Agricultura

Cómo lograr un buen control de las malezas hacia los cultivos de verano

27 de septiembre de 2021

La ingeniera agrónoma Amalia Belgeri, consultora de Agroterra, señaló qué estrategias se deben tomar para atacar con eficacia a las distintas especies resistentes en Uruguay

Relevamientos recientes permiten estimar que entre 60% y 80% del área agrícola total de Uruguay tiene presencia de al menos una de las especies de malezas resistentes a herbicidas, una problemática que viene en aumento, dijo a VERDE la ingeniera agrónoma Amalia Belgeri, consultora de Agroterra. La especialista, con un doctorado en malezas en Australia, confirmó que la problemática en Uruguay “se viene complejizando muy rápido”. 

Planteó que el manejo que se venía realizando no priorizaba el problema de malezas, “tal vez por los precios que tenían los granos, no se enfatizaba en invertir en las correctas aplicaciones de agroquímicos”.

Repasó que, saliendo de los cultivos de invierno hacia los de verano, las malezas que continúan complicando el manejo son raigrás y carnicera, porque “se siguen escapando a los controles en invierno. En el momento de iniciar el barbecho con malezas en estado de desarrollo avanzado y que ya han sobrevivido a herbicidas anteriores, son más difíciles de controlar, por lo que a veces llegan a producir semillas y a generar reinfestación”. 

En verano lo que está empezando a complicar bastante es el yuyo colorado (Amaranthus spp.), que muestra resistencia múltiple a herbicidas, y se estima que entró al país con maquinaria importada de Estados Unidos. 

Y en gramíneas de verano, mencionó a Echinochloa, Chloris y Eleusine, que “están empezando a complicar bastante los manejos, sobre todo en el Norte del país”.

Invierno

Para cualquiera de los cultivos, empezando por las malezas de invierno que hayan escapado los controles anteriores y estén en estados avanzados, la ingeniera Belgeri dijo que “lo ideal siempre es arrancar limpios, sembrar sin malezas, controlando eficientemente previo a la siembra del cultivo de verano y no haberlas dejado semillar”.

Agregó que “en raigrás estamos recomendando, cuando la población es importante, terminar los puentes verdes de manera adelantada, para no dejar que el banco de semillas se recargue”. 

Señaló que estas dos especies de invierno “tienen bancos de semillas bastante transitorios y, por lo tanto, es primordial no dejar recargar el banco de semillas para empezar a quitarnos de arriba el problema”.

Belgeri indicó que “se deben hacer aplicaciones tempranas, en la terminación de los puentes verdes, y en situaciones muy complicadas, de carniceras sobre todo, cuando están elongadas, se deben hacer dos aplicaciones, en una táctica que se denomina doble golpe, que funciona muy bien. Ante años como el que se avecina, cuando se pronostica una primavera seca, esas aplicaciones por separado funcionan mejor que una aplicación única”.

Detalló que en la primera aplicación van herbicidas sistémicos, y en la segunda van herbicidas quemantes, que permiten que las yemas no vuelvan a brotar, para empezar con una chacra limpia.

Maíz

Explicó que, incluso para ir a maíces tempranos, “es un manejo que se puede hacer sin problemas, pero la estrategia de utilización de herbicidas preemergentes está un poco limitada en su efectividad, porque no comenzaron los flujos de emergencia de las especies de malezas de verano que son importantes, no se han dado las condiciones climáticas para que germinen, y por eso no tienen mucho sentido. La excepción es cuando la maleza principal es carnicera, que puede tener un flujo primaveral importante”.

Por lo tanto, sostuvo que “no estamos recomendando el uso de preemergentes en los cultivos de maíz temprano. Es preferible utilizarlos dentro del cultivo, en estadios de V2 o V6, cuando se pueden aplicar sin tener fitotoxicidad que llegue a afectar el rendimiento. Ahí prolongamos la residualidad y tenemos control cuando las condiciones edafo-climáticas son favorables para la germinación de estas especies de malezas”.

Para maíces tardíos, “las germinaciones se van a dar mucho antes, y allí tenemos las opciones de herbicidas postemergentes, que permiten controlar esos nacimientos previo a la siembra”.

Y agregó que “los herbicidas preemergentes deberían estar enfocados más bien a controlar gramíneas, que son las que tienen los flujos de emergencia más tardíos”. 

Soja

En cuanto al cultivo de soja, la consultora de Agroterra dijo que al realizarse una siembra más hacia fines de octubre o en noviembre, “estamos en pleno período de nacimiento de estas especies complicadas. La utilización de preemergentes es casi obligatoria en las chacras con especies de difícil control. Por eso, la selección del herbicida preemergente, y con qué compañero se mezcla, depende mucho de las especies que esperamos que vayan a nacer”. Por eso, es importante “tener un conocimiento previo de la chacra, para saber qué semilló el año anterior”, comentó.

Belgeri también recordó que estos preemergentes siempre se recomiendan en mezclas, no en aplicaciones de un solo activo, sobre todo en un año Niña. 

“La aplicación en mezcla favorece el control en varios aspectos, prolonga residualidades, aumenta la eficiencia de control, porque en general hay sinergismo de los dos activos. Y en el mediano y largo plazo enlentece la aparición de resistencias a otros modos de acción”, explicó la especialista en Malezas.

En cuanto al aspecto de manejo más cultural que químico, dijo que “hay charcas complicadas, donde se recomienda acortar el distanciamiento entre líneas. Es una práctica que favorece la competencia del cultivo, y afecta el desarrollo de malezas. Debemos utilizar este tipo de tácticas, ya que las aplicaciones de posemergentes de repaso suelen tener altas fitotoxicidades y, en general, los controles suelen ser pobres”.

Yuyo colorado

En cuanto al combate del yuyo colorado, señaló que hay herramientas básicas de manejo, que se desarrollaron en los países que empezaron a tener problemas de resistencia de esta especie, que “es la más complicada, agresiva, invasiva y genera mayores pérdidas de rendimiento”.

Describió que la investigación muestra que controlarlo bien requiere de tres herramientas básicas: “la primera es la utilización de herbicidas preemergentes; la segunda, en chacras con densidades muy altas de Amaranthus, se debe utilizar la técnica de solapamiento de herbicidas preemergentes, con una primera aplicación para atajar el primer flujo, y al momento de la siembra una segunda aplicación de herbicidas preemergentes en mezclas, para bajar los flujos siguientes; y la tercera herramienta, que en otros países ya se utiliza pero que en Uruguay se comenzará a usar en esta zafra, es la utilización de herbicidas posemergentes asociados a la tecnología Enlist”. 

La tecnología Enlist brinda la posibilidad de utilizar 2.4-D y Glufosinato de Amonio dentro del cultivo. Si bien esta es una herramienta muy bienvenida, no debería ser la única en estas situaciones de chacras complicadas, porque una población de malezas nunca está toda en estado de desarrollo uniforme. 

“Estos son herbicidas que juntos funcionan muy bien, pero que no controlan el 100% de la población por sí solos”, advirtió Belgeri. Por lo tanto, “las dos herramientas anteriores tienen que estar presentes, también pensando en la sustentabilidad de la tecnología, y que no se repita la historia que ya estamos viviendo con las sojas RR y la utilización muy frecuente de glifosato”, subrayó la ingeniera agrónoma.

Afirmó que para el combate de yuyo colorado en soja, “es casi indiscutible que el mejor preemergente, que funciona muy bien bajo un rango de condiciones climáticas y de suelo, es sulfentrazone. Recomendamos usarlo con otro principio activo, para darle sustentabilidad al producto y que no se genere resistencia. La elección del compañero depende de qué otras malezas tenemos que atacar en la chacra”. 

Señaló que “si hay gramíneas, los mejores compañeros son las cloracetamidas”, en soja es el “metolaclor a una dosis de 1,5 litros”. Dijo que la dosis de sulfentrazone depende de la textura del suelo, pero en general va de 500 a 600 centímetros cúbicos por hectárea (cc/ha).  

Y si las malezas acompañantes son de hoja ancha, tipo carnicera o alguna otra, “el compañero indiscutido es el metribuzin, también a dosis de 500 a 600 cc/ha”, indicó.

Nota de Revista Verde N°95

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