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Agricultura

En el Este hay soja que le faltó agua; el área de cultivos de invierno crecerá

19 de abril de 2022

En el este, específicamente en el departamento de Rocha, el registro de lluvias en este verano fue inferior respecto a lo sucedido en otras zonas agrícolas del país.

El régimen hídrico de otras partes del territorio no es parte de la realidad de lo que ocurre en Rocha, con algunas excepciones, dijo la directora de la empresa El Sauzal Agronegocios, María Inés Rovella, en el programa Punto de Equilibrio en Carve y revistaverde.com.uy.

Informó que en febrero hubo pocas lluvias y en marzo menos aún, lo que llevó a un déficit muy pronunciado en algunas chacras. “Recién se está empezando a cosechar la soja, lo que se arrancó es con la sembrada en fecha temprana con rindes de 2.700 a 2.800 kilos” por hectárea, lo que es una “sorpresa positiva” considerando “el estado de los cultivos y la falta de lluvia en el llenado del grano y la pérdida de peso de los mismos”, señaló.

Para Rovella, en la zona de Lascano, donde opera la empresa, “todavía queda mucha soja por cosechar” y “hay algunas situaciones que pueden llegar a ser complejas”.

El perfil de los productores en esa región es de pequeño y mediano porte, que siembran sojas de ciclos medianos a largos, a los que les pega la falta de lluvias en el período de desarrollo del cultivo, comentó.

Y habló respecto a que el productor con más área le pega tal vez en un 30% de su área de producción, ya que tiene una mayor variedad de materiales en cuanto a los ciclos, ya sean cortos, medios o largos, entre otras características.

A modo de resumen general, la empresaria planteó que hay una distribución de un 30% de ciclo intermedio, un 30% de ciclos largos y el resto de ciclo corto que se siembra en noviembre, que en este caso escapó a la escasez de agua.

Si bien se refirió a la posible pérdida de unos 500 kilos por hectárea en los casos de cultivos afectados por el déficit hídrico, Rovella reconoció que se trata de cultivos que fueron sembrados con costos más bajos a los actuales.

En los suelos rochesenses hay una “heterogeneidad hídrica impresionante”, en donde “la variedad también jugará un rol importante al momento de definir los rendimientos” finales de la soja cosechada, explicó.

Adelantándose a la próxima siembra de cultivos de secano, esa técnica vaticinó un crecimiento “fuerte” del área a ser sembrada en el ciclo 2022/23, principalmente por el precio que registra la soja, cercano a los US$ 600 por tonelada, y porque se precisa hacer rotaciones con praderas y otros granos.

Destacó también el probable “aumento del área de siembra de cultivos de invierno” este año, incluso de productores que no hacían ese tipo de producciones, como el caso de la colza y carinata.

Escuche a María Inés Rovella

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