BIOverde: una opción diferente para las coberturas de invierno
La agricultura hoy en día está pasando por cambios, tomando en cuenta el ciclo ecológico que el suelo y clima tienen, esto nos lleva a un sistema que tiene por objetivo, la preservación del suelo.
El suelo, es el recurso que, no siendo ilimitado, es de donde provienen los principales productos exportables del país, con lo cual este recurso debe tenerse en cuenta por todos, pero principalmente por el sector agropecuario cuya gran preocupación debería ser la sustentabilidad del mismo.
La productividad que están teniendo los suelos uruguayos puede ser incrementada, dependiendo del sistema productivo que le apliquemos y de las rotaciones que se le hagan. La necesidad de rotar los cultivos con puentes verdes o rotaciones de 2 o 3 años cambia mucho las propiedades del suelo y por eso hay que ajustar el sistema a sus necesidades.
En Uruguay en el 2014 se implementó la ley de protección de suelos, cuyo objetivo es obligar a campos con determinadas condiciones a no dejar el suelo descubierto después de la cosecha de los cultivos de verano o invierno.
Al tener que mirar a estos cultivos, el agricultor se preocupa en buscar una solución que le quede más económica y es usual mirar un cultivo de cobertura de bajo valor.
Hoy en día, con el conocimiento que se viene desarrollando y con las opciones que existen en el mercado, se puede mirar al valor que genera y no limitarse al costo del puente verde.
Un puente verde puede cumplir mucho más que evitar erosión. Estos cultivos pueden hacer un servicio de restructuración de suelo, proporcionando mayor retención de agua por la porosidad que generan las raíces, mejora de la fertilidad de suelo, proporcionando un aumento de toda la vida del suelo y fijando nitrógeno, elemento esencial en el desarrollo de las plantas y puede ser fijado de forma biológica por leguminosas.
Del total de las leguminosas, existe un grupo que se destaca por su rápida implantación y desarrollo, estas son las leguminosas anuales. Las leguminosas anuales, por tener un ciclo de vida más corto que las perennes, tienen que cumplir todas las etapas fisiológicas en los meses que tiene su ciclo de vida. Esto implica un mayor desarrollo en el año de siembra, no alcanzable por las variedades perennes como el trébol blanco o rojo.
Especies como el trébol persa (T. resupinatum), trébol flecha (T. vesiculosum), vicias y lupinos, tienen una gran capacidad de producción de materia seca en el periodo de un puente verde, pudiendo generar a su vez, un saldo positivo al agricultor que probablemente tendrá menores requerimientos de fertilización nitrogenada en el cultivo siguiente.
La fijación biológica de nitrógeno (FBN) es uno de los procesos biológicos de mayor relevancia y es tan evidente que nadie lo cuestiona, pero en el tiempo de un puente verde, la capacidad de algunas especies en fijar nitrógeno es variada por factores ambientales.
En Uruguay hay estudios de fijación de nitrógeno en la biomasa aérea, pero no existen muchos estudios claros acerca de la FBN en el suelo, por parte de las raíces.
Fertiprado, empresa portuguesa que desarrolló su principal actividad en el estudio, desarrollo y comercialización de mezclas forrajeras, aumentó el enfoque en el estudio de estas especies en los sistemas agrícolas y cuales se adecúan mejor a los sistemas uruguayos.
Fertiprado tiene una fuerte especialización en las variedades de tréboles anuales, las cuales en los últimos años, por el surgimiento de políticas como el “Greening” en Europa y los Puentes Verdes en Uruguay, pero también por mayor apertura de los agricultores a la sustentabilidad de suelos, viene desarrollando productos para servir este mercado.
Hoy en día Fertiprado provee semilla de estas leguminosas anuales en Europa para más de 80.000 hectáreas de “Cover Crops” o Puentes Verdes, un mercado que nació hace 3 años. Nuestro objetivo en Uruguay es ampliar la información junto a la de instituciones locales como el INIA, laboratorios y las universidades para generar mayor cantidad de datos posibles.
Fertiprado presentó en el 2014 al mercado uruguayo una gama innovadora de mezclas, BIOverde, como un puente a la producción integrada y sustentable.
BIOverde son mezclas biodiversas, ricas en leguminosas pre-inoculadas, una solución pronta a sembrar, que tiene en sus ingredientes esenciales, variedades con buena producción de materia seca, buena capacidad de enraizamiento, capacidad de rápida nodulación y rápida descomposición en barbecho, que posteriormente dejan un suelo mejorado y presentando una fuente de nitrógeno que presenta una liberación a lo largo de los siguientes ciclos productivos.
Este novedoso producto, puede generar beneficios que son incalculables en su totalidad, pero en términos generales, evita la erosión, porque el entreverado que generan las leguminosas con un crecimiento más prostrado, incluso después del barbecho, resiste de forma diferente al “peinado” que quedan las gramíneas.
Cuestiones como, ¿Cuál es la fecha óptima de siembra del puente verde? ¿Cuándo aplicar herbicida? ¿Cuándo queda disponible el nitrógeno fijado? Todas estas son cuestiones a las cuales se está buscando responder para gestionar mejor el uso de este elemento esencial que es el nitrógeno.
Fertiprado busca contestar a estas dudas para asesorar a los agricultores a la hora de tomar decisiones cuanto a este cultivo de servicio. Creemos que una siembra temprana genera mejores resultados de producción de biomasa aérea y también debajo del suelo, donde la flora microbiana puede desarrollar su actividad en las mejores condiciones.
Existen estudios que indican fechas óptimas de siembra, entre marzo y abril, que generan diferencias productivas pequeñas en relación a las siembras a partir de mayo.
Otros factores determinantes del éxito de un puente verde son la fecha en la que se aplica el herbicida y que herbicida aplicar, esto es relevante porque las leguminosas entran en su curva de producción exponencial cuando las horas de luz y la temperatura aumentan, que en Uruguay corresponde a fines de agosto. A partir de esta fecha, día tras día se nota diferencia en la producción de materia seca.
Las leguminosas, frente a las gramíneas, son rápidamente degradables, haciendo que el barbecho requiera menos tiempo desde la aplicación de herbicida. Por otro lado, algunos tréboles requieren combinaciones de herbicidas más potentes que el usual glifosato.
Algunos estudios que indican un efecto de acumulación de la fijación de nitrógeno y materia orgánica, que corresponde a aumentos productivos después de seguidos los planes de mejora de suelo con el uso de este tipo de soluciones, por varios años.
Hoy en día hay una extensión de suelos productivos uruguayos que están desgastados por cultivos intensivos repetidos años tras años. Se pueden recuperar estos suelos a través del uso de mezclas de Verdeos y Praderas Permanentes que, por la complementariedad de sus ciclos y de su desarrollo radicular cumplen los mismos objetivos comentados anteriormente de restructuración de suelo, aumento de fertilidad, como se hace en los sistemas arroceros uruguayos, donde la rotación de 3 años, por ejemplo un Rotarroz de Fertiprado, es una hábito común, para devolver al suelo lo que se sacó durante el periodo de producción de arroz, generando con esas pasturas, alimento para los animales que complementan ese sistema.
Hay todo un portfolio de productos que creemos tener un lugar de desarrollo en Uruguay. Son productos que hay que conocer para que puedan evidenciar todo el potencial en el sistema productivo.
Fertiprado hoy tiene en su cartera de productos, soluciones para cada objetivo productivo poniendo la biodiversidad de materiales que trabaja a disposición del sector agropecuario uruguayo.
Existe una gran oportunidad para la intensificación sustentable de la agricultura de Uruguay pero también hay bastantes cuestiones a las cuales hay que responder. Queremos seguir evolucionando los productos, acompañando y asesorando en todas las fases del proceso para mejorar las soluciones que brindamos al agricultor.
Articulo elaborado por el equipo técnico de Fertiprado.