“Los corrales de engorde llegaron para quedarse”
Francisco Albisu, empresario agropecuario del departamento de Flores y Expresidente de la Asociación Uruguaya de Productores de Carne Intensiva Natural (AUPCIN), dijo que los corrales de engorde son claves para sostener el actual stock ganadero y los niveles de faena, en momentos donde se juega el futuro la cuota 481, uno de los factores que permitió un vertiginoso crecimiento de los corrales.
Además, indicó que el país está produciendo alimentos para 28 millones de personas, lo que genera un costo en el ambiente, por lo que se necesita más conciencia ambiental”.
A pesar del momento de incertidumbre que genera la situación vinculada a la cuota 481, Albisu fue contundente al señalar que “los corrales de engorde llegaron para quedarse”. Destacó que los empresarios que ingresaron en este negocio en los últimos dos años, “son financieramente sólidos y se pueden retirar cuando quieran, pero no creo que lo hagan”.
Y lo sustenta con números: “hoy el 40% de los novillos, más algunas vaquillonas de la cuota 481, salen a industria de los corrales, esto no cambia, la forestación sigue creciendo, la agricultura bajó superficie pero no se fue. Entonces, para mantener 12 millones de vacunos en un país, cuya área pastoril no tiene potencial de crecer, inexorablemente se tiene que recurrir a los corrales. La ganadería perdió 2 millones de hectáreas aptas y muy aptas para la actividad. Si los corrales mañana desaparecen y tenemos que engordar todo a pasto, nos tenemos que venir a un stock vacuno de menos de 10 millones de cabezas y pasar a una faena de 1,5 o 1,8 millones de cabezas por año. A esto no lo quiere nadie en este país”.
Recordó que hace 20 años comenzó con el corral, como forma se encontrar estabilidad en la invernada, dada la erraticidad del engorde en avena, raigrás o praderas. “En esa época, nos preparábamos para terminar 100 animales en el invierno, pero por las condiciones climáticas, muchas veces se terminaban 50 y no aprovechando en muchos casos, los buenos precios”.
Entonces, “todo fue apuntando hacia a los corrales, allí tuvimos en Alberto Gramont un gran motor en todo esto. Así arrancamos los que realizábamos ciclo completo, pero también los agricultores de aquella época, que tenían dificultades para cobrar el maíz que producían y vieron en el Feed Lot la posibilidad de transformar ese grano en carne”.
Considero que algo similar ocurrió hace dos años, los agricultores con la caída de precio de los granos, como el trigo, sorgo o maíz, optaron por el corral para buscarle una salida a dichos granos y para diversificar producciones, “eso explica el crecimiento vertiginoso de los últimos dos años”.
Aunque entiende que tampoco es sencillo, “porque si bien el agricultor tiene la conducta de invertir, el retorno en la ganadería no es el mismo. En los corrales de engorde, en los 20 años que llevo, nunca existió un margen similar al que otorga una soja de US$ 370/380”. Señaló que el margen de los kilos producidos en un corral y de acuerdo a la dieta, oscila entre -3 y 3%.
Considera que lo corrales trabajan como un sistema de invernada con lo cual no se puede comprar el kilo que ingresa al precio de venta, “sino más barato, hay que apuntar a ganarle a los 330-350 kilos que ingresan, US$ 0,10 o 0,20”. Esta herramienta aporta “un flujo de caja muy ordenado, lo que financieramente para la empresa es formidable”.
Albisu ingresó a AUPICIN (Asociación Uruguaya de Productores de Carne Intensiva Natural) cuando se estaba creando y la institución “nos brindó a los socios, más allá del volumen, que no siempre nos jugó a favor, muchas oportunidades y nichos de mercado”. En esa línea, puso como ejemplo, cuando llegó la aftosa, los corrales no se cerraron y a los dos meses, con alimentos a precios accesibles, porque los molinos no tenían a quien venderle afrechillo de trigo, el corral servía aun vendiendo la carne a US$ 0,60. Al poco tiempo surge un negocio con un frigorífico, para engordar terneros enteros, que debían salir con 480 kilos cuyo destino era Europa, después surgió un negocio de vaquillonas para el abasto, entonces vemos que siempre van surgiendo alternativas”.
Y desde hace algunos años el corral tiene en la cuota 481, “prácticamente que un aliado perfecto”, con lo cual, si la cuota se mantiene “otorgaría tranquilidad al sistema para seguir produciendo pero no con los precios que tuvimos hasta el año pasado”. En caso de que la cuota 481 deje de existir, “podrían aparecer otros mercados como China o algo de Europa, que ya conoce nuestra carne y el sistema de producción, en esto están trabajando fuertemente los industriales”. Además, indicó que se están embarcando ganados para la cuota 481 con contratos de venta en tercera balanza, cuya referencia se ubica entre 7 y 9% por debajo de lo que mercado maneja en cuarta balanza”.
Nota completa Revista VERDE N° 60