Agricultura

Cerro Largo después de la soja

28 de abril de 2017

Aproximadamente un 10% de la superficie sojera explotada frente al pico de área de hace 3 años, el departamento de Cerro Largo se ha visto obligado a reconvertir sus sistemas productivos y buscar el mix adecuado para mejorar la ecuación del productor.

 El Director de Nitrobacter y Semillería El Rincón, Ing. Agr. Rosendo García, dijo que si bien, las rentas han tenido una corrección a la baja, los altos costos de los fletes, entre otros, imprimen problemas de competitividad en la producción agrícola, que impiden a la región Noreste, expresar todo su potencial.

El desarrollo sojero en el departamento estuvo de la mano de los grandes grupos agrícolas que desembarcaron en el país cuando el valor de la oleaginosa comenzó a trepar en el mercado internacional. Cuando el precio cayó “Cerro Largo fue uno de los bastiones que se replegó”, lo que impactó en el área de soja significativamente. “La soja actualmente, queda confinada a aquellas empresas ganaderas o a agricultores locales que con la dotación de maquinaria que tenían y la disminución en el valor de las rentas, encuentran algunos nichos para seguir perseverando con el cultivo, aunque no se sabe por cuánto tiempo más”, explicó.

En cuanto al área de soja, el Director de Nitrobacter y Semillería El Rincón, sostuvo que hoy solamente se está explotando entre un 10% y un 20% del área que se explotó en “la época dorada. La soja está confinada a pequeños sistemas, en chacras más chicas, mejor controladas y vinculadas a productores locales. Ese es el perfil predominante”.

García recordó que hoy el costo del flete tiene una fuerte incidencia en la ecuación del productor ya que “poner una tonelada de soja en el puerto a nosotros nos cuesta entre US$ 50 y US$ 70. Los negocios agrícolas se terminan en la ruta, no porque falte potencial agrícola físico, sino porque los números no dan”. El empresario entiende que el país no ha sido capaz de darle al departamento condiciones de competitividad para que se pueda volcar al PBI agropecuario todo el potencial que Cerro Largo tiene. “Los recursos humanos y naturales están, lo que no están son las condiciones para que ese sistema se exprese y derrame su productividad y sus excedentes al resto del país”.

El impacto que ha tenido la disminución del área sojera repercute en la economía de todo el departamento. “Sin dudas todo esto nos dejó algunas cosas buenas y otras que hay que replantearse. De la mano de la soja, los sistemas pastoriles vinculados a este cultivo estaban asociados únicamente a los verdeos, esa es la herencia. Esas áreas de soja pasan a ser avena y raigrás y nos olvidamos un poco de lo que hacíamos antes, mezclando las leguminosas forrajeras. Creo que éstas tienen un lugar insustituible en los sistemas, fundamentalmente para la ganadería que es lo principal que tenemos en el departamento y en el país”.

García explicó que hoy los acuerdos son más flexibles intentando armonizar la ganadería con la agricultura. “Hoy pesa más el flete que la renta. La cuenta agrícola se viabiliza con un puerto en la Laguna Merín. Eso permitiría bajar el flete de US$ 70 a US$ 10”. Por último, García sostuvo que con mejoras en la infraestructura y en la competitividad “se podría viabilizar esta zona del país, contribuyendo a los números macro que le interesan al gobierno.  Como país, no podemos darnos el lujo de prescindir de esta cuenca, pero para eso se necesita un sentido y conocimiento nacional más amplio, más inclusivo territorialmente hablando y que a la postre se traduzca en voluntad política para intentar cambiar la realidad”, sentenció.

 

Nota completa en VERDE No. 60.

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