Uruguay prepara plataforma para certificar el origen de sus productos y llegar a Europa
Se desarrollará con presupuesto del INAC y permitirá atender la nueva reglamentación de la UE, que exige que los productos importados aseguren ser libres de deforestación
Uruguay prepara una plataforma que combina datos públicos, que permitirá certificar el origen de la carne, cueros, soja, celulosa y madera para exportación. El sistema incluirá datos sociales y fiscales de cada empresa (de la Dirección General Impositiva y del Banco de Previsión Social), así como información ambiental, vinculada con la existencia de bosque nativo en el predio, que estarán georeferenciados con sus padrones.
El proyecto se puso en marcha en 2021, antes de que la Unión Europea (UE) anunciara que desde 2025 exigirá a los productos importados la regulación 2023/1115 (EUDR) para productos libres de deforestación. “Va en la misma línea y nos permitió adelantar trabajo”, destacó a VERDE el director general Forestal del Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca (MGAP), Carlos Faroppa.
A la plataforma podrán acceder productores y exportadores, y los importadores tendrán información para evaluar posibles incumplimientos. El proyecto está avalado y aprobado, y se realizará con fondos del Instituto Nacional de Carnes (INAC), institución con la que se está trabajando en el llamado para la construcción de la plataforma.
“No queremos depender de fondos de la UE, queremos tener cierta independencia”, puntualizó Faroppa. El jerarca destacó que la plataforma será un bien público, a cargo del Estado, “para que no aumenten los costos de exportación”. Y señaló que “todo este proceso ha llevado meses y miles de horas de trabajo de los funcionarios”.
Puntualizó que los granos con certificación de origen se deberán enviar a silos donde solo se reciba producción con ese estatus. Y en caso de que se quieran certificar las siguientes etapas, serán las industrias las que deberán contratarlas. “Con esto se adelanta mucho trabajo y se abate la inversión del exportador en materia de certificación (de origen)”, destacó.
La certificación también incluye cumplimientos sociales y fiscales. En el caso de Uruguay, como no existen comunidades que vivan en los predios sino dueños de padrones, se necesitará un certificado de buen cumplimiento ante el Banco de Previsión Social (BPS) y ante la Dirección General Impositiva (DGI), avalando que se está en regla con los impuestos y obligaciones.
Faroppa recordó que Uruguay tiene muchos años de información sobre el bosque nativo, y que es un país “de riesgo muy bajo de deforestación”. Se suma la información acumulada de más de 10 años con la que cuenta la Dirección de Recursos Naturales del MGAP con respecto a los Planes de Uso y Manejo del Suelo. Por otro lado, el país destaca por su Sistema Nacional de Información Ganadera, que incluye la trazabilidad obligatoria de todo el rodeo bovino nacional, “único en el mundo”, remarcó.
Además, anunció que con el tiempo se buscará incluir más información en la plataforma, pero puntualizó que lo importante es que el 1° de enero de 2025 ya esté funcionando correctamente. “Habrá solicitudes de los importadores de Europa, y todos ingresarán con el mismo nivel de verificación”, comentó.
Exigencias de la UE
La regulación EUDR entrará en vigor el 1° de enero de 2025 para productos libres de deforestación. “Sabemos que tenemos poco tiempo, pero creemos que los plazos serán suficientes para llegar con la plataforma”, dijo el principal de la Dirección General Forestal (DGF).
Se espera que cuando comience a regir la nueva normativa ya esté cargada la información necesaria en la nueva plataforma. De todos modos, se reconoce que el sistema será complejo y podría presentar algunos inconvenientes.
El jerarca del MGAP también informó que se están haciendo verificaciones para compararlas con las imágenes europeas y “estar en la misma línea de diálogo”. Luego se obtendrá la certificación, que tendrá validez anual.
De todas formas, sostuvo que Uruguay “es un país que tiene una verificación de riesgo menor a 1% en todos sus procesos”, y señaló que la UE “no ha sido clara en sus devoluciones ni en su funcionamiento interno”. En tal sentido, comentó que se está en contacto con ese bloque económico, a través de la Cancillería.
La información que Uruguay está procesando para presentarle a la UE es “bastante robusta” para una primera etapa, “después se verá si es necesario adicionar algo”, dijo Faroppa. De todos modos, opinó que “con esos datos y el bajo riesgo que tiene el país, será suficiente”.
“Vamos a pasar el estrés de las primeras exportaciones y después, con el tiempo, habrá que ir ajustando, pero queremos llegar con algo que sea absolutamente sólido”, puntualizó.
El director Forestal recordó que esta certificación fue votada por el Parlamento de la UE en junio de 2023, y que Uruguay se está basando en su bosque nativo, “porque los otros son plantaciones productivas y esa es la primera diferenciación que hay que hacer con la UE”, explicó.
Bien público
Aunque en Uruguay “tenemos muchas bondades acumuladas”, es un trabajo muy importante el de “poner a disposición” toda esa información, dijo el director Forestal. Remarcó que, si bien se hicieron prototipos de trabajo con la UE, ahora se busca independizar este sistema del bloque económico, además de utilizar bienes públicos, siendo el Estado el garante.
Aclaró que, si bien puede haber algún costo administrativo por “buscar esa información y dársela al importador”, el mayor costo lo asumirá el gobierno nacional. También reconoció que hay preocupación sobre esta nueva reglamentación de la UE, que implica mayor burocracia y encarecimiento de las operaciones, sin resolver los problemas de fondo, como el cambio climático. “La queja es que no hay una compensación como contrapartida, ya sea por la vía de asistencia técnica, financiera o eventualmente diferenciación de precios”, planteó.
El jerarca también aclaró que si algún privado quiere hacer esta certificación de manera independiente la podrá realizar. “Simplemente se generará una base de información, que será un dato público”, explicó.
El titular de la DGF subrayó que el hecho de que el Estado sea el que aporte esa documentación es otro aspecto “relevante”. A propósito, consideró que, “dada la situación del país, de buen prestigio internacional, con seriedad en su documentación, es fuerte que el Estado sea garante para cualquier importador”.
Bosque nativo
El jerarca del MGAP enfatizó que en Uruguay el área de bosque nativo ha crecido. Subrayó que la Ley Forestal de 1968 ya promovía su cuidado, así como el de las nuevas plantaciones.
Además, puntualizó que la UE aún no definió quién controlará que la materia prima que ingrese al bloque provenga de zonas libres de deforestación. De todos modos, insistió en que Uruguay está avanzando en este proyecto, que es “algo que consideramos sencillo, pero que va a contener información robusta”, aseguró.
“El importador verá con su gobierno si lo avala”, dijo, y señaló que faltan otras definiciones, como qué se considera deforestación.
Proyecto piloto
El pasado martes 18 de junio el MGAP presentó los resultados del proyecto Certificación de productos agroexportables en predios con bosque nativo, con el apoyo del programa AL-Invest Verde, ejecutado por el Centro de Investigaciones Aplicadas al Desarrollo Agroforestal (IDAF) y la coordinación de la DGF.
Iniciado en abril de 2023, el proyecto comenzó con un diagnóstico de la zona litoral de Uruguay y una caracterización de las cadenas productivas de valor y de los actores potencialmente adherentes a un sistema de certificación. Se realizó un mapeo de experiencias de certificación de bosques en América Latina y la Unión Europea, relevantes para Uruguay.
En octubre de 2023 se organizaron talleres en Paysandú y Montevideo para recabar la visión de todas las partes implicadas, generando así una propuesta de sistema de certificación público que cumple con los requisitos del EUDR. Los resultados complementaron el diagnóstico inicial y se desarrolló una propuesta preliminar para el desarrollo de un sistema de certificación de manejo de bosque nativo con esquemas de incentivos.
El proyecto incluyó experiencias piloto que resultaron en el primer embarque de chips de madera libres de deforestación desde Uruguay a Europa, seguido de un segundo envío a Estados Unidos para la fabricación de productos que tendrán como destino final el mercado europeo.
Nota de Revista Verde N°115