocio. El desafío es identificar las necesidades del cliente y satisfacerlas mediante productos y servicios específicos.

TARJETA PERSONAL

Mario Sampaolesi es el head de Originación de Cereales y Oleaginosas de LDC en Uruguay. Es argentino e ingresó a LDC en 2001. Trabajó en el área comercial, en Rosario y Buenos Aires. En 2024 se mudó a Uruguay para liderar el equipo comercial, que incluye la originación, acopios e insumos. Es licenciado en Comercio Internacional por la Universidad Abierta Interamericana, y está casado con Vanesa, con quien tiene dos hijos: Renata y Mateo.

Nota de Revista Verde N°119 – Sección Al Grano

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Tafirel anunció su Misión comercial China y Sudeste Asiático 2025

By Cristina Fumero,

La empresa de fitosanitarios pretende que sus técnicos, clientes y productores conozcan a sus proveedores, y el desarrollo tecnológico y económico que ha tenido esa región.

La Misión comercial China y Sudeste Asiático 2025 es una propuesta que impulsa la empresa Tafirel, en conjunto con Barraca Erro, para que sus clientes conozcan a sus proveedores, además de la geografía, cultura, crecimiento económico y desarrollo industrial de esta región del mundo. “Estamos muy contentos con esta misión comercial que estamos lanzando”, comentó a VERDE el gerente comercial de la empresa, Juan Bonilla. 

Recordó que en 2013 “iniciamos estas misiones comerciales de Tafirel, en conjunto con el equipo de Barraca Erro, para conocer de dónde provienen nuestros productos, dónde se fabrican, y desmitificar el origen chino que hubo en su momento”. Explicó que se buscó mostrar que hay todo un equipo que trabaja en el desarrollo de nuevas soluciones para los productores (I+D), fábricas con altos niveles de tecnología, que buscan nuevas oportunidades.  

Comentó que aquella primera misión “fue un tremendo suceso” y se repitió en 2015, porque “mucha gente quiso ir”. Destacó que en ese lapso de solo dos años “vimos un cambio tremendo”. Describió que en 2013 “estuvimos en fábricas que eran un poco más antiguas, con mucha gente, con mucha mano de obra, y en 2015 ya eran fábricas tecnificadas, con traslados hacia polos productivos”. 

También señaló que en regiones en las que en 2013 “no veíamos nada más que campo y casas precarias, en 2015 había nuevas construcciones, autopistas, edificios, con mucha tecnología”. Por lo tanto, consideró que en 2025 el cambio será aún más importante e impactante. “Por eso, a 10 años de aquella última misión, decidimos volver a China, pero con un plus, incorporando nuevos destinos: Filipinas e Indonesia”, comentó.

El viaje se realizará en la primera quincena de junio. El ejecutivo informó que en China “vamos a hacer foco en Shanghái, y desde ahí vamos a hacer recorridas por diferentes provincias, para visitar proveedores de las principales fábricas con las que trabajamos, que nos proveen de las nuevas moléculas, de productos nuevos. Visitaremos también la capital del país, Beijing, y otras provincias como Hubei, donde se encuentran localizados grandes centros industriales”. 

Bonilla dijo que más del 90% de los productos que ofrece Tafirel son de origen chino. En el mercado uruguayo de fitosanitarios las importaciones provenientes de este destino son mayores al 70%, sumando los productos formulados y materias primas activas. 

“Queremos que nuestros clientes conozcan a nuestros proveedores, de dónde vienen los productos que utilizan, que vean que son empresas que tienen todo un desarrollo, una investigación, con laboratorios e instituciones asociadas, que cada fábrica tiene un know how, algo que después se vuelca al mercado uruguayo y la región”, planteó. 

La misión se hará en conjunto con Tafirel Paraguay, y la delegación incluirá a técnicos, productores y distribuidores de ambos países. “La recorrida por las provincias será para conocer la cultura del país. Los proveedores nos llevarán a recorrer sitios característicos de cada región de China”, dijo Bonilla. 

Filipinas

El motivo de la visita a Filipinas es que está ocurriendo “un traslado de proveedores” hacia ese país del Sudeste Asiático y, por lo tanto, “puede ser un nuevo proveedor de fitosanitarios” para Uruguay, Paraguay, y la región.

“Somos una empresa abierta y tratamos de darles oportunidades a nuestros clientes. Buscamos que conozcan hacia dónde va el futuro, de nuestro rubro y el futuro en general”, afirmó Bonilla. 

Indonesia

Sobre las razones que los llevaron a incluir a Indonesia como destino de esta misión, respondió que ese país “será una potencia de consumo, ya lo estamos viendo en algunos anuncios del Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca (MGAP) sobre la apertura de mercados en esos países del Sudeste Asiático”. 

Informó que en Indonesia la misión terminará en un foro de negocios, donde “la idea es intercambiar sobre oportunidades de negocios con empresarios locales”. 

“Queremos plantearles qué hay, qué se consume, qué oportunidades ven y qué provee el país”, dijo Bonilla. Además, destacó el apoyo de las embajadas y consulados de Uruguay en esa región del mundo, que han contribuido a la búsqueda de nuevas oportunidades. 

Esto también se vio reflejado en el lanzamiento de esta misión, donde participaron autoridades como el ministro de Ganadería, Agricultura y Pesca, Fernando Mattos; el embajador de la República Popular China en Uruguay, Huang Yazhong; integrantes de la Cámara de Comercio Uruguay China; y autoridades de la Agencia de Promoción de Inversiones de la Comuna Canaria, representadas por Adrián Míguez y su equipo.

Integrantes de Tafirel, por su actividad, “constantemente están viajando a estos países, a ver oportunidades”, destacó Bonilla. Y esta será una instancia más para avanzar en ese sentido. 

El gerente comercial de Tafirel informó que de este viaje participarán más de 40 personas y se están ajustando los últimos detalles vinculados con documentaciones y fechas. “Tendremos un número alto de participantes. Esta será de las principales misiones comerciales privadas que se van a hacer, por la numerosa delegación y por estar representados rubros de gran importancia para Uruguay y Paraguay”, sostuvo Bonilla.

Nota de Revista Verde N°119

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El caso Carrefour reveló el peso de Brasil y calentó la previa del acuerdo

By Cristina Fumero,

El presidente brasileño, Luis Inácio Lula da Silva, afirmó que “si los franceses no quieren el acuerdo, ellos no deciden más nada, quien decide es la Comisión Europea”.

En 2024 varias carreteras y ciudades de Francia rugieron con fuerza los motores de decenas de tractores y camiones durante las multitudinarias protestas de agricultores, en rechazo a la firma de un acuerdo comercial entre la Unión Europea (UE) y el Mercosur.

El enojo y el descontento de los productores agropecuarios fueron en aumento por esos días y le metieron presión al gobierno del presidente francés Emmanuel Macron y a las grandes compañías de alimentos europeas, para que adoptaran medidas concretas en contra de ese inminente tratado.

Y el estruendo de los motores causó efecto en las más altas esferas de la política francesa y del empresariado de Europa, específicamente de compañías que operan a nivel mundial y que tienen fuerte presencia en países de Sudamérica.

La desesperación y las disculpas

Fue así que la reconocida empresa Carrefour, de origen francés, que es propietaria de cientos de supermercados en Brasil y en Argentina, cayó en este enfrentamiento por el acuerdo comercial entre el Mercosur y la UE.

El CEO (gerente general) del grupo Carrefour, Alexandre Bompard, en una nota dirigida a la Federación Nacional de Sindicatos de Agricultores de Francia, que publicó a fines de noviembre en su cuenta de X, afirmó: “en toda Francia escuchamos la desesperación y la indignación de los agricultores ante el proyecto de acuerdo de libre comercio entre la UE y el Mercosur, y el riesgo de inundar el mercado francés con carne que no responde a sus exigencias y normas”.

La publicación continuó: “Carrefour quiere actuar junto al sector agrícola y hoy se compromete a no vender carne procedente del Mercosur”.

“Esperamos inspirar a otros actores del sector agroalimentario e impulsar un movimiento de solidaridad más amplio”, sostuvo.

Y arengó a otros sectores al hacer un “llamamiento especial a los actores de los restaurantes fuera de casa, que representan más del 30% del consumo de carne en Francia –pero donde el 60% es importado– a que se sumen a este compromiso”.

Las reacciones a estos comentarios no se hicieron esperar de este lado del océano Atlántico, principalmente en Brasil, donde el sector ganadero y cárnico respondió con acciones tajantes que le sacudieron el piso a este grupo francés, ya que resolvieron dejar de proveer de carne a sus supermercados.

Los gigantes grupos brasileños que lideran en el mundo de las carnes, como JBS, Marfrig y Minerva, interrumpieron el suministro de productos y en las góndolas de los locales de Carrefour y otros comercios que opera la misma firma se notó la falta de reposición de estos artículos, según informó en su momento la prensa del país sudamericano. Y ante el impacto negativo provocado por esta movida de los intereses brasileños y la probable agudización del problema, la compañía francesa se vio obligada a rehacer su estrategia y a pedir disculpas en Brasil.

La carga se hizo más pesada aún para esta compañía francesa cuando el gobierno del presidente Luis Inácio Lula da Silva se expresó al respecto. El ministro brasileño de Agricultura, Carlos Favaro, apoyó la medida adoptada por los frigoríficos de su país, dijo que estaba “feliz” por esta postura y consideró que si las empresas brasileñas (de la carne) no pueden proveer a Carrefour en Francia, tampoco van a proveer a Carrefour en Brasil.

“No somos colonia de franceses”, advirtió Favaro, según publicó Globo Rural el 23 de noviembre. Tres días después llegó una carta del CEO de la firma francesa dirigida al gobierno brasileño para hacer formal sus disculpas por la “confusión” generada respecto a la determinación de dejar de vender carne de Brasil en sus locales en Francia. “Si la comunicación de Carrefour Francia generó confusión y puede haber sido interpretada como un cuestionamiento a nuestra asociación con la agricultura brasileña y como una crítica a la misma, pedimos disculpas”, señaló en la misiva a Favaro.

Aclaró que Brasil produce carne de “alta calidad” y respeta las normas y el sabor, a diferencia de lo que sostuvo en la nota de apoyo a los agricultores franceses.

Sobre el abastecimiento de carne para los supermercados en Francia, Bompard afirmó que el grupo ya compra “casi toda la carne” a los ganaderos de su país. “Así lo seguiremos haciendo. La decisión no tuvo como objetivo cambiar las reglas de un mercado ampliamente estructurado en sus cadenas de abastecimiento locales”, indicó en la carta.

Repudio de rurales

La Federación de Asociaciones Rurales del Mercosur (FARM), integrada por entidades de productores de Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Colombia, Uruguay y Paraguay, expresó en un comunicado su “total desacuerdo y repudio” a la decisión anunciada por el director general de Carrefour, Alexandre Bompard, de suspender la compra de carne del Mercosur.

“Esta actitud arbitraria, proteccionista y equivocada perjudica al bloque e ignora los estándares de sostenibilidad, calidad y cumplimiento que caracterizan la producción agrícola en sus países miembros”, sostuvo.

Afirmó que la carne del Mercosur se produce bajo “estrictos estándares socioambientales y sanitarios, en línea con los más exigentes estándares internacionales”.

Tras enfatizar que el “Mercosur es líder mundial en prácticas de sostenibilidad en el sector agrícola”, la FARM cuestionó que la decisión de Carrefour “ataca injustamente la reputación de miles de productores rurales comprometidos con la seguridad alimentaria y la preservación del medio ambiente”.

“Aunque las decisiones comerciales son competencia interna de las empresas, la postura pública del director general de Carrefour, al transformar una política de compras en un escenario de cuestionamientos infundados, va más allá de los límites aceptables”, criticó.

Interpretó que “esta no es una decisión aislada, sino un ataque directo a la credibilidad y la contribución del sector agrícola del Mercosur a la seguridad alimentaria mundial”.

En 2023 los países del Mercosur produjeron 38 millones de toneladas de carne, entre vacuno, porcino y aves, de las cuales exportaron 11 millones, indicó.

Y advirtió que los productores rurales de la FARM y sus entidades representadas “no aceptarán ataques injustificados y se reservan el derecho de reaccionar con firmeza”, ya sea “por medios económicos o institucionales, para proteger la imagen y los intereses del sector agrícola en sus países”.

Acuerdo en Montevideo

En ese contexto, el presidente brasileño dijo a la prensa que “si los franceses no quieren el acuerdo, ellos no deciden más nada, quien decide es la Comisión Europea (CE)”.

“(La presidenta de la CE) Ursula von der Leyen tiene la potestad para sellar ese acuerdo y yo pretendo firmarlo incluso este año”, declaró el mandatario norteño, en tono desafiante y de cara a lo que se venía en diciembre.

Luego de las disculpas de Carrefour y de esta antesala caldeada, el viernes 6 de diciembre, en el marco de la Cumbre de Presidentes de Estados Parte del Mercosur y Estados Asociados realizada en Montevideo, se suscribió un acuerdo de asociación entre el Mercosur y la UE, tras 25 años de idas y vueltas en las negociaciones.

Para esta ocasión, y como una señal política, llegó a la capital uruguaya la presidenta Von der Leyen, quien declaró que el acuerdo es “una victoria para Europa”. Sostuvo que “es un día verdaderamente histórico (porque) estamos reforzando nuestra asociación como nunca antes y al hacerlo estamos enviando un mensaje claro y poderoso al mundo”, .

Con esta confirmación de la apuesta a terminar de sellar un acuerdo de libre comercio entre ambos bloques, Brasil demostró el protagonismo y la potencia que representa en el concierto internacional, al ganarle la pulseada a los intereses franceses.

Pero la victoria en esta batalla todavía no significa que el acuerdo está asegurado, ya que ahora falta que sea tratado en el Parlamento Europeo, entre otras instancias, en las cuales Francia intentará jugar sus últimas cartas sobre la mesa.

Los beneficios para el agro uruguayo

Para Uruguay el acuerdo comercial entre el Mercosur y la Unión Europea (UE) supondrá un incremento de la capacidad exportadora a ese mercado, debido a que alrededor del “70% de los aranceles del bloque europeo serán eliminados en forma inmediata” con su entrada en vigor, al tiempo que “la totalidad de las exportaciones de Uruguay a esa región obtendrá beneficios comerciales”.

Así lo destacó la Presidencia de la República en un comunicado divulgado el 6 de diciembre, basándose en informaciones del Ministerio de Relaciones Exteriores referidas al tratado suscrito entre las partes.

En 2023 la UE fue el tercer destino de exportación de Uruguay, representando el 17% del total colocado por el país. El acuerdo otorgará al Mercosur una “cuota de 99.000 toneladas para el ingreso de carne bovina” al mercado europeo, así como una “cuota de 60.000 toneladas para el arroz”, esta última “sin arancel intracuota”, valoró. Y acotó que se acordaron “importantes beneficios concretos” para tops de lana, miel, cebada y cítricos.

Entre los nuevos temas que se incorporaron al acuerdo, el gobierno resaltó la adopción de un protocolo adicional de cooperación, un nuevo anexo en materia de comercio y desarrollo sostenible, y un “mecanismo de reequilibrio de concesiones que será una herramienta efectiva para enfrentar desafíos derivados de su implementación”.

Redacción: Mauro Florentín – Nota de Revista Verde N°119

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Angus propuso analizar los desafíos y oportunidades del sector cárnico

By Cristina Fumero,

Representantes de los productores, de la investigación y de la industria frigorífica destacaron los atributos del producto uruguayo para diferenciarse en los mercados.

Uruguay “ya está preparado culturalmente” para vender productos sostenibles, aseguró el presidente de la comisión de Carne Angus y expresidente de la Sociedad de Criadores de Aberdeen Angus del Uruguay (Scaau), Diego Oribe. El productor mencionó las nuevas demandas ambientales y las oportunidades que estas presentan.

Recordó que la Ley de Suelos es de 1982, la ley de protección del bosque nativo de 1988 y la prohibición de promotores de crecimiento de 1962, y resaltó que estas leyes “forman parte de la historia uruguaya en protección ambiental, para la producción sostenible, antecedentes que son una ventaja frente a los competidores”.

“Está la oportunidad de lograr que esa cadena se diferencie, más allá del producto”, afirmó. Y también destacó el valor de comunicar estos logros desde una perspectiva comercial. “Uruguay lo ha hecho por convicción, por filosofía, por una producción sostenible, pero falta darle un toque comercial”, sostuvo Oribe en la conferencia virtual titulada Nuevos atributos de la cadena cárnica, desafíos y oportunidades.

En ese marco, el presidente de la Scaau, Juan Pablo Pérez Frontini, destacó que la raza cuenta con “más de 400 certificados emitidos a más de 31 países”. Las certificaciones y la diferenciación de la industria nacional fueron temas clave.

Los participantes subrayaron la relación de la cadena productiva con las instituciones, lo que permite a Uruguay desarrollar esfuerzos conjuntos en calidad, trazabilidad, manutención y búsqueda de mercados. “Pero todo empieza porteras adentro”, afirmó el director del Frigorífico Pando, Eduardo Urgal.

“Se deberían construir relaciones de largo plazo con clientes estructurales, que marquen la diferencia con los vecinos”, planteó Eduardo Urgal.

Un ejemplo de resiliencia de la cadena e instituciones fue “la amenaza de barrera arancelaria de la Unión Europea”, señaló el director del Frigorífico San Jacinto, Martín Secco. “El país tiene conducta de resolver temas propios” ante estas imposiciones, dijo el industrial que tiene amplia trayectoria en el rubro.

Urgal advirtió que “el comercio internacional de la carne confluye a un precio internacional” casi como un commodity. Uruguay “antes gozaba de privilegios de acceso” que ahora “empieza a perder”, planteó. Y señaló que el país “le sacó ventaja a Argentina porque tenía una definición clara de a dónde iba”, y aprovechó progresivamente este cupo arancelario hasta convertirse en “el principal proveedor de la cuota 481”.

31 son los países que reciben carne certificada por la Sociedad de Criadores de Aberdeen Angus del Uruguay

Cuota 481

La cuota 481 (HQB) “revolucionó al mercado uruguayo como nada en los últimos 20 años”, afirmó Urgal, y destacó que la colocación de carne diferencial permite mantener escala. Sostuvo que “es difícil que los mercados compradores reconozcan un precio diferencial por calidad si el producto no está disponible”. Secco destacó cómo la cuota fue un ejemplo de “previsibilidad” en el mercado, lo que permitió seguridad al productor y acceso a mercados estratégicos. Esto se logró gracias a la fortaleza institucional de Uruguay, que “dio el diferencial”.

Más mercados y certificaciones

El director de Frigorífico San Jacinto advirtió que “un mercado que hoy puede parecer sin importancia mañana puede ser la estrella”. Señaló que “tener todos los mercados posibles abiertos para el país es fundamental” y requiere estrategia. Como ejemplo, mencionó que Arabia Saudita, al que consideró que “será un mercado clave”.

El ejecutivo –exCEO de Marfrig Global Foods– explicó que “cuando en las economías mundiales suceden cosas imprevistas y mercados importantes dejan de demandar, necesitamos la alternativa de otro mercado importante”.

“La certificación del producto cárnico es una garantía para el consumidor”, aseguró. Estas certificaciones varían según el mercado. “En algunos países tienen un fundamento religioso, en otros no son relevantes, pero en algunos casos se convierten en una barrera”, dijo Secco.

Por eso, enfatizó que abordar estas diferencias “es crucial”, y sostuvo que “no podemos decirle que no a un mercado o a otro; siempre es importante”.

Urgal afirmó que “los nuevos atributos que ganan relevancia, en Uruguay son los viejos atributos que formaron a la cadena en nuestro país”. Consideró que “el camino es largo” y pidió evitar decisiones de corto plazo en función de mejoras “de moda”, inestables en el mercado.

“Se trata de definir qué somos y hacia dónde vamos”, sostuvo. Y planteó que “se deberían construir relaciones de largo plazo con clientes estructurales, que marquen la diferencia con los vecinos”, algo que “lleva años”.

Marmoreo

Uno de los atributos a apostar es el marbling o marmoleo, planteó Urgal. Refiere a la proporción de grasa intramuscular de la carne. Su desarrollo requiere años de genética y manejo adecuado, especialmente en los últimos meses de invernada, previo a la faena.

El programa de mejora genética de la Scaau, con más de 30 años, trabaja en investigación y desarrollo con el Instituto Nacional de Carnes (INAC), el Instituto Nacional de Investigación Agropecuaria (INIA) y la Agencia Nacional de Investigación e Innovación (ANII). Un esfuerzo que se realiza en diálogo con el Poder Ejecutivo y con la industria.
Urgal destacó que el rol de INAC ha evolucionado hacia el comercio, lo que facilita colocar productos innovadores. Este ecosistema, afirmó, “es envidia de los países vecinos”.

La marca Uruguay “actúa como un paraguas para todos” y tiene una “excelente interacción”, planteó Secco. Algo en lo que Urgal coincidió, y además destacó que “Uruguay hace muchas cosas buenas y produce alimentos con atributos que el mundo desarrollado busca”, aunque “no le sacamos todo el jugo que podríamos”, consideró.

Siendo el Mercosur un marco ineludible para negociar, “la pelea es compleja”, dijo. “Damos fe de que muchos intentos se hacen”, pero si bien “en Uruguay hacemos todo perfectamente bien, caemos en la misma bolsa de nuestros vecinos y no logramos diferenciarnos, al menos en extensiones arancelarias”, lamentó.

Baethgen criticó narrativa de “países del norte” sobre emisiones de la ganadería

El vicepresidente del Instituto Nacional de Investigación Agropecuaria (INIA), Walter Baethgen, criticó la narrativa “de los países del norte” que responsabilizan a la ganadería por las emisiones de gases de efecto invernadero. El investigador del Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático (IPCC, por su sigla en inglés), participó de la conferencia virtual titulada Nuevos atributos de la cadena cárnica, desafíos y oportunidades, organizada por la Sociedad de Criadores de Aberdeen Angus del Uruguay (Scaau).

Allí señaló que hay miles de millones de personas desnutridas en el mundo, con países donde se consumen menos de 10 kilos de carne per cápita al año, y calificó el llamado a comer menos carne como “una irresponsabilidad absoluta”.

Baethgen enfatizó que la carne “es uno de los alimentos con mayor densidad de nutrientes disponibles”. Y también señaló que hay una relación directa entre el ingreso per cápita y el consumo de carnes a nivel internacional. “Cuando un país subdesarrollado empieza a desarrollarse cambia la dieta y aumenta el consumo de carnes”, señaló.

El científico destacó que finalmente se está coordinando la agenda global de cambio climático con la agenda de alimentación.
Por otra parte, dijo que a estos países “lo primero que les importó fue medir las emisiones de gases de efecto invernadero”, entonces ”veamos de dónde vienen”. Señaló que “casi el 75% de las emisiones provienen de la quema de combustibles fósiles”. Afirmó que las emisiones de las vacas de todo el mundo suman 6% del total de los gases de efecto invernadero, menos de lo que emiten las minas de carbón y los pozos de petróleo.

Planteó que “no nos distraigamos”, y destacó que hay inversores dispuestos a premiar a los países que cumplen los compromisos ambientales como el Acuerdo de París.

Recordó una publicación de Bill Gates promovía reducir el consumo de carne vacuna para combatir el cambio climático y la posterior invitación del actual ministro de Ganadería, Agricultura y Pesca, Fernando Mattos –en ese entonces presidente del INAC– a la Fundación Gates para que visite Uruguay y conozca su sistema ganadero. “Resultó en una fascinación por la ganadería sostenible uruguaya”, destacó.

Ese acercamiento derivó en la creación del Observatorio de Ganadería Sostenible, financiado por Gates y establecido en Uruguay. El vicepresidente de INIA lamentó que Uruguay “no promociona” su situación como ejemplo de producción sostenible. “No entiendo cómo no salimos con esto estampado en una remera”, afirmó Baethgen.

El investigador enumeró los desafíos que detecta para la ganadería uruguaya. El primero es que cada vez más gente vive en ciudades, lejos de donde se producen los alimentos, y eso genera mucha desinformación sobre la producción, y hay que educarlos.

El segundo es que en el mundo se habla de “el sistema de producción ganadera”, pero hay diferentes tipos de producción, por eso “es fundamental diferenciar”, y “para certificar de forma robusta hay que medir”, planteó.

Nota de Revista Verde N°119

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Los granos entre la geopolítica y los stocks

By Cristina Fumero,

Los precios agrícolas sienten el incremento de la oferta global, la incertidumbre la aportan los conflictos bélicos y comerciales.

Los desafíos que el mercado de granos plantea para 2025 son disímiles. Algunos sabidos, otros más impredecibles, y la volatilidad pareciera ser una variable muy protagonista a lo largo de este nuevo año. Hablar de variaciones de precios puede resultar un poco “aterrador” en un primer momento, pero al ver los actuales valores también puede ser una buena oportunidad, dijo a VERDE, el ingeniero agrónomo Diego de la Puente, director de la consultora Nóvitas.

 “Luego de una cosecha prácticamente récord en Estados Unidos y con un clima en Sudamérica que –hasta el momento– no ha mostrado mayores sobresaltos, los fundamentos de la oferta parecen inclinar la balanza del lado bajista, sobre todo en el mercado de la soja, que podría experimentar niveles de stocks nunca antes vistos, en la medida que la cosecha en nuestra región continúe por la senda que viene”, acotó.

En ese contexto, consideró que la victoria de Donald Trump en las elecciones estadounidenses el pasado mes de noviembre “es uno de esos factores imponderables”. Si bien va por su segundo mandato y hay circunstancias que “no serán una sorpresa”, estará asumiendo el próximo 20 de enero “con un mundo muy diferente al que le tocó lidiar en su primera gestión”, puntualizó. 

Pandemia de por medio, la situación geopolítica marcada por los conflictos bélicos entre Rusia y Ucrania, también en Medio Oriente y problemas económicos en diferentes regiones del mundo, agregó el analista. 

De la Puente enfatizó que la administración de la “cosa” pública no puede permitir errores, “sobre todo teniendo en cuenta que la pelea de fondo todavía sigue siendo una puja por el liderazgo mundial entre Estados Unidos y China”. Trump empezó, ya antes de asumir, con su derrotero por los medios y redes sociales explicando qué ocurrirá con sus políticas económicas, comerciales y sociales. Entre las muchas definiciones de Trump, “una de las más importantes” fue advertir a los países miembros que conforman los Brics (Brasil, Rusia, China, India y Sudáfrica) que desistan sobre la idea de crear una moneda común para realizar transacciones internacionales. Y que, en caso de continuar con esta especulación, podría imponer aranceles del 100% a los productos que Estados Unidos importa de los países miembro. “Hasta aquí nada diferente a lo que nos tiene acostumbrados Trump. El problema podría suscitarse si los países miembros de los Brics tomaran una determinación semejante”, razonó el director de Nóvitas. 

En tanto, el análisis de la ingeniera agrónoma Catalina Rava, técnica de la Oficina de Programación y Política Agropecuaria (Opypa) del Ministerio de Ganadería Agricultura y Pesca (MGAP), publicado en el Anuario de dicha unidad del MGAP considera que el escenario de precios de la soja para el año 2025 “se presenta bajista”. La producción mundial sería “récord”, ya que por primera vez estaría por encima de los 400 millones de toneladas (Mt)”, señaló. De concretarse “la oferta exportable prevista para el Cono Sur, las cotizaciones de la oleaginosa continuarán debilitadas”, estimó.

A la vez, señaló que “la coyuntura macroeconómica global parecería haber retornado a condiciones de normalidad y estabilidad, con cadenas de suministros que permiten satisfacer la demanda y habilitan la baja de las tasas de interés en las principales economías del mundo, elevando la liquidez en el mercado internacional de dólares, lo que contribuiría a sostener o evitar una mayor caída de los precios agrícolas”. Asimismo, “los diversos conflictos geopolíticos, los disturbios sociales y las políticas comerciales unilaterales, así como los desastres naturales a consecuencia del cambio climático, imprimen incertidumbre a los mercados”, agregó el análisis.

LOS MÁRGENES

El MGAP, a través de Opypa, informó que las exportaciones de soja en 2024 totalizaron US$ 1.200 millones, y ese fue el segundo mayor registro en los últimos 10 años para el sector. A la vez, proyecta que, con rendimientos similares a los de la zafra pasada y precios en torno a los US$ 335 por tonelada, las exportaciones totalizarían unos US$ 800 millones. En cuanto a los márgenes para el productor, el MGAP estima un leve descenso en los costos y marca un resultado antes de renta (ingresos brutos menos costos) “apenas positivo, en torno a US$ 50 por hectárea”. 

El rendimiento de equilibrio para la soja de primera “se eleva a 2.200 kilos por hectárea (kg/ha), por lo cual no habría margen de obtener resultados positivos en caso de que el clima no acompañe”. La situación “es más compleja en los productores arrendatarios, ya que su rinde de equilibrio asciende a 3.200 kg/ha”, advierte el informe. Asimismo, “los márgenes ajustados podrían dejar fuera del negocio aquellos productores que deban trasladar el grano largas distancias”, resalta el MGAP.

En trigo “los resultados económicos del agricultor serían positivos por quinto año consecutivo, aunque limitados”, sostiene el documento. Pese a una leve baja en el precio de los fertilizantes y fitosanitarios, la caída del precio del grano repercute directamente en un rinde de equilibrio superior a los 4.000 kg/ha. 

“Si bien los márgenes promedio (ingresos brutos menos costos sin renta) serían positivos, estos se situarían por debajo de US$ 80 por hectárea, siendo negativos para los productores arrendatarios”, indica en anuario de Opypa. 

A la vez, con un avance de cosecha del 50%, el MGAP proyectó un rinde promedio de 4.200 kg/ha (fue de 5.037 kg/ha en 2023) y una producción país que se acercaría a 1,5 Mt, que surge de una superficie de 340.000 hectáreas frente a las 350.000 hectáreas de la zafra 2023-2024, según el balance de Opypa. 

La actividad comercial en el mercado doméstico en 2024-2025 registra precios de US$ 195 a US$ 200 por tonelada. La recta final de la cosecha de trigo se vio interrumpida por lluvias, y en algunas zonas impactó en la productividad y en los niveles de peso hectolítrico. 

Para cebada el MGAP proyectó –con un avance de cosecha similar al del trigo– una productividad promedio de 4.300 kg/ha, en el nivel promedio de las últimas cinco zafras. 

En tanto, según Opypa, “el rendimiento de equilibrio se situaría en 3.800 kg/ha y sería el séptimo año consecutivo con márgenes positivos para el productor, luego de la zafra 2017-2018”. A pesar de ello, “los US$ 82 por hectárea configuran un margen 31% menor que el obtenido en la zafra”.

Para el resto de los cultivos no hay información oficial sobre el comportamiento de los márgenes. Sin embargo, la guía de costos de la cooperativa Sofoval, elaborada a fines de noviembre, marca que para la soja a un precio de US$ 362 por tonelada, y tres escenarios productivos, con un rinde de 1.500 kilos por hectárea, el margen es “negativo” en US$ 50 por hectárea; con un rinde de 1.800 kilos el margen pasa a US$ 39; y con un rendimiento de 2.000 kilos aumenta a US$ 100 por hectárea, sin contemplar el costo de la tierra. 

El “rinde de equilibrio” para los tres casos mencionados varía “entre 1.640 kg/ha y 1.730 kg/ha”. Los costos analizados se limitan a insumos, labores, logística y seguros.

En el caso del girasol de segunda, y considerando los “premios por (contenido de) aceite”, a un precio de US$ 512 por tonelada, para los rindes de 1.500, 1.800 y 2.000 kg/ha, el margen estimado es de US$ 130, US$ 262 y US$ 350, respectivamente, y el “rinde de equilibrio” varía entre 1.250 y 1.320 kg/ha.

En maíz de segunda Sofoval estimó que, con un precio de US$ 200 por tonelada y rindes previstos de 4.500, 5.500 y 7.000 kg/ha, el margen es de US$ 2, US$ 180 y US$ 425 por hectárea respectivamente; con rindes de equilibrio que van de 4.500 a 4.900 kg/ha.

LA EXPORTACIÓN DE GRANOS

Las exportaciones de soja sumaron 2,8 Mt y el precio promedio fue de US$ 430 por tonelada (FOB), US$ 100 por debajo de los US$ 534 por tonelada obtenidos en el año anterior. A pesar de ello, “continúa siendo un precio elevado comparado con el promedio de US$ 350 por tonelada (FOB) registrados en las zafras 2019-2020 y 2020-2021”, informó el MGAP.

China mantiene un claro predominio como destino, incrementando su participación a 85% del volumen total de soja exportado (versus 65% en el ciclo comercial anterior). Por tercer año consecutivo Argentina se encuentra como destino de la soja uruguaya, incrementando su participación a 9% de las ventas totales. En promedio, entre agosto y octubre, Uruguay realizó envíos mensuales de 85.000 toneladas en promedio. El tercer destino fue Egipto, que si bien en 2021 adquirió un 38% de las ventas, equivalente a 670.000 toneladas, ahora mantiene una reducida participación de 4% del total, con tan solo 100.000 toneladas. 

Los operadores uruguayos informaron que Egipto continúa siendo una alternativa interesante para soja y, si bien la dificultad podría estar en menores requerimientos de humedad, es un destino donde el país compite bien en proteína y no debe cumplir con las exigencias establecidas en el protocolo fitosanitario que rige con China. 

La participación de Europa como destino de las exportaciones de soja uruguaya ha sido variable en los últimos cinco años, desde 0,5% a 17% en 2019.

En tanto, en el período de noviembre de 2023 a octubre de 2024 las exportaciones de trigo llegaron a 1,5 Mt y totalizaron US$ 351 millones, el mayor registro desde el ciclo 2013-2014. El volumen exportado fue el doble del año anterior y el más alto de los últimos 12 años. En la zafra 2023-2024, la exportación representó en 84% del volumen producido. El precio medio de las exportaciones presentó una retracción de 27% respecto al mismo período del año anterior, ubicándose en US$ 238 por tonelada (FOB), según el MGAP.

El trigo uruguayo diversificó sus destinos durante el último ciclo comercial, Brasil representó el 55%, Chile 12%, Angola 8%, Bangladesh 7%, Kenia 6% y 2% Madagascar, Colombia, Mauritania, Vietnam y Argelia, entre otros mercados.

La cosecha de soja y el nivel de humedad

Las normas comerciales son dinámicas y “actualmente el parámetro de humedad en soja está siendo revisado. Tanto China como Brasil estarían proponiendo reducir el porcentaje de humedad de 14% a 13% en el grano de soja a comercializar (revisión de la norma Anec 41)”, señala la Oficina de Programación y Política Agropecuaria (Opypa). 

A la vez, marca que uno de los desafíos del sector agrícola “pasa por sumar nuevos mercados en un mundo sumamente abastecido”. Señala que desde el MGAP “se trabaja en la agenda defensiva, con el objetivo de mantener los mercados ya habilitados ante crecientes exigencias sanitarias y fitosanitarias; y en la agenda ofensiva, con el objetivo de abrir nuevos mercados”. 

En el complejo oleaginoso se abrió China para la soja no transgénica y en ese destino se busca la apertura de la harina de soja, harina de colza y grano de colza. “Seguir cumpliendo los requisitos de los mercados sobre malezas cuarentenarias, residuos de agroquímicos, genética y parámetros de calidad (principalmente en proteína de soja) para poder acceder a todos los mercados hoy habilitados sigue siendo un desafío”, confirmó Opypa. 

En noviembre de 2023 la Unión Europea anunció, tras estimar que el nivel de riesgo no justifica su prohibición, la renovación del glifosato por 10 años, pero con algunas salvaguardas, como la prohibición de su uso para desecación.

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Riego en Uruguay se destaca frente a los demás países de Latinoamérica

By Cristina Fumero,

En Valley creen que el mercado “recién está empezando” y estiman que hay unos 900 pivotes en el país, con potencial para llegar a unos 3.500 dentro de cinco o seis años.

Uruguay “es uno de los países de Latinoamérica donde más creció el riego”, destacó a VERDE el gerente general de ventas de Valley para Latinoamérica, Dimas Rodriguez. El ejecutivo sostuvo que al compararlo con Chile, Perú, Colombia y México, “Uruguay creció mucho”. Entre los principales factores que impulsaron esta tecnología, señaló “los incentivos” de la Comap (Comisión de Aplicación de la Ley de Inversiones), “el coraje del productor” y “su avidez por nuevas tecnologías”, así como los precios de las commodities, que “les han permitido a los productores realizar estas inversiones para capitalizar una mayor productividad”. 

Rodriguez comentó que en Valley “consideramos que el mercado uruguayo recién está empezando, estimamos que hay unos 900 pivotes en el país, y tiene potencial para llegar a unos 3.500 en cinco o seis años”. 

Comentó que si bien Chile actualmente tiene unos 2.000 pivotes instalados, “es un mercado que empezó primero y ya está más maduro”. Por eso, insistió en que Uruguay “tiene un potencial gigante para seguir avanzando”. 

Dijo que en Uruguay “hay muchos pivotes móviles, pero cerca del 60% son fijos, porque el móvil requiere de más mano de obra, infraestructura, mientras que el fijo es más eficiente para la telemetría, el comando a distancia, porque se puede monitorear”. 

Si bien expresó que prefiere los pivotes fijos, señaló que un proyecto de riego es como “un traje a medida”. Si en la visita al campo los técnicos “diagnostican que para el productor, su manejo, su rotación, es mejor un pivot móvil se lo vamos a indicar, y si es un fijo o un frontal también se lo vamos a decir”. Agregó que “eso depende mucho de la realidad del productor”, y que “el distribuidor está preparado para hacerle la mejor sugerencia”. 

Destacó que Valley está impulsando la tecnología en sus productos con tres objetivos: maximizar los recursos naturales, disminuir el costo operativo y aportarle más rentabilidad a los productores. Afirmó que “todos los esfuerzos e inversiones son hechos para que la tecnología pueda ayudar al productor”. 

También destacó que hay herramientas que ayudan al productor en la toma de decisiones de riego. “Cuando hablamos de disminuir costos operativos nos referimos a utilizar mejor el agua, la energía, regar en el momento y la cantidad correcta. Hay herramientas tecnológicas como la telemetría, hacemos un pronóstico de riego para los próximos cuatro o cinco días, estimando la cantidad de agua que hay que utilizar, haciendo un análisis de 50 variables relacionadas con el cultivo, el clima y el suelo. Valley puede indicar exactamente la cantidad de agua a utilizar. Con eso el productor puede bajar costos operativos, de mano de obra, de energía y de la propia agua”, destacó.    

Y explicó que el productor incorpora esta tecnología con el soporte del distribuidor local. “La idea no es solo vender el pivot, sino que el productor sepa cómo utilizarlo”, dijo. 

Rodriguez, quien es de origen brasileño, aunque su cargo no contempla las operaciones de Brasil y Argentina, recordó que en la década de 1980 en Brasil “pasaron cosas que ayudaron a que se desarrolle el riego: la regulación ambiental, la industria –que sigue pujante– y el coraje del productor”. Consideró que “esos mismos puntos pueden impulsar el desarrollo del riego en Uruguay”, además del trabajo conjunto de todas las marcas de equipos de riego, que incentivan su adopción, así como lo han hecho las marcas de maquinaria, de semillas y de otras tecnologías”.

Valley en Latinoamérica y el futuro

Rodriguez destacó que Valley “es la empresa que más distribuidores tiene en Latinoamérica”, y además “están altamente tecnificados”. Además remarcó la calidad del producto, que es “otro diferencial”, desde “los materiales hasta la aplicación de agua variable, la telemetría, el diagnóstico de riego, la inteligencia artificial aplicada con cámaras en pivotes y la aplicación de fertirriego”. 

Consultado sobre el futuro de la tecnología, respondió que “quizás sea un pivote autónomo”. Planteó que un pivot “está los 365 días del año en el mismo lugar, mientras que todos los demás equipos de un establecimiento se mueven”. Entonces, “un pivot con inteligencia artificial puede funcionar como escáner, donde acumula conocimiento de suelo, del cultivo, del clima, plagas y enfermedades; y en la medida que acumula esa información se vuelve capaz de tomar decisiones”, explicó. 

Consideró que el pivot del futuro será “un equipo autónomo, que aprenderá en algunos ciclos y después influirá en las decisiones de riego, aplicación de fertirriego o alertar al productor sobre alguna enfermedad o plaga”.

Nota de Revista Verde N°118

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