Agricultura

Britos Hermanos: A su liderazgo en papas, sumaron eficiencia en granos y ganadería

25 de octubre de 2024

La empresa retomó el “equilibrio” financiero y logró diversificar ingresos en pesos y en dólares, combinando producciones de distintos rubros, en varios departamentos.

Este debe ser uno de los casos más emblemáticos del agro uruguayo en cuanto a la persistencia y a la apuesta a la diversificación, así como a la priorización de la eficiencia y del crecimiento. Se trata de la empresa Britos Hermanos, que pasó de ser un predio de menor escala dedicado a la producción de papas, para convertirse en un emprendimiento con una estructura variada: granos, ganadería, papas y próximamente de cebollas. La actividad se desarrolla en cerca de 14.000 de hectáreas, distribuidas en tres departamentos.

La firma inició como “empresa familiar de pequeños productores, integrada por tres hermanos que hacían todas las tareas de campo”, que competen a un “sistema productivo”, y en ese momento era dedicado a la producción de papa, relató Federico Britos, uno de los responsables de la empresa, durante la jornada Pasturas 2024, que organizó PGG Wrightson Seeds.

Destacó que “hoy la empresa se ha transformado en una de las líderes de producción de papa en Uruguay, teniendo una agricultura a escala y una ganadería que cuenta con un sistema de recría y un engorde a corral”.

Una de las visiones que tiene la empresa es “creer en la producción nacional, con trabajo nacional, mirando siempre al futuro con optimismo y sobre todo proyectando las nuevas generaciones”, dijo.

Se refirió a la importancia que tiene el “equipo humano” que la compone, con el legado de proyectar la empresa 20 años para adelante, considerando “no solo” el traspaso “de generación en generación de la familia Britos, sino de todo el equipo”, y que “haya un proyecto donde poder crecer, desarrollarse y cumplir objetivos”.

Hitos

Los “hitos más importantes” de la empresa desde sus inicios hasta hoy se remontan a 1995, cuando fue fundada por tres hermanos: Fernando, Néstor y Miguel, a los que acompañaban cinco empleados, y era netamente con el cultivo de papa, con “25 hectáreas de papa en campos 100% arrendados”, señaló.

El repaso histórico de la empresa continúa con otro punto relevante, de 1995 a 2000 compraron 150 hectáreas de campo con financiación bancaria, y en 2000 llegó el “primer cimbronazo” para la empresa, que fue una sequía “importante”, que ocurrió en el sur del país, y una cosecha que fue prácticamente cero. En aquel momento la firma se encontraba con una deuda bancaria por la compra de campos, con proveedores y también con la banca para la producción de papa y del maíz, cultivo en el que había incursionado. 

Para el 2005 la empresa empezó a retomar el “equilibrio financiero”, por dos razones: una fue que vendieron 60 hectáreas de las 150 que habían comprado unos años atrás, y la otra que logran “buenas” cosechas de papa, soja y maíz. Así comenzaron a “pagar un poco la deuda” y otra vez “equilibrar todo financieramente”, recordó el productor.

En 2012 se integró parte de la segunda generación a la empresa, que contaba con 45 empleados, 400 hectáreas de papa, 700 hectáreas de granos, en un área que en un 90% era arrendada y 10% de su propiedad.

Luego, en 2015, se registró “el primer crecimiento exponencial” de la firma, debido a una decisión empresarial, basada en la estrategia de aprovechar la coyuntura de precios bajos de la soja para poder crecer en área.

Esa situación de valores deprimidos en la agricultura generaba la aparición de oportunidades para el arrendamiento de campos y con eso pudieron expandir su actividad. Mantuvieron las 400 hectáreas de papa, pero pasaron a tener 3.000 hectáreas agrícolas (granos). Y la relación porcentual entre el área de campo propio y arrendado se mantuvo.

Riego y pasturas

Otro hito para la empresa ocurrió en 2016, y estuvo enfocado “más bien en lo tecnológico”, debido a la innovación del riego por goteo en papa, que “marcó un antes y un después en la producción”.

En las 400 hectáreas de papa la empresa producía alrededor de 8,8 millones de kilos, y en la misma área, tras incorporar esa tecnología, pasó a producir 13 millones de kilos. Con esta producción, hoy Britos Hermanos alimenta a 500.000 personas al año, valoró.

En 2019 se dio “otro hito”, que fue la incorporación de pasturas perennes en el sistema, y el motivo de esta decisión fue un diagnóstico de la producción agrícola en los campos con mayor potencial, como los 10.8a, los 10.8b, ubicados en Rincón del Pino, San José. “Veíamos que esos rendimientos estaban por debajo de la media de la empresa, detectamos que en campos con enormes potenciales se estaba produciendo menos”, comentó. Explicó que eso se debió a que estos campos estaban “desgastados y había que recuperarlos”, entonces, para lograrlo, la empresa tomó la decisión de recurrir a la siembra de “pasturas perennes”.

Es en ese momento se dio un “segundo crecimiento” de área, ya que a las 400 hectáreas de papa se sumaron unas 7.000 hectáreas para agricultura y la recría con 400 hectáreas, dijo.

Ante esa situación se planteó la siguiente interrogante:¿cómo hacemos para producir carne en esta pastura de forma rentable en campos agrícolas, con rentas agrícolas?

Entonces, se decidió armar un equipo técnico para desarrollar la ganadería, y en 2021 entró a operar el corral para la terminación de los vacunos, básicamente para darle el cierre a la ganadería, en busca de una “sinergia con la agricultura”.

Uno de los aspectos a considerar es que, dependiendo del mercado, los granos se venden afuera o los come el ganado en el corral, pero “siempre es una alternativa válida poder tener consumo dentro de la empresa”, sostuvo.

Britos señaló que en 2024 se incorporó parte de la segunda generación, con Juan, y en este momento la empresa cuenta con “130 empleados”. Además, comentó que este año se formalizó el “área de comunicación y marketing”, se mantienen las 400 hectáreas de papa, pero con una producción “muy superior” a la de 2014 y 2015.

La empresa realiza agricultura en 10.000 hectáreas, en San José, Flores y Durazno, la recría ocupa 3.000 hectáreas y el engorde se realiza en un corral con capacidad para 4.500 cabezas. Y se mantiene la misma distribución en cuanto a campo propio y arrendado (10% y 90%).

Cebolla y papa violeta

Entre los anuncios de Britos Hermanos figuran que para 2025 el proyecto a “corto plazo” es iniciar la “certificación de empresa sostenible” por intermedio de LSQA. Además, el año próximo se apostará a una “nueva diversificación” en rubros, con el cultivo de cebolla y la primera zafra de este producto. Y la idea es seguir innovando con la “papa violeta”, que aporta “siete veces más antioxidantes” que una papa común, se informó.

También el desarrollo del código QR en papa, para tener una trazabilidad de ese producto, desde que se siembra hasta que llega a la feria, al supermercado o al hogar.

En cuanto a la evolución de los ingresos en los 30 años de la empresa, Britos comentó que en 1995 la papa aportaba el 100%; en el ejercicio 2016-2017 aportó 38%, 36% lo generó la soja, 18% el trigo, 6% el maíz y 1% colza y cebada.

En el 2021-2022 la papa aportó 12%, la ganadería 23%, la soja 44%, el trigo 9%, el maíz 6%, la cebada 4% y la colza. Y en el ejercicio 2023-2024, que acaba de cerrar, el 32% del total de los ingresos económicos de la empresa los aportó la papa, 17% la ganadería, 27% la soja, 11% el trigo, 6% el maíz, 3% la cebada y 3% la colza.  

La producción de papas y la ganadería explican el 50% de los ingresos, más allá de los cambios y la diversificación de las actividades entre cada ejercicio, destacó.

En soja y en trigo el mayor peso en los costos de la empresa está en el pago de las rentas de los campos y de los fertilizantes, al igual que en la recría de ganado, comentó Britos.

Sostuvo que algo que “identifica” a la empresa es el “crecimiento orgánico”, una “convivencia generacional”, y que tiene una “diversificación”, tanto en rubros como en cultivos, en lugares y en moneda, porque la comercialización de las papas se realiza en el mercado interno, en pesos uruguayos, mientras que las demás producciones se venden en dólares.

Parafraseando a un profesor, el director de la firma aludió al valor de la persona y de la empresa en el que “el conocimiento y la habilidad suman” y “la actitud multiplica”.

Fase ganadera

En cuanto a la ganadería, el encargado del área, Diego Gamba, dijo que se desarrolla en “tres módulos de recría”, en predios ubicados en Durazno, Flores y San José y el corral está en Ecilda Paullier (San José). Esa recría se realiza en 1.200 hectáreas, que son praderas. En los campos del sur se realiza una rotación de siete años con papas, agricultura y pasturas; 3,5 años se destinan a pasturas y el resto a granos y papas, y los campos del centro se rotan entre pasturas y granos, detalló.

Indicó que el corral tiene capacidad para 4.500 cabezas de forma instantánea, que allí se encierran entre 10.000 y 12.000 cabezas por año, y que todo el ganado es comprado, ya que la empresa no realiza cría. Los vacunos producidos se destinan a la exportación de carne del cupo 481.

La recría de Britos provee alrededor del 70% de los animales que se terminan en el corral y el resto se compra en el mercado.

La carga del sistema es de 5,5 cabezas por hectárea, lo que supone “muchos” vacunos en los campos, y para cumplir los objetivos las pasturas deben ser “perennes, muy productivas y con buen desarrollo radicular”, con una mayor apuesta a la alfalfa, comentó.

Además, se refirió a la evolución del peso de los animales en la recría y a su alimentación, con el objetivo de llegar a 1.000 kilos de peso vivo, que “es una meta ambiciosa” en el sistema productivo ganadero, admitió.

Gamba también dijo que en los últimos cinco años la “media histórica” de lluvias fue de 1.128 milímetros anuales, y que solo 2021 se ubicó en la media, ya que los otros años estuvieron por debajo, con el impacto productivo que eso conlleva.

La evolución en los resultados de la recría muestra que en la empresa el área de las pasturas pasó de 400 hectáreas a 1.200 hectáreas, la producción de carne estuvo cerca del objetivo en 2021 y se trata de un “alto producto bruto, pero también de altos costos”, afirmó. 

Además, valoró que el margen neto fue “positivo”, pese a los costos requeridos en cuanto al suplemento en la alimentación del ganado.

Las pasturas juegan un rol importante para la sostenibilidad del sistema

Respecto a la “fortaleza” del sistema productivo de la empresa Britos Hermanos, considerando el impacto que generan las pasturas, el gerente de Desarrollo de Producto PGG Wrightson Seeds, Federico Nolla, dijo a VERDE que lo más “importante” es que en un “área agrícola por excelencia”, ya que “son campos de índice Coneat 185”, donde se veía que “se venían abajo los rendimientos de los diferentes cultivos”, lo que “hicieron fue pensar en incluir a las pasturas perennes”. Y “eso ayudó a la “sostenibilidad del sistema” y a “mejorar las propiedades del suelo”, consideró.

El gerente señaló que sobre esas pasturas perennes “fue necesario empezar a hacer una ganadería intensiva”, con el propósito de llegar a tener un “margen parecido” al generado por los cultivos. En el establecimiento, donde se desarrolló la jornada Pasturas 2024 de PGG Wrightson Seeds, ubicado en San José, se hace la recría de ganado, entran terneros con un peso de 150 kilos a 180 kilos y se llevan hasta los 320 a 350 kilos, pasando en diciembre al corral de engorde. La carga es de 5,5 cabezas por hectárea.

Esos animales salen en diciembre y están produciendo, en promedio, entre 720 y 920 kilos de carne por hectárea en los últimos tres años, pese a atravesar años “muy complicados” desde el punto de vista climático, advirtió.

Dijo que el sistema consta de agua en la parcela y el pastoreo es parcela diaria y la utilización que realizan se ubica aproximadamente entre el 80% y el 85%.

“Cuando salen los animales de la parcela, esta queda por tierra y la verdad que hacen una utilización impresionante, por eso también están produciendo tantos kilos de carne”, afirmó.

En cuanto a las especies de pasturas que entran en el sistema productivo, comentó que las dos que están utilizando son festuca INIA Fortuna y alfalfa, que “están muy bien manejadas y muy bien fertilizadas”, destacó. Agregó que “son pasturas que se usan tres años y luego vienen los cultivos, por lo cual se utilizan al máximo”.

La empresa siembra una mezcla con alta densidad de festuca y alfalfa, y “tienen todo el cuidado del mundo cuando van a implantar la pradera, realizando una cama de siembra espectacular, buen control de malezas y una correcta fertilización”, acotó.

“Se están aplicando, además de la base, unos 250 kilos de urea todos los años, y si hace falta cloruro de potasio se aplica, y lo mismo con fósforo”, precisó.

Consultado sobre los materiales de PGG Wrightson Seeds que se utilizan en el establecimiento, mencionó a INIA Fortuna, que “hoy es un material de excelencia en el sector lechero y en las recrías intensivas”, y que “está mezclada con alfalfa Chaná”. Agregó que “están empezando a probar una nueva alfalfa, PGW 931, que ha sido seleccionada en la región”.

Y a partir del año pasado en la empresa Britos Hermanos “empezaron a sembrar, de forma coyuntural por la seca de los años pasados, el raigrás perenne Reward”, y destacó que “están obteniendo muy buenos resultados, debido al crecimiento y calidad que aporta ese material en algunos momentos claves del año”.

Foto: Néstor, Fernando, Miguel, Juan, Alejo y Federico Britos.

Redacción: Mauro Florentín Nota de Revista Verde N°117

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