Exceso de lluvias complicó a zona agrícola de Paysandú; un 25% del precio del trigo fue a secado y flete
En la zona de Quebracho, departamento de Paysandú, el acumulado de lluvias en 2022 fue de 1.278 milímetros y en 2023 llegó a 1.600 milímetros, pero la cantidad de precipitaciones registrada entre 20 de octubre y el 31 de diciembre del año pasado fue de 840 milímetros y del 13 al 19 de diciembre llovieron 300 milímetros, pero el 6 de diciembre cayeron 95 milímetros en una hora. Así lo afirmó el director de Barraca Pastorini, Sergio Pastorini, en el programa Punto de Equilibrio en Carve y en revistaverde.com.uy, en alusión al impacto de las abundantes lluvias para la producción agrícola.
Dijo que en 2024 el 17 de enero llovieron 105 milímetros en esa localidad pero en el resto de la campaña sanducera cayeron 140 milímetros, entonces esto representó una “complejidad” para la siembra de cultivos de verano, fundamentalmente soja. En ese escenario, los productores debieron realizar resiembras porque hubo un “área importante” que no germinó, debido a las consecuencias provocadas por el exceso de lluvias, comentó.
Señaló que el panorama “no es muy bueno”, ya que “se ven muchos cultivos implantados pero son cultivos ralos” y la situación es “bastante compleja” para esa zona agrícola. La resiembra de cultivos varía “entre 25% y 30%”, lo que es un porcentaje “muy alto”, además se terminó la semilla de soja ante el incremento de la demanda y ese fue otro factor limitante, sostuvo.
Respecto a la zafra de invierno, Pastorini indicó que tuvo un alto porcentaje de secado, donde el costo para secar un trigo con 20% de humedad llega a US$ 25 por tonelada, a la vez, el flete hasta el puerto de Nueva Palmira se ubica en US$ 35 por tonelada. Por lo cual, un trigo de US$ 200 por tonelada destina un 25% a secado y flete, con eso “el productor recibe unos US$ 150” por tonelada, calculó.
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