La Chocleada: una actividad solidaria que contagia las ganas de ayudar

Comenzó hace 14 años en Young, y también se realiza en Montevideo; en dos hectáreas 350 voluntarios cosecharon 100.000 choclos, para elaborar 40.000 platos de comida
Hace 14 años el productor argentino Billy Battro, radicado en Uruguay, realizó la primera Chocleada en Young, Río Negro. La actividad consiste en una parcela de maíz que se cosecha a mano por voluntarios, y esa producción es donada a centros benéficos. Tres años después la actividad también se comenzó a realizar en Montevideo, con una gran participación de centros educativos públicos y privados, así como empresas, que se suman a colaborar; en la reciente edición participaron más de 350 voluntarios, que cosecharon 100.000 choclos, que significan 40.000 platos de comida.
“Todo esto nos llena el alma, nos llena el corazón, y queremos contagiar, que la gente se dé cuenta que dedicarle un día de nuestra vida a pensar un poquito en los otros, en los que más necesitan, no nos cuesta nada. Y con un granito de arena de cada uno es imponente lo que podemos hacer”, dijo Battro a VERDE.
La Chocleada surgió como idea de su amigo Sebastián Deym, en la crisis de comienzos de los 2000, y Battro puso a disposición parte de una chacra que tenía a 10 kilómetros de Young.
“Dos meses antes empezamos a ir con Belén, mi hija, a escuelas públicas y privadas, y les decíamos a los chicos que traten de ver qué necesidades habían en el pueblo. Y ellos mismos fueron quienes decidieron ayudar al Centro Esperanza, que estaba en un lugar apretado, chiquitito, alquilado. Y esto motivó a que un particular done un terreno, otro puso plata para la obra. Juntamos un montón de plata, que fue el flujo que tenían para poder crecer con el Centro Esperanza”, recordó.
En esta edición de la Chocleada, en Montevideo, se ayudó a los barrios Aeroparque y Colonia Nicolich. “Participó la escuela de Villa Tato, ahí tenemos huerta, hacemos cosas en el Caíf. O sea, con muy poquito que cada uno ponga, es un montón lo que se hace. Y aparte, uno cuando hace el bien y da una mano se siente mucho mejor. Desprendámonos de tanto trabajo y obligaciones, y animémonos a hacer cosas distintas, como esta”, expresó el agricultor.
Los propietarios del barrio privado La Tahona cedieron el predio donde se hace la Chocleada, la empresa Woslen se encargó de sembrar, otras empresas aportaron servicios de maquinaria. “Cada uno puso su granito de arena y así sembramos estas 2 hectáreas; o sea, con dos bolsas de semilla de maíz que nos donaron, hicimos 100.000 choclos y 40.000 platos de comida”, destacó.
El pasado 29 de abril también se hizo una Chocleada en la Colonia Berro, donde los menores privados de libertad se encargaron de cosechar y entregar esos choclos a los centros beneficiarios. “Hasta quienes están privados de libertad pueden dar una mano en la sociedad”, destacó Battro.
Banco de Alimentos
Battro también fue el fundador del Banco de Alimentos en Uruguay, institución que ya tiene 12 años, y que el año pasado entregó 600.000 kilos de comida por todo el Uruguay. El Banco de Alimentos está en casi todos los departamentos, con importante presencia en Montevideo y Canelones. “Entregamos todos los días alimentos que está próximo a vencerse y las empresas los donan, y otras empresas donan alimentos no perecederos”, explicó.
Actualmente son 250 los centros beneficiarios a los que asiste el Banco de Alimentos, que cuenta con un centro de logística en la ruta 101. Quienes estén interesados en participar deberán entrar a bancodealimentos.org.uy y llenar una planilla con sus datos para que los integrantes de la organización puedan contactarse.
Harina y polenta
El Banco de Alimentos realizó un convenio con la Asociación Agropecuaria de Dolores y Molino Dolores, que donan trigo y lo procesan para entregar harina a la organización. También se hizo un acuerdo con Cargill, que establece que por cada tonelada de maíz que dona un productor, la empresa aporta otra, duplicando la contribución. Ese maíz será procesado por Puritas, que realizará polenta, para que el Banco de Alimentos pueda mejorar su canasta.
“Antes cosechábamos 3.500 kilos de maíz por hectárea, ahora sacamos 5.000 kilos. Donar 500 kilos, o 300 kilos, no nos cambia en nada; no va a afectar el margen de la empresa que donemos un poquito”, explicó Battro.
Una vida solidaria
El empresario comentó que entre los 18 y 23 años estuvo muy enfermo, le sacaron dos tumores de la cabeza y le realizaron tratamientos de quimioterapia, incluso tuvo que atenderse en Estados Unidos. “Eso me marcó. Valoré el vivir día a día y no estar tan enfocado en el éxito. Eso me ayudó a ver a quienes tenemos a nuestro alrededor, qué necesidades tienen, y no andar solamente en la burbuja de nuestra familia, amigos y trabajo”, expresó. “Dando uno se siente mucho mejor y está más feliz. Esto contagia alegría. Hay que contagiar, y la forma de contagiar es haciendo”, finalizó.
Nota de Revista Verde N°121