Agricultura

Luego de una zafra récord, Ambev apunta a la estabilidad del área

7 de marzo de 2021

Mantendría unas 110.000 hectáreas de siembra; y para no generar un excedente que influya en una menor superficie, exportará 80.000 toneladas de cebada maltera a Brasil

Tras registrarse una zafra récord de cebada, Ambev apunta a mantener una superficie de 110.000 hectáreas para la zafra 2021/22. Belén Daneri, gerente de la empresa, dijo a VERDE que es muy importante mantener una superficie estable. Y comentó que “cuando se produce un volumen que excede la demanda interna genera preocupación en el mercado por el tamaño del área de la siguiente zafra. Nuestro objetivo es tener un número estable y renovar la cebada para no industrializar el grano de la zafra anterior”.

Señaló que “la capacidad nominal de nuestras malterias (Maltería Uruguay y CYMPAY) ya está a tope, y no hay mucho margen para moverse, con lo cual la superficie en la zafra 2021/22 estará en unas 110.000 hectáreas”.

Aunque el número final se resolverá sobre fines de febrero o marzo, “cuando se definirá si hacemos más área de cebada para la exportación a otras malterías de la compañía. Eso dependerá de qué tan competitiva esté la cebada uruguaya frente a la oferta regional”.

En la zafra anterior Ambev recibió 450.000 toneladas de cebada, “el volumen es mayor al que demandan nuestras dos malterias, que anualmente procesan unas 360.000 toneladas, y a eso hay que sumarle lo que se destina a semilla”.

Es por eso que la compañía tiene previsto exportar el excedente a Brasil. “Tenemos cuatro barcos confirmados, el primero sale con 25.000 toneladas hacia Porto Alegre y Passo Fundo. Posteriormente saldrán otros dos con 25.000 toneladas, y en el último irá un poco menos, porque es compartido con malta. Se exportarán unas 80.000 toneladas. Esto es muy positivo, porque nos permite eliminar rápidamente el excedente y no quedarnos con un carry over (saldo) que nos puede complicar la conservación, pero fundamentalmente nos permite mantener el área de siembra”, resaltó.

Consideró que el balance de la última zafra de cebada “es muy positivo, luego de un año en que la siembra presentó dificultades, sobre todo en el Norte. Tuvimos un año récord en rendimiento y en volumen”. El rendimiento de recibo fue de 3.950 kilos por hectárea (kg/ha), mientras que “estimamos que el rendimiento agronómico, considerando los rechazos y lo que no se entregó, estuvo por encima de los 4.500 kg/ha, considerado todas las zonas (Norte, Centro y Sur)”, dijo.

Sostuvo que el porcentaje de rechazo fue cercano al 12%. “Fue algo superior a la media, pero estuvo por debajo de la zafra anterior, que se vio influenciada por el nivel de micotoxinas, sobre todo al Norte del río Negro”, recordó.

Al analizar las principales causas de rechazo en la zafra 2020/21, Daneri explicó que las principales razones fueron calibre y proteína. “En la zona Norte y en algunas chacras del Sur, donde hubo menos precipitaciones durante la etapa de llenado de grano, en las variedades de menor estabilidad se registró un bajo calibre”. En el Sur, en tanto, “hubo rendimientos extraordinariamente altos, por una dilución de Nitrógeno, que hizo bajar el porcentaje de proteína”.

El precio promedio de fijación fue US$ 215 por tonelada. “El productor terminó de fijar el precio sobre el final de la zafra, cuando el mercado de Chicago volvió a marcar cifras muy interesantes”, señaló. De todos modos, “vemos que si los precios son atractivos hay fijaciones tempranas. Hace algunos años era impensado que se fijaran precios antes de la siembra, pero ahora el agricultor se anima”, valoró.

En cuanto al plan comercial para zafra 2021/22, dijo que “estamos trabajando en las condiciones comerciales, pero la realidad es que la compañía ya hace tiempo que viene con un plan estable, que incluye una fórmula atada al mercado de Chicago, que brinda transparencia y ha sido muy bien recibida por nuestros distribuidores y productores”.

Al respecto, agregó que “la idea es mantener esa línea de trabajo, y no habría demasiados cambios, con el objetivo de mantener la estabilidad comercial y el área. Y en lo productivo apuntamos a nuevas variedades, buscando sustentabilidad en el largo plazo”.

La gerente de Ambev dijo que a fines de febrero o principios de marzo estará saliendo al mercado el plan comercial de Ambev, pautando precios de cebada, semilla, plazos de pago, portafolio de variedades, entre otros aspectos.

EL CAMINO DE LA CEBADA

Partiendo de las exigencias del consumidor de cerveza, que le imprime una demanda particular a toda la cadena, Daneri sostuvo que la compañía “tiene varios frentes de trabajo abiertos”. Recordó que en 2020 se hizo una campaña focalizada en los residuos totales, “donde incide la fecha de siembra, las variedades, el manejo que podemos hacer del cultivo con el uso de fungicidas, nutrientes y cosecha. El objetivo es reducir los residuos totales, que tienen un gran impacto para la maltería”.

Indicó que la campaña tuvo resultados muy buenos, porque logró reducir 30% la cantidad de residuos totales respecto a la zafra anterior (2019/20). “Esa reducción es muy importante porque se alcanzó en un año problemático en calibre. Cuando eso pasa, todo haría pensar que lo natural es que aumente, pero se logró bajar”, destacó.

Agregó que la zafra pasada “tuvo un nivel de tolerancia importante de residuos, como ha pasado durante los últimos años, pero vimos que la campaña surtió efecto. Hay que continuar trabajando, es muy importante para la industria que la cebada llegue con la mejor calidad de calibre, y eso no es solo pensar en un grano de primera más segunda, sino en la menor cantidad de residuos totales. Eso implica lograr una cebada uniforme”.

“Por eso es importante el uso de los herbicidas correctos, así como minimizar la cantidad de granos pequeños. En esto tiene un gran impacto la sanidad del cultivo y el manejo en la cosecha. Se debe apuntar a residuos totales más bajos y mantener los estándares que venimos trabajando desde hace un tiempo”, sostuvo.

La proteína es otro de los grandes aspectos de la cebada. Daneri comentó que en 2020 se lanzó una política comercial diferencial, “para poder incentivar el manejo de la proteína mediante bonificaciones”.

El precio medio de fijación fue US$ 215 por tonelada, y los premios por el nivel de proteína obtenido fueron de hasta de U$S 12 por tonelada.

A propósito, consideró que “hay que seguir avanzando hacia los rangos de proteína óptimos para maltería, y que también se transformen en un incentivo para aplicar un paquete tecnológico mas fuerte en los cultivos, con diferentes combinaciones de nutrientes, en diferentes momentos y demás. Hoy se cuenta con mucho trabajo de investigación en Uruguay, eso es algo muy bueno y hay que seguir sacándole provecho para seguir mejorando los estándares que vienen aumentando año a año, pese a que las condiciones climáticas o de suelos van variando”.

Indicó que la media de proteína en la zafra pasada fue 11%, “un valor muy bueno, pero lo importante es apuntar a tener la menor variabilidad posible, para que sea lo más eficiente para la maltería, y también por un tema sensorial en la cervecería. Por eso, lo importante no es solo el promedio sino la variabilidad, que ha venido disminuyendo”.

Otro punto destacado para la cebada es la oferta varietal y su manejo. “Hoy se busca más calibre, más proteína, sin bajar rendimiento”, explicó. La estrategia pasa por la adopción de genética que haga su aporte, con el correspondiente manejo.

En esa línea, “estamos buscando desarrollar y potenciar materiales de tipo europeo que son los que mejor performance tienen en la malteria”, señaló.

Y agregó que, “dentro de esa genética europea, apuntamos a variedades que tengan la mayor resistencia a enfermedades y más estabilidad, algo muy importante para que en los años buenos expresen todo su potencial, y que en los años complejos pueda defender al productor. Fue el caso de Olimpia, que mostró ese diferencial”.

Daneri sostuvo que todo lo relacionado con el manejo es muy importante. “En eso las malterias también tenemos un rol por jugar. En el último año ya se hizo un trabajo relevante con el abastecimiento de semillas pensando en la multiplicación para el año siguiente. Se está tratando de bajar la carga fúngica de la semilla y haciéndola en la chacra, segregando al recibo de la semilla y destinando lo que tenia mayor carga fúngica a la industria, quedándonos con lo que tenía mayor calidad de semilla para multiplicar. Se cambió la estrategia de curado y monitoreo de esa clase de cultivos”, comentó.

Sobre este tema, concluyó que “la premisa pasa por llegar con una semilla más sana, con menor carga fúngica y, por lo tanto, con más posibilidad de desarrollar mayor tamaño de grano y más sanidad durante todo el ciclo del cultivo. Esto impacta en rendimiento, costos, calidad de grano, entre otros aspectos. Hay cosas para seguir mejorando y ese un aporte que podemos hacer desde la compañía”.

LOS RECHAZOS Y EL FORRAJE

Unos de los inconvenientes que genera un viaje de cebada rechazado por no cumplir con las condiciones de calidad, es el de no saber qué destino brindarle, ya que no siempre hay una demanda importante de cebada forrajera. Así fue que Ambev creó un plan de cebada forrajera en la zafra anterior.

Daneri explicó que “la idea no es captar cebada forrajera, porque no es nuestro negocio, y no nos interesa ser un trader de granos que origina cebada forrajera y la vende en distintos mercados. Lo que buscamos es una solución, fundamentalmente para aquellos distribuidores que no tienen cerca una planta de acopio o les complica ese viaje rechazado. Por eso, se armó un plan con reglas claras desde la entrada. Eso estuvo muy bueno y fue bien recibido, porque más allá de que haya sido competitivo o no, estaba claro el precio y las condiciones comerciales desde el arranque”.

Ambev puso a disposición esa opción con recibos en varios puntos del Uruguay. “El volumen terminó siendo menor, porque el mercado local tuvo precios altos para la cebada forrajera. Pero ofrecimos una solución con transparencia, algo que queríamos desde inicio, y no especular con la forrajera. La idea es mantener esta alternativa, por el papel que juega y por la transparencia que tiene”, concluyó.

Nota de Revista Verde N°91

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