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Actualidad

El actual escenario del negocio global de semillas y fitosanitarios

8 de enero de 2020

El Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA, por su sigla en inglés) realizó una investigación que refleja el actual escenario del negocio global de semillas y fitosanitarios, así como el impacto de las recientes fusiones empresariales en dichos mercados.

Las ventas mundiales de semillas y fitosanitarios en el año 2015 estaban dominadas por seis empresas: BASF (Alemania), Bayer (Alemania), Dow Chemical (Estados Unidos), DuPont (Estados Unidos), Monsanto (Estados Unidos) y Syngenta (Suiza), las que eran conocidas como las Big Six (Seis Grandes, en inglés).

Entre 2015 y 2016 se anunciaron tres fusiones que involucraban a cinco de estas seis grandes empresas, las que se completaron en 2017 y 2018. Estas fueron: Dow Chemical y DuPont, ChemChina con Syngenta, y Bayer con Monsanto. La única de las Big Six que quedó exceptuada de esas fusiones fue BASF.

Las tres fusiones estuvieron sujetas a revisión por parte de las agencias antimonopolio de Estados Unidos y de la Unión Europea, los dos mercados más grandes para los productos de estas firmas, así como por agencias en Australia, Brasil, Canadá, China, India y Sudáfrica.

En 2015, las ventas de Monsanto fueron de US$ 15.000 millones. Los rubros semillas y biotecnología lograron US$ 10.243 millones y fitosanitarios US$ 4.758 millones.

Syngenta llegó a US$ 12.843 millones. Semillas y biotecnología lograron US$ 2.838 millones y fitosanitarios US$ 10.005 millones.

Las ventas de Bayer se ubicaron en US$ 10.367 millones. Semillas y biotecnología lograron US$ 819 millones y los fitosanitarios US$ 9.548 millones.

Dupont tuvo ventas por US$ 9.798 millones. Semillas y biotecnología fueron US$ 6.785 millones, y fitosanitarios US$ 3.013 millones.

Mientras que Dow Chemical alcanzó los US$ 6.386 millones de ventas. Semillas y biotecnología lograron US$ 1.409 millones y los fitosanitarios US$ 4.907 millones.

Y el área agrícola de BASF tuvo una facturación de US$ 6.211 millones, sustentada básicamente en la venta de fitosanitarios, porque en ese entonces el negocio de semillas era incipiente.

En un análisis realizado por James M. MacDonald, especialista del Servicio de Investigación Económica del USDA, se marca el actual escenario de la comercialización global de semillas, biotecnología y fitosanitarios para la agricultura.

Dow Chemical y DuPont

En diciembre de 2015, las dos compañías estadounidenses, Dow Chemical y DuPont, propusieron fusionarse y luego dividir la entidad en tres empresas independientes y más especializadas.

Una de las nuevas empresas que se formó fue Corteva, que combina los negocios de semillas y de fitosanitarios; otra se centraría en la ciencia de los materiales; y la última en productos químicos especializados.

MacDonald señala que el Departamento de Justicia de los Estados Unidos (DOJ, por su sigla en inglés) manifestó preocupación porque la fusión podría generar excesiva concentración en el mercado de herbicidas que se utilizan para el control de malezas en trigo, ya que DuPont producía el producto de mayores ventas, mientras que Dow Chemical había introducido una fórmula que cumplía las mismas funciones.

El segundo mercado bajo la lupa del DOJ fue el de insecticidas, donde Dow y DuPont eran los dos líderes en ventas.

El organismo revisor argumentó que las firmas combinadas controlarían el 40% de las ventas de herbicidas para control de malezas en trigo, mientras que en el caso de los insecticidas la porción del mercado ascendería a 75%, lo suficiente como para que se puedan fijar precios por encima de los que predominarían en condiciones de competencia.

Asimismo, el DOJ afirmaba que la rivalidad competitiva entre Dow y DuPont había fomentado el desarrollo y la introducción de nuevos productos a estos mercados, y que su unión disolvería estos beneficios.

La Comisión Europea expresó preocupaciones similares, aunque también cuestionó los mercados de herbicidas para cereales, oleaginosas y arroz.

La solución acordada fue que DuPont se desprendiera de parte de sus activos en los mercados antes mencionados, los que mayor concentración generarían. Los activos se vendieron a la estadounidense FMC Corporation.

A su vez, a Dow Chemical se le solicitó que desinvirtiera en algunos mercados de químicos que no están relacionados a la agricultura.

Por último, el informe del USDA menciona que las autoridades brasileñas manifestaron su preocupación por el impacto en el mercado de semillas de maíz. Allí las dos empresas eran competidoras, y aprobaron la fusión sólo con la condición de que Dow realizara una venta de activos, los que fueron transferidos a CITIC Agri Fund, una división de la compañía estatal china CITIC Ltd.

Luego de cumplir con todo lo solicitado, Dow Chemical y DuPont completaron su fusión, y se creó la sub empresa especializada Corteva, que opera en los mercados de semillas y agroquímicos. Corteva cuenta, además, con las marcas de semillas Pioneer y Brevant. La utilización de ambas o de una, depende de la estrategia definida para cada país o región.

ChemChina y Syngenta

En febrero de 2016, la empresa China National Chemical Corporation (ChemChina) ofreció un desembolso de US$ 43.000 millones para comprar la suiza Syngenta.

La aprobación de esta fusión fue evaluada por la Comisión Federal de Comercio de los Estados Unidos (FTC, por sus siglas en inglés). La revisión se centró, particularmente, en los mercados de tres productos: Paraquat, Abamectin y Clorotalonil.

En esos casos la unión de las empresas podría hacer peligrar la competencia, ya que Syngenta era el principal vendedor, mientras que Adan, una subsidiaria de ChemChina, era la segunda mayor productora de versiones genéricas de esos químicos.

La FTC calculó que las firmas combinadas acapararían el 60% de las ventas de Paraquat, y el 80% y 40% en las ventas de Abamectin y Clorotalonil, respectivamente. Por lo tanto, el organismo aprobó la unión de estas empresas, sujeto a la condición de que ChemChina realizara un proceso de desinversión en estos tres mercados, y así esos activos fueron vendidos a la compañía californiana American Vanguard.

Las autoridades europeas también aprobaron la fusión, exigiendo una desinversión similar en otras líneas comerciales de Europa.

Posteriormente, ChemChina incorporó a Nideras Semillas, luego de que Cofco definiera desprenderse de ese negocio. Actualmente, en semillas, la firma estatal china posee las marcas Nidera y Syngenta, que a partir del próximo año pasarán a denominarse NK semillas.

Bayer y Monsanto

En septiembre de 2016, la compañía alemana Bayer ofreció US$ 66.000 millones para comprar la estadounidense Monsanto. Estas dos empresas habían sido la número uno y la número tres en ventas de semillas y agroquímicos en 2015.

Monsanto se especializó mayoritariamente en semillas y biotecnología, mientras que Bayer lo hizo en fitosanitarios.

El caso de esta fusión también fue revisado por el DOJ en Estados Unidos, y se identificaron numerosos mercados en donde había riesgo de que se generara un poder monopólico.

Una de estas preocupaciones giraba entorno a la soja. Desde la década de 1990, Monsanto lideraba el mercado de semillas de soja transgénica, y además era el único proveedor de la soja tolerante a glifosato. Para utilizar esa tecnología, las demás compañías requerían de una autorización.

Por otro lado, la empresa Bayer también se había expandido en ese mercado, y dentro de sus patentes contaba con la soja resistente al glufosinato.

La controversia en maíz se generó porque Bayer vendía a Monsanto, y a otros productores de semillas, un producto de gran importancia llamado Poncho. Si bien Bayer no vendía semillas de maíz, el DOJ consideró que la fusión afectaría la competencia en ese mercado.

Otros mercados que generaban inquietud al ente revisor estadounidense eran, por un lado, el de semillas de algodón genéticamente modificadas, en el cual las dos empresas combinadas captarían prácticamente la totalidad del mercado.

Por otra parte, la fusión generaría también gran concentración en las ventas de semillas transgénicas de canola.

El DOJ también mostró preocupación por las tecnologías vinculadas al tratamiento de semillas de maíz, algodón y soja, para dar protección contra insectos y hongos, ya que Bayer y Monsanto eran dos grandes competidores en estos mercados, y su unificación eliminaría los beneficios de la competencia.

El Departamento de Justicia de los Estados Unidos argumentó que habría gran poder de mercado en las semillas de cinco vegetales: zanahorias, pepinos, cebollas, tomates y sandías.

En el análisis de James M. MacDonald, del cual Julio Calzada y Franco Ramseyer, de la Bolsa de Cereales de Rosario, realizaron un reusmen, señala que la fusión entre estas compañías recién se hizo efectiva en junio de 2018, luego de que Bayer vendiera una considerable cantidad de activos a BASF.

Esta última adquirió todos los negocios de semilla de soja, canola y vegetales de Bayer, y la mayor parte de su negocio de semillas de algodón, así como las capacidades de Investigación y Desarrollo para esos cultivos y también para trigo.

Además, Bayer vendió a BASF varios negocios de herbicidas, productos para el tratamiento de semillas, y un negocio de agricultura digital cuyo objetivo es desarrollar información integral sobre los atributos del suelo, el clima y el rendimiento de semillas y productos químicos, para apoyar las tecnologías agrícolas de precisión y la toma de decisiones de los agricultores.

Bayer continúa con las marcas Dekalb, para su oferta de semillas de maíz; y Asgrow para sus semillas de soja.


NOTA DE REVISTA VERDE N° 82

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