China impone aranceles adicionales del 34% a productos de EEUU y crece la tensión comercial

China anunció este viernes un nuevo paquete de represalias en su disputa comercial con Estados Unidos, aplicando aranceles adicionales del 34% a productos estadounidenses. La medida agrava el enfrentamiento entre las dos principales economías del mundo y genera nuevas turbulencias en los mercados globales, según informó Reuters.
Además de los aranceles, Pekín impuso controles a algunas importaciones y presentó una queja formal ante la Organización Mundial del Comercio (OMC). También incluyó a 11 empresas extranjeras en su lista de «entidades no confiables», muchas de ellas vinculadas a la venta de armas a Taiwán, territorio que China considera parte de su soberanía.
La decisión china surge en respuesta a los nuevos aranceles anunciados esta semana por el presidente Donald Trump, que elevan las barreras comerciales de EE.UU. a niveles no vistos en más de un siglo. Este endurecimiento provocó fuertes caídas en los mercados financieros internacionales, con una pérdida estimada de US$ 2,4 billones en el valor de las acciones estadounidenses.
Según el banco JP Morgan, la probabilidad de una recesión global antes de fin de año aumentó a 60%, frente al 40% previo. Empresas tecnológicas como Apple y Nvidia, con gran exposición a China y Taiwán, registraron caídas en la bolsa. En Japón, el primer ministro Shigeru Ishiba calificó la situación como una «crisis nacional», tras una semana negativa para el mercado bursátil de Tokio, indicó Reuters.
Desde Bruselas, el secretario de Estado de EEUU, Marco Rubio, descartó que haya una crisis económica y afirmó que los mercados «se están ajustando al nuevo orden comercial global».
La Unión Europea también se ve presionada por esta escalada. Mientras algunos países como Francia impulsan una postura firme, otros –como Irlanda, Italia y las naciones escandinavas– se muestran cautelosos ante posibles represalias. El bloque evalúa utilizar su «Instrumento Anticoerción», diseñado para responder a presiones económicas externas.
En este contexto, las empresas comienzan a ajustar sus operaciones. Stellantis anunció suspensiones de personal y cierres de plantas en Canadá y México, mientras General Motors planea aumentar su producción en EEUU. En tanto, algunos productos, como el iPhone, podrían sufrir fuertes aumentos de precio si los costos se trasladan al consumidor final, detalló Reuters.
La tensión comercial promete seguir escalando. Mientras Trump defiende los aranceles como una forma de negociación, desde China y otros países se advierte que también pueden jugar fuerte.