Los cultivos están “aguantando” el estrés hídrico en la zona centro sur; ante volatilidad hay que planificar, dijo Nicolás Martínez
En la zona centro sur el escenario productivo muestra a los cultivos agrícolas “aguantando”, aunque sufren el “estrés hídrico”, se ven “más comprometidos” los cultivos de soja que vienen detrás de la canola, que los sembrados después de la cebada o el trigo, dijo el director de Agromotora Flores, Nicolás Martínez, en el programa Punto de Equilibrio en Carve y revistaverde.com.uy.
Señaló que los cultivos de primera de soja “todavía están a tiempo”, si se cumplen los pronósticos de lluvias para esta semana y se regularizan las precipitaciones en febrero. “No sabemos de dónde los cultivos están logrando capturar agua y están en buenas condiciones”, afirmó.
Sobre la situación en ciertas regiones, el empresario comentó que depende de cada chacra, “algunas están mejor rotadas, con volumen de rastrojo” y otras con “problemas de erosión” que registran alguna “corrida de agua” y “pierden más plantas”. En el caso de los cultivos de maíz el estado es “dispar”, pero en general todo depende de la evolución de las lluvias en los próximos días, “si llegan, en muchos casos estamos a tiempo de tener una buena zafra de verano”, indicó.
Respecto a la volatilidad de precios y de costos, Martínez dijo que hace un año y medio se da esa situación que “vino para quedarse”, con una “gran volatilidad” como sucedió con el precio de la canola al pasar de US$ 800 a US$ 500, lo mismo pasó con insumos como la urea y el glifosato.
Se refirió a que algo similar ocurrió con los valores del ganado, cuando el novillo bajó de US$ 5,50 a US$ 3,30 el kilo el año pasado. “El productor tiene que estar preparado” ante esa “volatilidad mundial”, recalcando la importancia de estar atento a la relación insumo producto, y ser “muy cauto”.
Además indicó que se ven situaciones contrastantes “alambrado de por medio”, ya que “hay productores que lograron vender los granos y comprar los insumos, en muy buenas condiciones” y otros que no. Esa situación marca que los resultados económicos “sean totalmente diferentes” y están al lado.
Martínez resaltó la necesidad de “planificar” en “por lo menos a dos años” el negocio de la empresa agropecuaria, considerando el escenario de los mercados de granos, ganadero y de insumos. “Uno no puede estar encerrando ganado (en corrales) cuando la ecuación da y no encerrando cuando no da” porque en 100 días el negocio puede tener cambios para un lado o para el otro. “Los buenos precios se capitalizan si hay producto para vender”, ejemplificó.
Afirmó que el negocio “cambió” actualmente y dejó de estar “planchado”, como pasó hace unos años cuando la soja estuvo en US$ 300 por tonelada por bastante tiempo y los insumos no registraban grandes variaciones durante seis meses.
Por otra parte, el director de Agromotora Flores habló de la creciente “intensificación” de la producción agrícola, con el doble cultivo, considerando la recuperación de la siembra de cultivos de invierno que viene dejando “resultados muy buenos”.
De cara a la próxima siembra planteó que el ajuste a la baja de los insumos, como fertilizantes y agroquímicos, mejora los números para el invierno. “Si tengo que ponerle un signo de interrogación es: qué puede pasar si la fase de Niña pasa a Niño” por el impacto que puede generar una primavera lluviosa, acotó.
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