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Actualidad

Certificar todas las producciones que conviven con la forestación

10 de enero de 2020

Además de obtener un sello de calidad por la madera, Montes del Plata se propone garantizar los procesos de la miel, la carne y la leche que se produce con sus bosques

Certificar todos los procesos de un predio, incluyendo los distintos rubros productivos, es un desafío que se propone Montes del Plata. El gerente de Negocios de la compañía, Alfredo Fossali, señaló a VERDE que para hacer la certificación de todo el predio se necesita un sello que audite todo el proceso. “Uno de nuestros sellos es FSC, y está empezando a trabajar para certificar todos los productos”, comentó.

Además de estar certificando la madera, Montes del Plata también está pensando en certificar la miel que se produce en sus predios. “Esta es una herramienta que permitiría auditar cualquiera de los procesos. El tema es que después sea reconocido como tal, que no sea válido solo en el mundo forestal, sino también en el mercado de la carne y de la leche, valorado por el consumidor”, comentó.

Fossali destacó que FSC “es un organismo internacional, sin fines de lucro, que nació como un movimiento del mundo verde, tratando de proteger la biodiversidad, y terminó siendo una gran marca, que le asegura al consumidor que los productos que tienen ese sello fueron producidos de forma amigable con el medioambiente, con la sociedad y con el aspecto económico, permitiendo la sustentabilidad de esa actividad en el largo plazo”.

Explicó que trabajar con ese sello implica un compromiso de largo plazo, de por lo menos cinco años. “En nuestro caso lo hemos ido renovando, e implica la auditoría constante de todos los procesos. Hay que estar dispuesto a abrir la empresa de par en par, mostrar cada uno de los procesos e ir haciendo mejoras continuas. Cuando se encuentran debilidades hay que hacer un plan de mejora y superarlas año a año”, señaló.

En la actualidad, más del 80% de la superficie de bosques artificiales de Uruguay está certificada por FSC. “Todas las empresas grandes del sector están trabajando en este proceso. Uruguay ayuda mucho a certificar, porque el país tiene grandes diferenciales; la normativa nacional está muy adecuada a los requerimientos de FSC”, destacó.

En ese sentido, agregó que “muchas de las cosas que exige la certificadora ya son normas legales en Uruguay. La relación con las comunidades, el vínculo con los trabajadores, el no uso de mano de obra infantil, el trabajo igualitario con las mujeres. Hay un montón de formas de producir en Uruguay, que permiten con gran facilidad alcanzar la certificación”.

Luego el proceso “exige cada vez más, y es positivo, porque obliga a estar atentos y ser sustentables”.

Acuerdos de Montes del Plata

Montes del Plata cuenta con más de 500 contratos con productores agropecuarios. La firma tiene un patrimonio de algo más de 200.000 hectáreas, con 105.000 hectáreas efectivas de bosques, y otras 60.000 hectáreas de bosques implantados en predios de productores.

“Esa es nuestra gran herramienta de crecimiento. Hace casi 10 años que no compramos tierra, hemos crecido casi exclusivamente a través de acuerdos con productores. Este año, a fines de octubre, alcanzamos nuestros objetivos, incorporando más de 9.000 hectáreas para plantar el próximo año, con 40 socios que se incorporan a la actividad forestal de la mano de Montes del Plata. Estamos a mitad de camino de un plan quinquenal para crecer entre 8.000 y 10.000 hectáreas por año”, detalló.

El gerente explicó que el transporte de la madera es uno de los mayores costos de la industria forestal y, por lo tanto, estar cerca de la planta hace la diferencia en el negocio.

En ese sentido, la empresa trabaja en acuerdos con productores que estén en el cuadrante suroeste de Uruguay, en un radio de no más de 200 kilómetros de Punta Pereira.

La firma ofrece contratos por uno, dos o tres ciclos forestales, en las modalidades de arrendamiento, aparcería o promoción.

En el arrendamiento se paga por el uso del área forestal, a un precio que se determina y ajusta por el indicador acordado.

Se fija básicamente por el IPC del dólar en Estados Unidos; el IPC del euro en Europa –hay muchos inversionistas europeos que compran campo en Uruguay pensando en la forestación–; también hay productores que hacen el contrato en kilos de carne; y son menos los que fijan el precio en producto de madera y celulosa en Estados Unidos, el indicador más relacionado con el negocio.

Los precios de las rentas van desde US$ 140 por hectárea hasta US$ 190 en los casos de los campos que están más cerca de la planta.

La aparcería consiste en una asociación, a través de la cual el productor pone la tierra y Montes del Plata hace el proyecto, planta, cuida el bosque y cosecha, dándole el 50% de la madera en pie al productor al final de cada ciclo.

Y la promoción es la modalidad a través de la cual la empresa forestal brinda el servicio de contratista. “Le damos el conocimiento, el proyecto, el seguimiento y el productor hace la inversión; quedamos con la primera opción de compra, pero el bosque es del productor”, indicó Fossali.


NOTA DE REVISTA VERDE N° 82

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