Agricultura

El PBI agropecuario tiene potencial para crecer en US$ 1.800 millones

12 de junio de 2025

Se alcanzaría si Uruguay explotara todos sus recursos al máximo, señaló el consultor Diego Varalla, director de Apeo; planteó que se puede marcar 75% o 78% de terneros

El producto bruto agropecuario de Uruguay aumentaría de US$ 4.800 millones a US$ 6.600 millones si se explotaran todos sus recursos al máximo en forestación, agricultura y pasturas, señaló el consultor Diego Varalla, director de Apeo, aunque admitió que esos máximos difícilmente se puedan lograr. 

Durante su participación en la jornada Angus Day, organizada por la Sociedad de Criadores de Aberdeen Angus del Uruguay el lunes 17 de marzo, explicó que este potencial del uso del suelo se desprende de un análisis estático, donde las relaciones de precios no cambian. 

Destacó que Uruguay tiene potencial agroecológico para crecer en agricultura, pasturas y forestación, que son los rubros que generan más producto bruto por hectárea respecto a un sistema ganadero tradicional, sobre campo natural. “Así como en 1970 parecía inviable tener la superficie de pasturas, agricultura y árboles que tenemos hoy, en 2025 podemos pensar en que tenemos ese potencial para crecer y podemos llegar. Lentamente Uruguay viene transitando el camino de la intensificación de sus recursos”, valoró.

Ganadería

Uruguay produce 88 kilos de carne por hectárea en promedio, y aplicando las tecnologías actuales, sin modificar el uso del suelo, puede llegar a 108 kilos por hectárea, que significa un aumento del 22%, afirmó Varalla. Y planteó que aumentando los niveles de producción “hay lugar para todos”, en referencia a la exportación en pie, a la faena, a la agricultura y a la forestación.

También afirmó que en Uruguay se puede marcar 75% o 78% de terneros, que son los niveles que alcanzan las empresas que integran la Federación Uruguaya de Grupos Crea (Furea). Aseguró que en Uruguay “hacer las cosas bien paga”, y que hay una transferencia de precios “casi perfecta” entre los diferentes eslabones de la cadena cárnica. 

El ingeniero agrónomo recordó que desde 1995 el peso promedio de las vacas en Uruguay aumentó de 400 a 465 kilos. En aquel entonces había una gran variabilidad en las preñeces pero, a partir de la habilitación de la exportación de ganado en pie y con la adopción de tecnologías como el destete precoz y el destete temporario, el porcentaje de marcación creció y luego se estabilizó en 67%.

También señaló que hace 20 años los fenómenos climáticos afectaban mucho más el resultado de las preñeces, y valoró que subieron los mínimos de marcación. 

Relaciones de precios

Varalla graficó el equilibrio de las relaciones de precios al señalar que el valor que recibe el productor por el ganado gordo está apenas US$ 0,03 por kilo por debajo del que debería y, por lo tanto, lo consideró “genuino”. Así como el ternero, que está US$ 0,07 arriba de su relación con el novillo gordo. “Está apenas inflado, considerando la coyuntura de abundancia de pasto”, dijo. También analizó que el escenario de precios marca que los criadores deberían ir absorbiendo los campos de los invernadores ineficientes. 

Agregó que “es súper seguro” tener 30% o 40% del área con pasturas mejoradas en Uruguay, y afirmó que “los precios no te van a hacer echar para atrás”. Analizó que por esa razón aumentó el área de pasturas en el país, porque “el productor es inteligente”. 

Las variables de mayor impacto

Varalla se refirió a cinco variables que considera como las de mayor impacto en la cría. La primera es tener más vacas de cría por hectárea; la segunda es que al criador “lo que le mueve la aguja es la cantidad de kilos de vaca que vende”; en tercer lugar se refirió al porcentaje de marcación; en cuarto lugar al precio del ternero; y como quinto punto indicó el precio de la ternera.

Sobre el primer punto, valoró que el número de vacas entoradas por hectárea creció, a pesar de que el sector perdió un área importante frente a la forestación y a la agricultura. Señaló que hoy se entoran 0,34 vacas por hectárea, cuando hace 20 años eran 0,20 vacas por hectárea.

A propósito del segundo ítem, dijo que “hay que estar más contento porque la vaca vale US$ 2 que porque el ternero vale US$ 3,15”. Explicó que el 59% de los kilos que vende un sistema criador con 80% de preñez corresponde a vacas y, por lo tanto, “cuanto más sube el precio de la vaca, más impacta en el sistema criador”, remarcó. 

Salida de machos del sistema

El 57% de los machos que salen del sistema ganadero se va a faena, 20% a corrales, 20% para la exportación en pie y 7% muere en el predio. En total son 1,5 millones de cabezas. 

En los últimos años se encontraron oferta y demanda, con 2,8 millones de terneros, obteniéndose 67% de marcación con 4,2 millones de vacas de cría. Varalla analizó que si la marcación fuera del 75% se necesitarían 3,75 millones de vacas de cría.

Los activos y su valorización

El 75% del activo de una empresa ganadera es la tierra, el 20% la hacienda y 5% el capital efectivo para funcionar. El valor de la tierra se compone del mercado y también por el valor operativo. En los últimos 10 años la valorización de la tierra fue 0%, y esto hace que el resultado operativo sea importante. Pero también señaló que en los últimos 20 años la tierra tuvo una valorización anual promedio de 9%. 

El promedio de rentabilidad móvil de la tierra es de 7% en 10 años, desde la década de 1970. En esos 50 años el negocio por tenencia en general es mayor a cero y menor a 7,5%. 

Por otra parte, considerando los resultados por tenencia, la valorización del ganado en los últimos 10 años fue de 5,6%. El valor del stock criador en Uruguay crece al 7%, mientras que el de la hacienda –en general– crece a una tasa de 5% anual.

Varalla analizó que cada vez hay menos vaquillonas de más de 2 años y más de 1 a 2 años. Y señaló que la eficiencia de la recría y la demanda de los corrales hicieron que la estructura de hembras jóvenes sea mayor.

El ingeniero agrónomo comentó que en Uruguay el 50% de los entores se realizan en hembras de 3 años, pero enfatizó que la cría tiene mejor resultado económico si se entoran hembras más jóvenes, aún considerando los costos de suplementación. 

También subrayó que preñar más genera un mayor resultado económico en las empresas criadoras. En tal sentido, aconsejó a recriar mejor, entorar más temprano y preñar más.

Aprendizajes

El consultor también se refirió a los aprendizajes en estos años de trabajo con las empresas que asesora Apeo. El primero fue que a mayor producción de carne, mayor margen bruto. El otro fue que más pasturas equivalen a mayor producción. El tercero, que el agua en la parcela también permite aumentar la producción. Y el cuarto, tener un sistema ganadero definido. 

Sobre este último punto, explicó que no es necesario andar atrás de los precios de compra o de venta, sino que es más importante “cosechar mejor el pasto”. 

Detalló que el valor del kilo producido es de US$ 2, “de los más altos de la historia, pero no puedo dejar de producir porque hay relaciones de precios justas con la carne”. Insistió en que a más producción de carne, mayor es el margen bruto, algo que lo demostró Giprocar, lo confirmó Fucrea y también Apeo. 

“Siendo el gurú del mercado no logras sistemáticamente resultados altos. La variabilidad está en producir más, de manera eficiente, cosechando pasto”, subrayó. 

El director de Apeo analizó que algo que está pasando es que “el ingreso de capital no da para todo”, y “por eso el crecimiento es lento”. Y sostuvo que “el 92% de la variabilidad del precio de la tierra depende del producto bruto que generamos”.

Nota de Revista Verde N°121

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