Agricultura

Bitrenes permitirían exportación de cebada y malta a Brasil y Paraguay, según ejecutivo de Ambev

28 de diciembre de 2025

La habilitación del transporte con bitrenes y tritrenes en Uruguay significaría una “gran oportunidad” para exportar cebada y “también malta” a “otros países como Paraguay y Brasil”, dijo a VERDE el director de Abastecimiento de Ambev para la región, Edivan Panisson.

Consideró que hay dos grandes malterías en Río Grande del Sur, que demandan cebada y que podrían ser abastecidas desde Uruguay. “La logística a veces complica para movilizar la producción desde el campo a la industria y limita la posibilidad de ampliar mercados de forma más competitiva”, advirtió el ejecutivo durante el Día de Campo, organizado por Ambev, cerca de Mercedes, Soriano.

Señaló que el país en cebada es “bastante competitivo”, aunque también lo es Argentina. De todos modos, “Uruguay en los últimos años se ha vuelto más competitivo, produciendo cebada de calidad con costos razonables, que generan que las malterías puedan producir al máximo y exportar malta a países vecinos. Si Uruguay sigue por este camino, también podrá exportar cebada cruda a Brasil, donde existe una gran demanda, que normalmente es abastecida desde Argentina”.

Uruguay es un país, que “si tiene competitividad económica puede generar una puerta para exportar, por eso la logística es un factor muy importante”, analizó. Así como la exportación a través de buques graneleros “creció de forma importante, hoy tenemos limitaciones por el tipo de camión que se utiliza respecto a Brasil, donde hay unidades más grandes y los fletes quedan más baratos”, acotó.

Panisson entiende que si, “no solo la cebada sino también los otros granos, pudiéramos cambiar la logística hacia bitrenes y tritrenes, para mover más volumen por viaje, disminuyendo el costo de los fletes, la cebada y el resto de los granos serán más competitivos”.

A la vez, resaltó que “la industria que tenemos exige calidad, porque los consumidores de cerveza solicitan un alto grado de calidad, y para eso se precisa la mejor cebada”, comentó.

“Desarrollamos variedades para que los productores utilicen tecnología que posibilite producir grandes volúmenes, algo muy importante para el agricultor, pero con la calidad adecuada para elaborar las mejores cervezas”, dijo el ejecutivo.

Destacó que Uruguay “es un país cebadero y eso ha quedado demostrado a lo largo de toda la historia de la compañía en el país, a través de las dos malterías que tenemos acá, que exportan gran parte del volumen de malta hacia Brasil y otros países”.

Agregó que eso se da gracias a la cebada uruguaya, que tiene buena calidad, que es competitiva, y con malterías produciendo malta con cebada 100% uruguaya”.  Entre el 25% y 30% de la malta consumida en la región se produce con cebada uruguaya, destacó Panisson.

De cara a la zafra 2026-2027, señaló que el primer punto analizado por la compañía es que “la malta uruguaya debe ser producida a partir de cebada uruguaya”, por eso “nuestros planes a apuntan a la autosuficiencia” y luego, “dependiendo de la competitividad de la cebada de Uruguay, ver si hay oportunidades para incrementar el área pensando en la exportación de cebada cruda”.

Sobre el Día de Campo, Panisson indicó que es una actividad “muy importante”, porque es el día que “compartimos estratégicamente con nuestros distribuidores y productores todas las novedades en genética y tecnología”.

Genética y calidad

“El suceso del programa de mejoramiento depende de objetivos claros y definidos, donde es fundamental que trabajemos en conjunto para una estrategia única de mediano y largo plazo, y aunque exista un potencial genético, el comportamiento final de la variedad es totalmente influenciado por la interacción con el ambiente”, dijo Alejandra Zugarramurdi, coordinadora de Investigación y desarrollo de Ambev, en el marco de esta actividad, que llevó por título “El campo que sembramos, la pasión que cosechamos”.

Allí se presentaron “los primeros resultados de dos nuevas variedades de cebada” y se abordó “la importancia de la calidad maltera” del grano. En esa línea, Zugarramurdi dijo a VERDE que se elaboró una estrategia a partir de las inquietudes del productor, dentro un proceso que es bastante largo, dado que una variedad demanda unos 12 años de trabajo para llegar al mercado. “Hoy se están incorporando tecnologías para reducir entre tres y cuatro años el proceso de trabajo para la liberación de una nueva variedad, con lo cual pasaríamos a ocho o nueve años”, explicó.

Además, señaló que “se acortaría el tiempo en las generaciones iniciales, que es el momento en que se logra obtener el volumen de semilla para nuestros campos experimentales, donde el 100% de las plantas deben ser iguales”.

Sobre las novedades, señaló que se está lanzando Malkia. En esta zafra “estamos con 60 hectáreas y se espera contar con un buen volumen de semilla para el año que viene, para que varios productores puedan probarla a nivel comercial y también a nivel de industria. Es una variedad que aporta más rendimiento y estabilidad en calibre”, describió.

A la vez, para la zafra 2026-2027 se planifica registrar una nueva variedad, que hoy está en la Evaluación Nacional de Cultivares, con el código Ambev 55. “También tenemos grandes expectativas en cuanto a rendimiento, calibre y enfermedades”, dijo.

A propósito de las fechas de siembra y las localidades, Zugarramurdi indicó que por temas logísticos, climáticos y agronómicos, “es difícil ajustar, pero estamos viendo que en las fechas óptimas de siembra, alrededor de la primera quincena de junio, se logran los mejores comportamientos productivos y de calidad respecto a fechas tempranas y tardías”.

Explicó que la fecha de siembra y la localidad influyen en el potencial de rendimiento y el calibre de cada variedad, al determinar las condiciones agroclimáticas durante las etapas críticas del desarrollo del cultivo”.

“Previo al gol cada jugada cuenta para lograr una malta de primera”, con esa premisa, María Paula Cappi, gerente de Calidad de Maltería Uruguay (Ambev), describió los elementos claves y los que aporta cada uno de ellos: DON (seguridad para todos), proteína (homogeneidad y fermentación perfecta), capacidad germinativa (mantiene el grano vivo), calibre (homogeneidad y eficiencia, asociado al material genético y la fecha de siembra).

Fertilización

El investigador del Instituto Nacional de Investigación Agropecuaria (INIA), Andrés Berger, dijo a VERDE que se está avanzando en un proyecto de innovación con empresas, financiado en parte por Ambev y en parte la Agencia Nacional de Investigación e Innovación (ANII), con el objetivo de “generar productos a partir de la información de la base de datos de Ambev, focalizados en la fertilización de cebada, similar al OptiFert trigo”.

Agregó que en el marco de ese proyecto “se está generando información, donde se busca estimar a nivel de cada predio y dentro de cada predio, para cada pixel”, para determinar “cuánto es el crecimiento del cultivo”.

Señaló que esa información, en conjunto con la información que está en la base de datos de los productores de la empresa, se utiliza para alimentar el modelo de fertilización cebada y para generar indicadores sobre cuál es el estado del cultivo.

El investigador de INIA estimó que ese modelo “tendrá una mayor capacidad de predicción de la demanda de nitrógeno al inicio de la encañazón, pensando en no pasarse de proteína y sin comprometer el rendimiento” del cultivo.

Consideró que en cebada es más difícil ajustar la fertilización, “sobre todo cuando se tienen rindes comprometidos y no nos animamos a determinar la dosis de fertilización a aplicar, o si es necesaria la refertilización”.

Mientras que, por otro lado, “tenemos situaciones que prometen altos rindes, que seguramente requieren refertilización para mantener los niveles de proteína y se hace difícil de identificar esas situaciones sin indicadores objetivos y modelos que integren todos los factores involucrados”, adelantó.

Berger también señaló que este proyecto maneja una base de datos “muy grande, que nos permite tener una buena validación de lo que vamos generando”.

Por último, el investigador sostuvo que el objetivo es disponibilizar el producto para la próxima zafra de cebada. Y destacó que “se ha venido generando mucha información”.

Nota de Revista Verde N° 125

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