Presión cambiaria, baja de precios y tasas altas complican el negocio agrícola en Brasil

El panorama agrícola en Brasil enfrenta una fase desafiante, marcada por la caída de los precios internacionales de los granos, la volatilidad cambiaria y las altas tasas de interés internas. Este cóctel de factores impacta directamente en el desempeño de grandes compañías del sector como Cargill y John Deere, que ajustan sus estrategias y perspectivas ante un entorno de menor rentabilidad y mayor incertidumbre.
La filial brasileña de Cargill cerró 2024 con una pérdida neta de unos US$ 30o millones, luego de haber registrado un beneficio de US$ 45o millones en 2023, cuando se combinaron márgenes récord con una cosecha histórica. El presidente de Cargill en Brasil y del negocio agrícola en América Latina, Paulo Sousa, indicó en una entrevista con Globo Rural, que los principales factores detrás de este resultado fueron la fuerte devaluación del real frente al dólar, la caída de precios de los commodities y el aumento de costos logísticos, especialmente en el transporte ferroviario.
Si bien aclaró que la pérdida tiene un origen contable y no operativo —los ingresos y deudas de la empresa están dolarizados en un 80%—, reconoció que el volumen operado cayó 6 millones de toneladas y los ingresos operativos bajaron 18%. La cosecha de soja en 2024 fue decepcionante y muchos productores postergaron sus ventas esperando un repunte de precios que no llegó, en un contexto de oferta y demanda global equilibradas.
En paralelo, Cargill avanza en una reorganización global que ya implicó una simplificación de su estructura regional. En América Latina, la empresa continúa expandiéndose con inversiones en bioenergía, puertos y plantas industriales, mientras ajusta sus expectativas ante un mercado externo condicionado por las tensiones comerciales entre Estados Unidos y China.
En ese mismo contexto, la industria de la maquinaria y tecnologías agrícolas también muestra signos de desaceleración. John Deere recortó su previsión de crecimiento para 2025 a un rango de 0% a 5%, por debajo del 4,5% a 9% que proyectaba previamente. Antonio Carrere, vicepresidente de Ventas y Marketing para América Latina de la empresa, explicó a Globo Rural que las tasas de interés entre 15% y 18% vuelven inviables muchas operaciones, obligando a los productores a recurrir al financiamiento en dólares, opción que no todos están dispuestos a tomar.
Carrere advirtió que la falta de medidas del gobierno y la incertidumbre económica están deteriorando las expectativas del sector mes a mes. A esto se suma el efecto negativo del nuevo esquema de aranceles impulsado por el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, que genera aún más inseguridad y retrasa decisiones de inversión.
Pese al escenario adverso, John Deere mantiene su apuesta por nuevas tecnologías y segmentos de cultivos con potencial, como el café. Recientemente presentó 15 nuevos productos en Agrishow. “Buscamos democratizar el acceso a la tecnología para todos los perfiles de productores, incluso en un momento desafiante”, aseguró el ejecutivo.