Proponen impulsar la multiplicación de semillas de soja a contraestación

El presidente del INASE, Alvaro Núñez, dijo que este mercado ha posicionado a Uruguay como un país serio, y que es una alternativa importante para productores y empresas
La importación, multiplicación y exportación de semillas de soja a contraestación es un canal comercial que se viene desarrollando en Uruguay desde hace 11 años. “Esto ha posicionado a Uruguay como un país serio”, dijo a VERDE el presidente del Instituto Nacional de Semillas (INASE), Alvaro Núñez. Este negocio, en promedio, ronda los US$ 10 millones de facturación al año y, además, hay que considerar el derrame en servicios anexos.
Hay que tener en cuenta que los materiales que vienen a multiplicarse en Uruguay generalmente son eventos regulados, que no tienen autorización nacional y, por lo tanto, tiene que entrar y salir del país el 100% del producto; y lo que es considerado descarte se tiene que eliminar, subrayó el jerarca.
A propósito, afirmó que “lo que entra al país es seguido minuciosamente, tanto por el Sistema de Bioseguridad, en particular, el Ministerio de Ambiente, el Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca y por INASE”.
Núñez planteó que esta “es una producción muy interesante. Este año propusimos hacer un encuentro con todos los actores que se dedican a la producción a contraestación, para ver cómo seguir expandiendo este negocio, que es muy bueno para el país, tanto para el productor como para las empresas”.
El jerarca admitió que “desearía que Uruguay incremente este negocio. Lo que intento con este encuentro es ver cómo hacer para crecer. Porque incluso hay aspectos que tiene el país que, si se flexibilizan dentro del marco de bioseguridad, seguramente fomentaremos esta actividad”.
Agregó que “hay capacidad para crecer”, pero habría que encontrar la forma de hacer más masivo el uso del riego, ya que es un insumo imprescindible para esta producción.
“Creo que Uruguay, con 11 años de trabajo en esto, tiene actores con mucha experiencia, con los que se pueden buscar distintas acciones para crecer en este negocio”, afirmó el presidente del INASE.
Núñez admitió que “es muy poco el volumen de exportación de semillas desde Uruguay”, pero consideró que el país “tiene que desarrollar sectores con alto valor, porque es como una cascada. En la medida que elevamos algunos sectores, después eso va derramando”.
“Cuando le das una herramienta así a un productor, que puede lograr un valor agregado tan importante, deja otra actividad que será ocupada por otro productor. Entonces, todos vamos subiendo un escalón. Es algo que no se valora ni se puede medir tan fácilmente, pero que hace que mejoren los sistemas productivos como un todo”, aseveró.
Exportación
En los últimos cinco años hubo un salto importante en la exportación de semillas forrajeras, básicamente raigrás, con destino a Europa y Brasil. “Eso le ha dado un importante vuelco, sobre todo a áreas que dejaron de ser agrícolas, y se volcaron a esta actividad”, valoró Núñez.
Ahora habrá que ver cómo influyen los nuevos precios de los granos. “Este año se mantiene el ritmo de exportación de forrajeras. Hay algo menos de exportaciones de semillas de soja con respecto a otros años, pero eso creo que es algo bastante coyuntural, y hemos tenido un salto importante en la exportación de semillas de cultivos de invierno, sobre todo de trigo con destino a Brasil, que nos alienta a que se empiecen a ver otros canales que pueden ser interesantes para el país”, comentó.
Disponibilidad y precios
Núñez dijo que, a pesar de los cambios de precios, este año no hubo grandes movimientos en los volúmenes de semilla, y que tal vez eso se refleje más adelante. “Ahora se ve con mucho entusiasmo la zafra de invierno, pero la producción de esas semillas se hizo en un momento en que las señales del mercado no eran las actuales; esos cambios llevan más tiempo”, explicó.
Por otra parte, Núñez reconoció que “estamos muy justos con las semillas, considerando el crecimiento de área que tendremos, y no se vio en forma temprana como para poder tomar otras acciones”.
También recordó que “el cultivo de soja arrancó sin estas señales, pero las empresas siempre tienen otros semilleros eventuales”. Y advirtió que “las zonas más perjudicadas por la sequía fueron Soriano y Flores, y los rendimientos de los semilleros fueron muy bajos. Eso nos puede jugar una mala pasada en la próxima zafra”.
Fiscalización
El presidente de INASE recordó que hace dos o tres años la institución profundizó la fiscalización, y esa política es notoria entre empresas y productores. “Se encontraron ilegalidades que se sabía que estaban, y desde ese momento se empezó a ser duro en la fiscalización y el control. Tenemos variedades protegidas, tanto en trigo como en soja, y fue donde más infracciones encontramos”, confirmó.
También señaló que este año hubo problemas con contrabando de citrus, que además de no cumplir con los estándares de producción que exige INASE, hay riesgos sanitarios que pueden complicar los mercados de exportación de Uruguay y la producción nacional. De ese control sanitario se encarga la Dirección General de Servicios Agrícolas (DGSA) del MGAP.
Por otra parte, dijo que “también empezamos a ver problemas en variedades protegidas de manzanas. Hay mucho terreno para trabajar allí, porque es muy complejo identificar las variedades, por las mutaciones”.
También se refirió al cáñamo, “que es un rubro que viene creciendo, y hay que tratar de fiscalizarlo al máximo. Sobre todo, porque en el cáñamo no psicoactivo el mercado es muy exigente y cualquier desvío te deja afuera de las condiciones de comercialización, por eso es muy importante el control del INASE y de la DGSA”.
Planificación estratégica
Álvaro Núñez recordó que hace tres períodos que INASE viene con una planificación estratégica. “Arrancamos en 2012 con la primera, y esta es la tercera. Es algo muy importante, porque le permite al Instituto tener un marco claro, que va a regir durante cinco años, para todos los actores”, dijo.
“Le doy mucha importancia a esto, porque en la medida que se construye bien, con todos los actores involucrados, tanto a la interna del Instituto como de los usuarios, quienes están involucrados con las semillas, en la medida que participen e intervengan en este proceso, se genera una herramienta muy robusta, que nos permite tener un rumbo muy definido para los cinco años que vienen”, subrayó.
Informó que “esta etapa estará terminando en dos meses, aproximadamente. Después viene la evaluación de toda esa información, la propuesta de las distintas estrategias, y tenemos previsto terminarla para noviembre, ahí estará pronta y publicada”.
Núñez valoró que los cambios de gobierno “no afectan tanto ni al INASE ni a la planificación. Es un Instituto muy técnico, la ley es muy clara, tiene roles y objetivos ya definidos en la ley, y el margen de maniobra es muy poco. Podría haber cambios en la junta directiva, que es el órgano máximo del Instituto, donde se toman las decisiones, pero el presidente es uno más en cinco que la integran. Por eso no habrá cambios sustanciales más allá del cambio de bandera política”.
Agregó que “está la impronta de cada uno de los integrantes de la junta, de los gerentes y de todos los integrantes del Instituto, pero hay un profesionalismo muy alto en la búsqueda de la eficiencia y el espíritu de servicio. Esa es la línea del INASE, que se mantendrá”.
Revista Verde N°94