Oferta “ajustada” de semillas de maíz, que tiende a aumentar en la siembra temprana, según Gonzalo Bravo de KWS

Se tiende a pensar que “el productor tiene memoria corta” y que actúa respecto a la última campaña, pero eso ha ido evolucionando positivamente”, por “la aplicación de tecnología y el trabajo agronómico cada vez más fino” lo que le ha permitido “sobrevivir a estos años que fueron tremendamente extremos” por el clima, dijo el gerente comercial de KWS, Gonzalo Bravo, en el programa Punto de Equilibrio en Carve y en revistaverde.com.uy.
Este año “ha cambiado la tendencia Niña que se había instalado” hacia “una neutralidad para llegar a un año Niño”, que podría ser mejor en la disponibilidad de agua en lluvias, y la “expectativa de los productores es apostarle al cultivo de maíz, al menos en Argentina”, indicó.
Señaló que al cultivo de maíz “le tiene que llover durante un período de 20 días alrededor del momento de la floración cuando define el rendimiento” y eso “falló mucho”, además se arrastró una sequía desde el invierno y eso hizo que se sembrara prácticamente “todo el maíz tardío”, lo que generó un “corrimiento” de la fecha de siembra.
En la próxima siembra de maíz es probable un aumento de la apuesta al cultivo “temprano”, principalmente “si se revierte y se arranca con agua en el suelo”, en referencia a la agricultura argentina, aunque en Uruguay también puede darse ese movimiento en función de lo ocurrido en la zafra de invierno de acuerdo al relevamiento de Procampo Uruguay, comentó Bravo,
Planteó que este año en Argentina podría darse “una recuperación” del área sembrada de maíz, tras una reducción de la superficie del “8% que son unas 500.000 hectáreas” en la zafra anterior, que es la extensión que volvería a recuperase en 2023.
Indicó que hubo una “merma de 20%, 30% y hasta 40%” en la producción de semillas “en todas las compañías”, pero todas habían generado una “previsión de producción de semillas superior” por lo que al final se da una “oferta ajustada” de semillas de maíz, aunque “no será una limitante” para sembrar el área prevista en ambos países.
Reconoció que los costos de semillas “han aumentado muy significativamente”, debido a la “combinación de varios factores”, por el incremento de los costos al aumentar el precio del grano, el efecto de la guerra Rusia Ucrania en los fertilizantes utilizados en la zafra pasada donde se sembraron los semilleros y una disminución significativa de los rindes en el área total que se utilizó para la producción de semillas.
En Uruguay “no es de esperar que este año el costo total del cultivo de maíz tenga un incremento”, si bien los híbridos tendrán un ajuste al alza, los precios de fertilizantes y agroquímicos han registrado bajas importantes, aclaró Bravo.
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